sábado, 15 de marzo de 2008

GIRONA


"Una aldea poblada por irreductibles galos resiste todavia y siempre al invasor"


Y estamos orgullosos. Aunque la provincia de Girona no es la aldea gala de Asterix, tiene cierta semejanza. Tras las elecciones generales del 14 de marzo del 2004 el partido popular (PP) tenía representación en casi todas las demarcaciones electorales de España. Y digo casi todas porque hubo dos provincias en las que no consiguieron suficientes votos para mantener a sus dos diputados. Estas provincias eran Girona y Lleida, dos de las cuatro provincias catalanas.

La brutal polarización de las ultimas elecciones del 9 de marzo, debido en gran parte a la crispación de la ultima legislatura, permitió que los dos grandes partidos cosecharan mas votos en demarcaciones hasta entonces menos propicias. Como consecuencia, en Lleida el PP recuperó su diputado perdido.

Sin embargo en Girona esto no ocurrió. A medida que se acercaban las elecciones la gente iba tomando conciencia que si no se votaba o se votaba a algún partido sin ninguna posibilidad de obtener un escaño seria muy probable que el PP pudiera recuperar su representante. Así el domingo pasado fuimos desfilando hasta los colegios electorales legiones de descreidos, pasotas, anarcos y otros variopintos personajes poco amigos de "la fiesta de la democracia", para dar nuestro soporte a opciones en las que no creemos ni creeremos nunca, a gente que no merece nuestro respeto pero que por alguna razón nos resultan un poco menos detestables que la ultraderecha española.

Ya se que pensaran que es triste tener que refugiarse en el llamado "voto útil" y perder la libertad de votar a quien mas te apetezca o a no votar, pero a veces, solo a veces, vale la pena, y esta fue una de ellas. Eso si, nos quedamos solos resistiendo pero más vale solo que mal acompañado.