jueves, 27 de marzo de 2008

Que mal me pegó la Quilmes

Para descomprimir la situación que vivimos les cuento una que me pasó el sábado:

Tipo 1 de la mañana agarré el auto, enfilo para Luna (como todo rosarino cuarentón y progre), pago, subo la escalera, saludo a alguno que otro, me como mil histeriqueos, y la veo...

Estaba ahí paradita con sus amigas, tomándose un Sua. Con la copita en la mano, con esa sonrisa, con la iluminación que siempre pone el dueño de Luna...

En un momento las dos amigas se ponen a charlar con un chabón y la flaca queda sola... Dije, es la mía!!! Fui y la encaré.

Decirles que era simpática es poco. De sus labios solo salían sonrisas y palabras dulces. Después de charlar un rato me dio sed. Le ofrecí tomar otro Sua, pero desistió de la idea. Me dijo que lo había bebido por culpa de sus amigas, yo no soy de tomar viste... Como andaba medio seco finalmente le pedí una Quilmes a la morocha de la barra.

La charla siguió, las sonrisas eran cada vez más intensas, las miradas penetrantes. Que buen encuentro!!! dije, es el sabor del encuentro!!! me dijo, y seguimos bebiendo. Ella su interminable Sua y yo otra Quilmes.

La joda terminó temprano, por esa extraña ley municipal que nos hace salir a las 2 de la mañana para volver a las 5. Con los empujones de los patovicas salimos y nos fuimos derecho a un telo.

A la mañana siguiente me levanto al sentir las caricias en la espalda. Cuando me doy vuelta vuelvo a ver su sonrisa, pero... extrañamente algo había cambiado.

La mina era realmente fiera. Que me había pasado? Creo que fue la Quilmes. Vieron que viene cada día peor? Si, seguro que fue eso.

Ahh me acordé, le saqué una foto con el celu en Luna y otra en el telo. Si se atreven miren acá.

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