LOS MARGENES DE LA LEY

El capitán de la comisaria de Farmington, David Aceveda, es retenido por dos miembros de una banda de gangters del distrito que lo obligan, poniéndole una pistola en la cabeza, a practicarle una felación a uno de ellos mientras el otro registra la acción con la cámara de fotos de su teléfono móvil. Este hecho podría poner en peligro los planes del ambicioso capitán que aspira en un futuro alcanzar la alcaldía de la ciudad de Los Angeles.

Para los que no siguen The Shield (Al margen de la ley) les aclaro que esto es solo una escena de esta magnifica serie policial, quizás lo mejor que se ha hecho en ficción televisiva desde Hill Street Blues (El precio del deber) allá en los años ´70. Dada la crudeza de esta serie donde todos los personajes son de una moralidad ambigua, por decirlo suavemente, con niveles de violencia y corrupción más propios de la vida real que de una obra televisiva de entretenimiento, la policía de L.A. tras ver el capitulo piloto, exigió algunos cambios para salvaguardar su impoluta imagen ante la ciudadanía, en realidad imagen bastante dañada después de los sucesos conocidos como "la revuelta de Rodney King" cuando se produjo un gran estallido de violencia tras la absolución de cuatro policías, por parte de un jurado compuesto casi exclusivamente por ciudadanos blancos, acusados de apalizar a un joven negro (Rodney King), paliza que había registrado con su cámara un videoaficionado. El alcance de los cambios requeridos por el cuerpo de policía se antojan hasta inocentes pues se reducen a la forma y disposición de la placa de la institución y al nombre del distrito. La placa oficial de departamento de policía de L.A. tiene forma oval y se lleva en el hombro izquierdo en tanto que la placa que lucen los actores es en forma de escudo y la portan en el hombro derecho. El nombre del distrito, Farmington, es ficticio pero en Los Angeles a nadie se le escapa que hace referencia a El Salado, distrito multirracial extremadamente conflictivo donde conviven gentes de escasos recursos económicos con bandas de delincuentes sumamente peligrosos.

Pues bien, aquí, en esta bendita tierra conocida como España, las cosas se hacen de otra manera. Siempre dispuestos a la crispación más desaforada, a los prejuicios y a la malaleche, cuando no al incentivo de la ignorancia y la mentira abrazada como credo, distintas organizaciones pusieron el grito en el cielo luego de ver la fotografía de promoción de la película "Clandestinos" que se publicara en la revista Zero. Y digo "luego de ver la fotografía" porque eso es lo que vieron, solo la fotografía y no la película, pero con eso tuvieron suficiente para juzgar y pretender condenar una obra sin haberla visto. Así diferentes asociaciones de víctimas del terrorismo, de guardias civiles y políticos exigieron explicaciones y amenazaron con emprender acciones legales contra los responsables del film, pues sostenían que la cinta era ofensiva contra la institución policial y contra las víctimas del accionar de ETA. La imagen publicada en Zero nos muestra al protagonista de la película encañonando a un guardia civil obligándolo a practicarle una felatio pero esta no es ninguna escena del film y si estos señores antes de rasgarse las vestiduras se hubieran tomado el trabajo de verla seguramente no hubiera existido polémica alguna. Los servicios jurídicos de la Guardia Civil después de mirar la copia que le hizo llegar Antonio Hens, el director de la película, no encontraron escena alguna que pudiera ser ofensiva para el cuerpo dando el tema por zanjado. Pero es preocupante saber que los margenes de la ley y las libertades parecen cada vez mas confusos y mas vigilados por los que sueñan con recortarlos y dejarlos a su medida.

"Para muestra basta un botón" dice el dicho y para botones ellos (en Argentina botón es sinónimo de policía o delator). Este es un ejemplo más de la intolerancia y la mala fe de los sectores mas reaccionarios de España que utilizan cualquier pretexto para echar leña al fuego aunque, por esta vez, la polémica no alcanzó cotas mayores dado lo ridículo y falaz de la acusación lanzada al aire desde los medios afines a la derecha mas recalcitrante. Harían bien estos señores en cuidarse de propagar incendios que los pueden alcanzar y recordar que el que juega con fuego se puede quemar.

http//www.libertaddigital.com/noticias/kw/antonio_henz/clandestinos/guardia_civil/kw/noticia_1276326858.html