sábado, 24 de mayo de 2008

No hay salvadores providenciales



América Latina es víctima del "monopolio de la palabra", ha dicho el sociólogo brasileño Emir Sader, quien actualmente se desempeña como Secretario Ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), ante la impúdica manipulación mediática de los grandes conglomerados de la comunicación que solo les interesa fabricar una opinión pública que les permita seguir manteniendo el criminal modelo económico del libre mercado y satanizar las alternativas y gobiernos progresistas que vienen irrumpiendo en el hemisferio.

Es prioritario buscar mecanismos que permitan romper el monopolio privado de los mass media que están imponiendo las pautas de instrucción y producción de las ideas, para lo cual hay que democratizar los medios de comunicación. Sin democratización de los medios de comunicación difícilmente habrá democracia en América Latina.

La democracia requiere sujetos activos, la construcción de héroes como construyen los grandes medios de comunicación, es la anti-democracia: los Blumberg, los De Angelis, son construcciones mediáticas que requieren la plena aceptación de la palabra del emisor, todo aquel que se oponga a su discurso por más mínima fisura que alguien tenga, inmediatamente será tildado de traidor, de ser pago por algún medio estatal etc. Se resalta que el único discurso valedero es la del héroe que impide la circulación de la palabra. La monopolización de la palabra por los grandes medios requiere de héroes, la democracia no. Este monólogo cerrado de los medios, por más que abran en sus noticias espacios de discusión del lector no hacen más que tornar a la democracia en un partido de fútbol, donde no hay discusiones de ideas, sólo el agravio del diferente.

Todo queda taponado en un Viva el campo, o La Seguridad, en mayúsculas, dándole entidades a entelequias que no existen. Estas nuevas entidades: “Campo”, seguramente significarán muy diferente a alguien como De Angeli como a un miembro del Mocase. Con la entidad “Seguridad” sucede la repetición del caso, ya que para Blumberg la seguridad significará mayor policía, y para alguien con empleo en negro sin acceso a la salud, la seguridad estará dada por acceder a una obra social para sus hijos o a un mejor salario.

Cuando la palabra queda cercenada a los medios, la construcción de los héroes al estilo De Angeli es una necesidad de los propios mass media, ya que la democracia requiere de la circulación y la libre discusión de ideas. No sólo los medios requieren de héroes, los estados totalitarios también la necesitan, el Stalinismo necesitó a un Lenín momificado, para luego resignificar a Stalin como padre de la patria. El social-nacionalismo alemán recreo en su propia figura, Hitler, la imagen del héroe ario, y la construcción del sujeto Campo para escribir las páginas mas oscuras de la historia mundial.

La entelequia Campo como en la época nazi requirió unir los grandes terratenientes con los pequeños productores y hasta algunos obreros rurales, para lograr un manto de unión ideológica sólo utilizada en los regímenes autoritarios. La enunciación “Campo” por parte de los medios y su revuelta anti retenciones, revela no, una vuelta al capitalismo de mercado, sino al feudalismo más atroz, donde el sujeto Campo era dueño y señor.

Cuestión anunciada desde los medios, donde este sujeto ya no es una parte del país, sino un igual a las instituciones, donde la cuestión reside en el “campo vs gobierno” o “la guerra gaucha”, donde los actores Campo e Instituciones quedan totalmente igualadas, olvidándose de que el país somos todos, no el sujeto campo o gobierno, y si bien todos tenemos el derecho a reclamar y a peticionar ante las autoridades, postularse como igual ante las instituciones democráticas es un caso de protogolpismo como bien lo enunciara José Pablo Feinmann.

1 comentario:

Rob Rufino dijo...

E X C E L E N T E ! ! !