domingo, 8 de junio de 2008

Binner tiene razón


Quiero compartir esta nota escrita por un luchador que honra la Cámara de Diputados, Miguel Bonasso, sobre la posición de Binner en el Conflicto Agrario. Creo que la visión política y el estilo moderado para manejarse en medio de toda esta locura lo están posicionando como "presidenciable".


El médico Hermes Binner ha hecho un diagnóstico correcto y oportuno del conflicto rural al advertirnos a todos los argentinos que “desde el punto de vista social, estamos transitando un camino sumamente peligroso”. En su llamado a la unidad nacional y a consensuar un plan agropecuario, el gobernador de Santa Fe asumió la perplejidad de los ciudadanos comunes ante una situación “a todas luces incomprensible, por cuanto en el medio de una bonanza económica se ha generado una crisis insospechada”.

Con su estilo habitual, cauto, mesurado, Binner trascendió el retórico llamado al diálogo formulado hasta el hartazgo por muchos presuntos “neutrales” para proponer un plan de 10 puntos y algunas instancias colectivas donde discutirlos, como el Consejo Agropecuario Nacional.

La propuesta no me sorprendió, porque el desarrollo de esa y otras instancias propicias para la discusión sectorial forman parte esencial de su pensamiento político. Hay una anécdota que involucra al autor de esta nota y al ex presidente Néstor Kirchner que lo confirma y demuestra que Binner sabe anticiparse a los acontecimientos.

Hace unos cuatro años lo visité en su casa de Rosario y mantuvimos una charla franca y cordial. En ese entonces se lo veía muy cercano al gobierno nacional y Kirchner solía comentar en privado que pensaba integrarlo a su gestión. La famosa transversalidad todavía parecía una instancia posible.

El ex alcalde de Rosario pronosticó en aquel momento que el crecimiento del producto podía llegar ese año al 9%, lo que efectivamente ocurrió. Ese nivel de crecimiento –predijo– llevaría pronto a una puja distributiva, frente a la cual el Gobierno debía crear alguna instancia de discusión corporativa que lo ubicara como árbitro y no como parte del conflicto. Era preciso colocar un colchón entre las demandas sectoriales y la Rosada, y ese colchón no podía ser otro que el Consejo Económico y Social, de probada eficacia en las socialdemocracias europeas.

Me propuso planteárselo al Presidente y lo hice de buen grado, convencido –como aún lo estoy– de que era una buena idea para el país y para evitar que el Gobierno se desgastara en el fuego cruzado de las partes en pugna.

Néstor Kirchner me escuchó atentamente, pero no hizo ningún comentario. La iniciativa no prosperó.

En estos días, al calor de esta larga confrontación de final impredecible, recordé aquella idea deslizada en su austera casa de Rosario. Y luego la encontré plasmada –en una instancia puntualmente referida al agro– en los 10 puntos que Binner formuló el 18 de abril último, donde propone “constituir el Consejo Federal Agropecuario, ampliado para debatir y definir políticas para el sector”.

El jueves pasado, Binner reiteró la idea del Consejo Agropecuario en su apelación de cuatro puntos, donde convocó a “defender la paz y la convivencia sociales”; a “suspender todas las medidas que impidan la libre circulación de personas, alimentos, medicamentos y demás bienes” y le pidió “un gesto de grandeza a la Señora Presidenta de la Nación, doctora Cristina Fernández de Kirchner, que permita remover los obstáculos que desencadenaron esta situación”.

Ubicándose en un plano que lo diferencia nítidamente de los otros gobernadores, tanto los que respaldan incondicionalmente al Gobierno como aquellos que se situaron junto a los productores rurales, Binner defendió la democracia y las instituciones reconociendo tácitamente que no es lo mismo el llamado “campo” que el Gobierno democrático, sin renunciar por ello al derecho de peticionar. Lo dijo y lo subrayó: “No nos cansaremos de peticionar, aunque no parezca heroico”.

Al solicitar también un gesto de grandeza por parte de los productores rurales en conflicto, el gobernador de Santa Fe admitió tácitamente que el derecho a peticionar no debía lesionar los intereses del conjunto de la sociedad y el respeto a las instituciones democráticas.

Esa actitud equilibrada debe haber influido seguramente para que Cristina Fernández de Kirchner lo reciba el próximo martes al mediodía.

Al advertir que la existencia de “vencedores y vencidos sería una de las peores situaciones que podríamos enfrentar”, Binner trata de apartar al Gobierno de la contienda entre facciones, para restituirle su entidad constitucional: ser el administrador del Estado, entidad superior que conformamos todos los argentinos. Esto no resuelve necesariamente el contencioso, después habremos de discutir qué pasa con las retenciones y en un plazo más largo qué proyecto elaboramos los argentinos para aprovechar una circunstancia propicia en el mercado internacional, sin perjudicar al mercado interno. Pero la discusión ya tiene un ámbito específico y, al dialogar, el Gobierno no pierde autoridad, sino que responde a una de las razones de ser del Estado, que es el mantenimiento de la paz social.

Si la Presidenta lee correctamente el respetuoso pedido del gobernador, descubrirá que es un puente de plata para evitar una victoria pírrica que dejaría heridas profundas en el cuerpo social y consecuencias políticas muy negativas. Por ese puente se puede transitar hacia una solución del conflicto que no sería leída como una claudicación del Gobierno, sino como una apuesta racional a preservar la unidad nacional y a planificar el destino de nuestro país, usando nuestras ventajas comparativas y la coyuntura internacional para convertir el crecimiento en desarrollo armónico, tanto de la Nación como de las provincias que la componen.

Hace mucho tiempo, durante mi exilio en México, cultivé la amistad del ex diputado de UDELPA Héctor Sandler, uno de los liberales más genuinos y honestos que he conocido. Tan honesto que fue perseguido por la Triple A.

Eran los días de la guerra de Malvinas y los dos estábamos bastante decepcionados ante la visión de esa multitud que había llenado la Plaza de Mayo vivando al genocida Leopoldo Fortunato Galtieri. Sandler me dijo entonces una frase que se me grabó para siempre: “No hay que confundir los términos: la sociedad argentina tiene una gran energía política pero carece de cultura política”.

De eso, precisamente, trata esta contratapa.


Fuente: Diario Crítica de la Argentina


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hhmmm...no sé como decirlo...La nota parece perfectamente razonable, así, en abstracto. Pero firmada por Bonasso me da que pensar, ya que no es un hombre caracterizado por una trayectoria, digamos, moderada.
¿Significa esto (y su pase de Página a Crítica) que el grupo de la mesa chica K se ha cerrado tanto que hasta los más leales camaradas de ruta se sienten excluídos y empiezan a buscar otros aleros?

Con respecto a la propuesta en sí, estoy de acuerdo en que sería lo mejor para construir un marco racional donde negociar la disputa por la renta, tanto entre las clases sociales como entre las provincias y el Gobierno Nacional.

Pero ¡upss!, parece que eso mismo es el problema. En ese marco el Gobierno se sentiría sólo frente a las demandas cruzadas y encima el conflicto con "el Campo" demuestra que los que ayer parecían enemigos irreconciliables son capaces de unirse contra él.

Esto no sería tan grave si el Gobierno fuera representante de los intereses de por lo menos una fuerza social significativa en la cual apoyarse.
Pero este es un gobierno bonapartista; su fuerza y su debilidad consisten en que no están atados a un sector particular pero tampoco nadie se juega por él.

Lamento el tono pesimista, pero no sé cómo se desata este nudo. Tal vez la persuasión de Binner opere el milagro. Ojalá.

Rob Rufino dijo...

Roberto
Y si... También me hizo ruido!!!

Queda más que claro que es una señal política de unos de los referente de la izquierda kirchnerista...

El tema es como relegitimar esta dignísima lucha, la cual es vista por "Doña Rosa" como un capricho de una persona soberbia...

Desde antes de que asuma Cristina muchos decían que se venían momentos difíciles en el 2008 producto de un necesario "sinceramiento" sobre todo en las tarifas. Duhalde había declarado que ante esos momentos dificiles iba a ser necesario un presidente con "experiencia" descalificando así a la presidenta.

Creo que en la intimidad el matrimonio gobernante también lo vio y decidió "volver al pejota" como ancla para enfrentar la tormenta.

Esta decisión, que lamenté, provocó el abandono del sueño de la transversalidad y con ella la construcción de una fuerza de centroizquierda que hubiese dado otro sustento a este tipo de luchas.

Por lo que leo en la nota Bonasso también lo lamenta.

Si hay algo que valoro de este conflicto es que se cayeron muchas caretas, como la de Reutemann. y otros. Es así como el PJ, que Néstor construyó, será heredado por Macri o Francisco De Narvaez. Siendo, este, a mi entender el peor de los regalos que nos hacen los K.

Pero más allá de las "desventuras del PJ" quiero destacar la visión y la vocación dialoguista de Binner que, dejando de lado chicanas, declaraciones tribuneras y otras prácticas demagógicas, permaneció firme (pese a lo tentador que es pegarle a este gobierno) en una “activa” neutralidad.

Tal vez no ayude a resolver este lío, pero sin dudas es un aporte a valorar.

Anónimo dijo...

Yo no sé qué pensar de Binner. Ayer (08/06/08) casualmente vi carteles de Binner recién pegaditos en pleno Palermo, y no me suena disociado de lo que aquí se comenta.

Con el agregado de que para las elecciones de medio término falta más de un año. A menos que Binner crea que va a haber otras elecciones antes? Cómo decodifican ésto?

Por otra parte, la crítica orientada al pejotismo y al alquiler del aparato... bueno, qué otro sector salió a defender masivamente la primera buena medida de Cristina? Nadie. Una tímida "Carta Abierta" en todo caso, y éso es todo.

Para decirlo de otro modo: Si me están por asesinar, y de repente aparece Drácula para salvarme, cuál debiera ser la postura? "No, vade retro, Drácula, deja que me asesinen"? En todo caso, si bien ésto sólo significa diferir el problema y cambiar uno por otro, con Drácula ya se sabe cómo lidiar.

Anónimo dijo...

rio4tense, tu comentario me recuerda al gallego que lo estaban por asesinar y se le aparece un tipo todo de negro, en un caballo negro, con antifaz y sombrero negro y una capa negra con una gran "Z" blanca, y lo salva. Cuando el salvador se aleja, el gallego se levanta y le grita: Muchas gracias, Zuperman!
Un poco de humor de salón para descomprimir. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Lo de Binner no me parece mal, lo que pasa es que esto ya se salió de cause y ahora estan pensando en la cabeza de la presidenta y nuevas elecciones. No se confundan de enemigo,aqui nadie quiere hablar ni de retenciones ni de nada. Es la vieja y zorra oligarquía que se espabila ante un gobierno popular

Anónimo dijo...

rio4tense: Lo de los carteles de Binner creo que se explica por la reciente renovación de autoridades en el P. Socialista donde triunfó la línea oficialista de Giusiniani que mantiene la alianza con Carrió en la CC (la línea kirchnerista de Basteiro no pudo ni presentarse). Binner se mantiene disciplinadamente dentro de esta línea (quiero creer que sólo para evitar rupturas) y el partido lo promueve como figura pública. Desde ya que creo que eso disminuye la capacidad de Binner como interlocutor del gobierno.

Lo del retorno al seno del PJ tiene que ver con lo que dije más arriba: como los K no representan el proyecto de un actor social (industriales, obreros, etc) definido, sólo le queda recostarse en el aparato.
El domingo asistí a una conferencia de tres economistas del Plan Fénix y uno de ellos planteó el interrogante: ¿cómo se explica que no hubo una sola solicitada de los industriales en apoyo de las retenciones de las que se benefician?. Creo que la respuesta es lo que dije: un gobierno bonapartista no pertenece a ningún sector que lo defienda como suyo. Por eso se lo ve tan aislado.

Rob Rufino dijo...

Roberto
Nos guste o no (particularmente no me gusta) el peronismo tiene un 38% de los votos como mínimo en TODAS LAS ELECCIONES.

Cuando tienen el poder son de terror, chicanas judiciales, electorales, etc. Acá en Santa Fe hubo que parir para poder ganarle a ese aparato.

En eso se ancló Nestor.

Fue esclarecedor ver un reportaje que le hicieron a Cafiero (para mi el típico peronista puro). Como buen peronista es verticalista apoya a Nestor y ve gorilas por todas partes.

El problema somos nosotros. La clase media urbana que, básicamente, nos oponemos a la concentración económica en todas sus variantes.

Nosotros apoyamos algunas cosas, pero hasta ahi. Casi te diría que con desconfianza.

Pero bueno, pese a lo que dice Bonasso creo que es un cacho de madurez política. Ya no damos cheques en blanco.

Espero que ahora vayan por los negocios petroleros, por los mineros, la cadena de comercialización, etc.

Acá hay muchos sectores con concentración y rentabilidad muy alta. Es justo, para los chacareros, que ellos también paguen.