lunes, 2 de junio de 2008

La ignorancia elegida

La ignorancia elegida ha adquirido prestigio y se ha convertido en motivo de jactancia. Hoy, la falta de cultura inspira gran respeto, en algunos sectores de nuestra sociedad, trastocándola en un nuevo valor, adjudicándole un nuevo adjetivo: frescura, cuando de lo que se trata es del elogio desmedido de la brutalidad elegida.

Sabemos que el conocimiento, significa adentrarse en la duda, en una búsqueda, que nos repregunta en todo momento. El ignorante orgulloso ve la verdad sólo en sus palabras, el decir de De Angeli, al segundo inmediato de las medidas económicas, cuando afirmó “Aunque no escuche muy bien…, Ni ellos entienden lo que tienen para decir…" poniendo en el otro su propia ignorancia, esta actitud, no es un dato menor, es un nuevo elogio a su propia deshonestidad intelectual.

La ignorancia en ese momento es vivada, avalada por los medios, jamás interpelada, y reproducida ad infinitud. De Angeli al igual que Wanda Nara y Pity de Intoxicados, se transforman en una nueva tendencia: los que hacen gala del propio analfabetismo cultural, y es allí donde son buscados por la cámara que todo lo muestra, pero que nada se pregunta.

Los monólogos incansables de De Angeli, no son de su propiedad exclusiva, hemos visto que cuando alguien quiere debatir con él, se opone de manera tajante, donde su palabra es única fuente de verdad para los medios, que no dan lugar a otras que interpelen ese discurso único. Lo mismo pasa con Carrió, ella hace un llamado al diálogo, pero si alguien se le opone a sus discurso procampo inmediatamente es tratado de provocador, mentiroso o estar pago por alguien; la verdad única de estos monologuistas no puede ser puesta en duda por nadie. La palabra sólo es dada por y para el coro de adulones de los poderes económicos.

Al igual que en los foros de los medios afín a la Sociedad Rural, sea Crítica Digital o La Nación, cualquier dicho que los interpele será tomado al instante como por alguien pago al gobierno, acusado simplemente de kk, o de montonero, como lo han hecho algunos intolerantes en este blog.

Momentos difíciles para quebrar con el discurso único, y para pensar más allá de la marea informativa del día a día. Donde como soldados defienden su propia postura, y aquella que los interpela es reducida al desprecio, todo en nombre de una paz inexistente.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

che, menos comentarios que el blog de videla tenes.
jaja segui intentando.

Rob Rufino dijo...

como buen cuarentón prefiero la calidad a la cantidad...

vos sos la excepción que confirma la regla.

Anónimo dijo...

Antes que nada, saludos a todos los que hacen y leen este blog.
Aún a aquellos (como anónimo que ni siquiera tiene una gota de franqueza de dar su nombre)que se esconden bajo el pseudónimo de "anónimo" sólo para insultar y no aportar una mísera idea o contribución a este espacio.
Concuerdo con sin dioses en que en estos tiempos que corren no solo en nuestro país la ignorancia es elegida y más aún celebrada, por quienes dicen ser los paladines de la información. La verdad que con los medios de prensa que hoy contamos en el país, sería bueno ser ciego, para no tener que ver tanta mentira e hipocresía.
Enaltecer hasta el hartazgo a un individuo que hace de su ignorancia su bandera es realmente penoso!.Y lo peor es que ningún medio se abstiene de hacerlo. Es más, cada vez que se resuelve algo en este conflicto que atravezamos, las cámaras, micrófonos y grabadores, corren atropellándose entre ellos mismos, para tener "en exclusiva" la palabra del ambientalista devenido en piquetero agropecuario.
Pero así son los medios; le dan prensa a quien les reditúa, lo enaltecen y una vez que ya no les sirve, lo descartan. Así que sólo hay que esperar que tanto de Angelis como sus seguidores (cual fieles de un cura, pai,o reverendo)no les sirvan para sus propios intereses,para que los den por abandonados.
Y por último si no queres leer el blog harías un bien anónimo.
Saludos .
Anna.

Rob Rufino dijo...

Anna
Como verás, Catanpeist es una construcción colectiva sin subsidios ni fines de lucro.

Tenés abiertas las puertas para publicar ideas, sugerir cambios, etc.

Cualquier cosa mandame un mail a robrufino@gmail.com

Salu2.

Ivan dijo...

Coincido con la ignorancia elegida y te felicito. Te hago llegar un artículo mío. Un abrazo. Juan
MAL-BEN-DITA SOJA QUE NOS DESUNE“
El campo” ya no es lo que era. Esa visión idílica y de ensueño que teníamos de trigales y maizales interminables y poblado de ganado ya fue. Ese campo murió, sucumbió al modelo sojero instalado desde hace algunos años atrás, que en virtud de su rentabilidad, léase deja mucha más plata, convirtió al país en un inmenso monocultivo con sembradíos hasta en las ladera de los cerros y a la vera de los caminos y autopistas. Las vacas en gran parte fueron trasladadas a las islas del delta del Paraná (donde ahora se incendian los campos para favorecer el pastoreo).Uno se podría preguntar, pero que tiene de malo, si en definitiva deja más plata para el sector rural y para el país todo.Ocurre que este modelo de explotación rural tiene sus particularidades y sus costos. Por empezar expulsa a la gente del campo hasta llegar a una situación como la que estamos hoy: un campo sin campesinos. Los estancieros arrendaron sus campos a los pool de siembra, convirtieron sus estancias en centros de turismo (ver la oferta en Internet) y ahora viven en algún semipiso o algún country ciudadano y la peonada pasó a engrosar los anillos suburbanos de las ciudades, pasto de planes sociales y clientelismo político, fenómeno notado en los últimos años.Esto es consecuencia de las particularidades de la soja que se siembra en nuestro país. Por empezar es una soja forrajera, no apta para el consumo, a pesar que se distribuía desaprensivamente en los 90 por comedores escolares y centro comunitarios de barrios pobres, y se promovían las bondades de la leche de soja para lactantes. En realidad es una soja destinada para la exportación al primer mundo para alimentar sus chanchos y otros animales ya que no les queda campo para hacerlo.Además, y esto es lo más serio, es una soja transgénica. Esto significa que la semilla ha sido modificada genéticamente para hacerla resistente a determinados plaguicidas.Ahora, quien decida sembrar soja, se encontrará que no basta con ir a la forrajería y comprar una bolsa de semilla.Hay que comprar una única variedad de semilla (Round-Up), que está patentada y negociada por una multinacional (Monsanto ) y que debe estar acompañada por un kit o paquete que incluye agroquímicos para eliminar la maleza y fertilizantes patentados por la misma firma. Porque la planta de soja para poder desarrollarse bien exige un suelo limpio de malezas, no debe haber un solo yuyito. Además hay que contar con las maquinarias apropiadas. Por esta razón se recurre a contratistas que se encargan de la tarea y que generalmente pertenecen a grupos o “pooles” de siembra integrados por inversores muchos de los cuales jamás pisaron el campo. Estos se encargan de desmalezar fumigando los campos con herbicidas semejante a los agentes naranjas desfoliantes que se usaban en Vietnam. Generalmente se usa el Glifosato, un poderoso veneno altamente toxico (produce malformaciones, tumores, partos prematuros, trastornos reproductivos, entre otras consecuencias) que fulmina todo vegetal, hasta el último yuyito, y cuya acción residual no daña la soja porque ha sido tratada genéticamente para ser inmune al mismo.Como se puede imaginar, provoca un daño ecológico irreversible en la flora y fauna del lugar.Asimismo, el cultivo de soja exige en forma intensiva al suelo terminando muy pronto con su fertilidad. La deforestación intensiva para su cultivo, sumado a los suelos áridos que produce quita absorción al suelo provocando inundaciones como las ocurridas y por ocurrir en el futuro.Paralelamente son escasos los cultivos de trigo, maíz, lino, algodón, etc., lo que provoca escasez y aumento de precio.De esta manera 3 o 4 personas pertenecientes a los grupos de siembra, pueden hacerse cargo de miles de hectáreas utilizando avionetas, poderosas sembradoras y cosechadoras. Ya no hace falta mano de obra. Los productores y propietarios de campos solo se tienen que sentarse a esperar la renta.Los pequeños productores, e incluso muchos chacareros y quinteros, han sucumbido a la tentación y han cedido sus terrenos (aunque pequeños) a este tipo de producción más rendidora. Por esa razón los sembradíos de soja está casi invadiendo las ciudades, basta con darse una vuelta por los límites suburbanos.La agroindustria (Monsanto, Aventis, Dow, Bayer, Cargill, entre otras grandes empresas) se lleva ganancias fabulosas de nuestro país.Los productores rurales, que se inclinan por el cultivo que más ganancias le deja corren tras la ecuación: soja + soja = 4 x 4.El Estado, también se beneficia, aplicando su ecuación: mayores retenciones = mayores fondos públicos para el tesoro nacional, y tolera por esa razón el modelo sojero.En medio de todo esto, nadie parece advertir el daño ecológico irreversible que están sufriendo los suelos cultivables de enorme impacto económico, político y social para el futuro.También parecen pasar desapercibidos esas enormes espadas de Damocles externas con el alza del precio del petróleo y el alarmante alerta mundial por la crisis alimentaria que ha puesto al borde de la hambruna a medio centenar de países (por alza de precios y producción de biocombustibles).Esto no es nuevo, viene siendo advertido desde hace mucho tiempo por ecologistas y militantes de la soberanía alimentaria que merecerían tener mejor prensa para ser escuchados.La desinformación de la sociedad argentina, o “la gente” como acostumbra a titular ambiguamente la prensa en mano de poderosos multimedios que en lugar de poner el acento en las cuestiones del país real la sumerge en los avatares de bailar por un sueño, la novela de la tarde o los resultados del fútbol, seguramente adoptaría una postura distinta a la de apoyar ciegamente, en forma suicida, un lockout patronal que la perjudica abiertamente como sociedad y que compromete el futuro del país.Juan Domingo Rios juandomingor@yahoo.com