sábado, 28 de junio de 2008

LOS PSICOPATAS DEL SIGLO XXI

Cerdos & Peces N° 7, 12-1986
Reportaje al Indio Solari, entrevista de Enrique Symms.
La aparición de este singular reportaje al Indio realizado por Enrique Symms para su revista "Cerdos y Peces" (de la cual el Indio fue eventual colaborador desde el número uno con su espacio titulado "El delito Americano") marca el apogeo de la relación entre la banda y la controvertida publicación, a la cuál tanto se los ligó en un principio. También manifiesta la mutua admiración intelectual que se profesaban en ese momento el cantante-colaborador y el periodista-monologuista, más allá de posteriores desencuentros que marcaron el final de una larga relación. En el siguiente número de la revista, el Número 8 (enero de 1987), Symms escribiría una laudatoria nota saludando la edición del flamante "Oktubre", en cuyo final explicitaría lo que para muchos significó en su momento la aparición del segundo trabajo de la banda: "Sé que hubo discos que me dieron vuelta la cabeza, orientaron mi deseo, poblaron de apasionantes imágenes mi locura y acompañaron terremoteantes momentos de mi vida. Pues bien, OKTUBRE es uno de esos discos".


Te escuché decir que no creés en la aventura del hombre.
Parto del hecho de que el hombre común tiene una noticia muy parcial de la vida, es un prejuicio que se comparte con otros. Esta convención informativa depende de la altura que se ocupe dentro de la escala de rangos de este modelo imperial-maffioso. La lectura de la realidad que tenés, entonces, depende de las terminales de información a las que tenés acceso. La gente termina brindando obediencia a la información que el modelo sistémico le ofrece.

Aclarame el concepto de imperial-maffioso y modelo sistémico.
Es un modelo que se ha ido alimentando de todas las interrelaciones. Fijate que el problema actual del estado de esclavitud del hombre depende exclusivamente de la ignorancia, el desconocimiento que se tiene sobre ese orden internacional maffioso. Lo llamo así porque los capitales que sustentan el sistema son los que quedaron en pie después de la segunda guerra mundial. El dinero de la maffia en Usa reemplaza internacionalmente a las famosas bancas europeas...

El mundo está gobernado por una maffia, una sociedad ilícita y delictiva?
No si uno la ve como esa historia italiana de Don Corleone y toda esa patraña hollywoodense. La maffia es el sistema, el dueño del imperio, las corporaciones que gobiernan, y que gobiernan el mundo a través de la tecnocracia...

¿Cuál es el concepto de la ciencia desde ese punto de vista?
La religión oficial, hoy día, son la tecnología y la ciencia. Los científicos son empleados de fundaciones manejadas por la maffia y sus inventos serán utilizados por el poder para sus propios fines. La apuesta religiosa más grande que propone este orden sistémico es la supuesta aventura del hombre en el espacio. Este no es un plan nuestro, de la humanidad. Es un plan de las corporaciones, el hombre no va al espacio, va la maffia. Te tiran siempre espejitos, como a los indios, este espejito es el del hombre montado en una nave espacial, una vuelta por una sofisticada y cara Disneylandia....

¿Espejito, en el sentido de que cada hombre se proyecte en el cosmonauta?
No digo solo eso. Creo que la propia tecnología va a rechazar al hombre del espacio. La tecnología se controla a sí misma; en computación, por ejemplo, se testea con computación. La tecnología ha creado un ámbito que rechaza al hombre. Por ejemplo, el kilo de flete en un taxi espacial sale 10.000 dólares, un fornido astronauta yanqui de cabeza cuadrada pesa 75 kilos y vale 750 mil dólares. Con ese mismo caudal de peso y de dinero se puede mandar un super comandante electrónico capaz de realizar ocho millones de tareas. La tecnología se ha hecho a imagen y semejanza de sí misma, no es el hombre la imagen sino otra máquina. Una máquina que resiste mejor que el hombre los cambios de presión, de temperatura, el vacío, las radiaciones. Vivimos la ficción a través del comic y del cine, el hombre será el cowboy del espacio y la nave su caballo. Yo creo que el hombre no va a ir, va a mandar eso a explorar el universo, pero el no va a ir. Al menos de esa manera.

Sin aventuras que lo incluyan, con un futuro dominado por la tecnología, casi ya de más, ¿cómo va a sobrevivir el hombre?
De prosperar en el tiempo este orden sistémico en el que vivimos, la personalidad más apta para la supervivencia es el psicópata. Quizá los psicópatas sean la desgraciada vanguardia de un nuevo sistema nervioso, aquel que va a poder soportar las rígidas tensiones del orden sistémico...
¿Quiénes? ¿Cómo son los psicópatas?Para mí son héroes urbanos potenciales que no han tenido mucho éxito en su relación con los demás. No resulta aventurado pensar que el psicópata es un tipo de vanguardia, un nuevo modelo de personalidad que en el siglo XXI podría ser la expresión central de la naturaleza humana. Hay que tener en cuenta la poderosa influencia que el estado psicopático ejerce sobre esta sociedad. No veo a los psicópatas como casos extremos, es mas, creo que muchos de ellos ocupan importantes jerarquías sociales: son políticos, militares, periodistas, actores, artistas, músicos de rock, homosexuales prominentes, ejecutivos de la televisión y ahí ves que aumenta el poder del psicópata según el lugar que ocupe en la jerarquía social. Los psicópatas que bajan línea desde su cargo social ejercen más poder que el psicópata cotidiano porque se transforman en la lectura oficial de la realidad...

Desde ese punto de vista la salud social sufre un canceroma, esos psicópatas enferman el mundo...
El problema de la enfermedad es complejo. El viejo chamán, que tenía el poder de comerse tu dolor, de absorber tus pecados a través de la semejanza, de ponerse tan loco como vos para saber que cosas tenía que efectuar su cura. El chamán ha sido reemplazado por el psiquiatra o por el psicoanalista y ellos se encuentran con su propia incapacidad para manejar a los psicópatas actuales que son pacientes muy complejos, mucho más complejos que su curador. Son más experimentados en la locura que el terapeuta, que solo tiene informaciones. El paciente es un tipo mucho más aventurero, más avanzado que el terapeuta. Desde ahí, yo veo al psicoanálisis como una especie de sangría psíquica. El resultado es que el paciente es domesticado en sus vicios más interesantes. No se lo modifica sino que se lo desgasta y se lo transforma en un espécimen menos malo pero también menos de todo. Menos agresivo, pero menos brillante. Menos destructivo, pero menos voluntarioso. Menos reactivo, y también menos creativo. La terapia apunta solo a la mera reinserción social del espécimen. Lo readaptan a la condición que, casualmente, lo enfermó y el paciente se adecua a aquello que aborrece.

¿Hay que convertirse en un psicópata?
La vida personal de uno se dirige en varias líneas hacia el porvenir, nadie está vivo en una linealidad, comprendiendo esto es posible integrar las informaciones que vas recibiendo y que, al mismo tiempo, sabés que te están moldeando. No me gustaría convertirme en un psicópata (ríe), yo preferiría que este sistema no prosperase. Hay que ir leyendo entre líneas las informaciones que el orden nos propone y desconfiar. Porque la ciencia, por ejemplo, no es presentada como un punto de vista mas, o como un prejuicio compartido o una convención arbitraria que se comparte. No, la ciencia se instaura como un modelo tiránico de la verdad. Pero no hay que admitirlo. La ciencia es solo una óptica, un punto de vista, una lectura parcial de toda la estructura.

El modernismo actualmente rechaza la alternativa contra-cultural de los 60/70s, se dice "70" y parece que se dijera fracaso.
A pesar de que OKTUBRE, el disco que grabamos con Los Redondos, es sólo un disco, tiene como planteo básico alinearse en cualquier otra dinámica que escape de la lectura postmodernista. Porque la postmodernidad es una lectura pseudo filosófica nacida en la misma usina de la industria del disco y difundida, casualmente, en todo el mundo por los embajadores itinerantes cuya función es trasladar esa información. El postmodernismo es un punto de vista neoliberal, pretende que ya no hay un sistema de objetos y como consecuencia todo queda como está, a mí me parece descabellado. Allá ellos con su miseria, a mí me nefrega la modernidad. Entiendo si que hay modas internacionales que salen de usinas en donde los creadores son los expertos en marketing. Son estéticas superelaboradas pero comunistas. Como ese avance de la estética efectista llena de máquinas, chispas e impactos audiovisuales.

Parece que siempre estuviéramos hablando de "ELLOS", se asemeja a una paranoia descomprometedora de nosotros, ¿no hay complicidad de nuestra parte con ese sistema?
No se puede cargar al pobre humano esclavizado con la complicidad. Encima uno, por pertenecer a esa clase de paranoia social, por tener ese rol de ser indicador social. Toda esa sospecha que uno puede ejercer sobre uno es la misma que ejerce tu vecino porque, cuando te ve, lo que ve es un testimonio real del manipuleo. Los paranoicos, de cualquier tipo y rol, siempre tienen algun tipo de popularidad en el barrio porque terminan comportándose de acuerdo con su creencia. Ese hombre, ese pobre paranoico que se dedica full time a la emoción, esta recibiendo todo el tiempo una noticia ingrata sobre el estado de las cosas. Ese paranoico no es cómplice y mucho menos el otro, el que ni se entera, a ese no se le puede adjudicar ninguna clase de complicidad sistémica...

¿Es posible que este orden sistémico, como vos lo llamás, sea derrotado?
No estamos solos, no nos olvidemos de que en este cascote conviven con nosotros otros coetáneos que participan de una lectura similar a la nuestra. No me veo solo en esta pulsión, tengo la impresión de que es una pulsión internacional. Eso por un lado. Por otra parte ni bien la humanidad entre a desconfiar de la bonanza de este sistema, toda esa información que ha sido considerada marginal o alternativa, todo aquello que ha sido dejado de lado tomará importancia, se convertirá en central. Por ahora nada podemos decidir, ni vos, ni yo, ni nadie de nosotros. Ni siquiera lo puede decidir una cámara de diputados porque la independencia de un país es una ficción. La única que comanda el viaje es la maffia. Y sus brazos armados son los científicos. Los genetistas, por ejemplo, están convencidos también de que el hombre tal como lo conocemos hasta hoy no podrá sobrevivir mañana. La información extra genética, como suelen llamar ellos a la cultura, no le servirá al hombre para el futuro. Ellos proponen entonces intervenir directamente en la genética, hacer modificaciones en esa estructura para producir una mutación real, producir otro tránsito de procónsul al homo sapiens de un día para el otro. Y ahí surge otro problema: alguien va a arrogarse el derecho a elegir el modelo de ese experimento. Por ahora esta todo mal. Los pueblos no se comunican con los pueblos, la comunicación es de estado a estado. Hay un filtro burocrático que separa a los hombres. La cuenta de la muerte se va engrosando. La vida es considerada un instrumento. Nada es un fin en sí mismo. Nadie puede cobrar su vida al contado, siempre hay que proyectar la vida dentro de un orden, nos obligan a firmar todo el tiempo cheques a favor de la muerte.

Fuente: http://www.mundoredondo1.com.ar/

2 comentarios:

Rob Rufino dijo...

Que clara la tenía ehh...

Me gustó eso de que el psicópata es quien mejor se adapta al sistema. Es real y lo palpamos en cada momento.

También concuerdo en la función del psicólogo...

Ahora, será que es signo de estos tiempos o habrá sido siempre así???

No estoy de acuerdo con esa visión del hombre esclavizado... Creo que nosotros mismos nos esclavizamos por comodidad.

Vivimos en un mar de dudas y nos alegramos al encontrar algunas efímeras verdades. Tememos a esa ceguera y por eso nos refugiamos en el agujero más cómodo, es ahí donde apunta la publicidad. A hacerte sentir "uno más" o "parte de" al consumir determinado producto.

Creo que tiene que ver con el trauma que sufrimos al salir del vientre materno. Esa es la primer gran ruptura. Salimos de una cómoda esclavitud arriesgándonos a nuevas aventuras aunque en realidad pronto buscaremos "un nuevo vientre" (creo que esa es la aventura del hombre).

El salir de esa comodidad "cuesta" porque aunque nos quedaríamos un tiempito más en el vientre materno, sabemos íntimamente que ese encierro nos puede matar.

Resumiendo, creo que somos esclavos buscando, una y otra vez, a nuevos amos. Es más, te diría que esos que creemos que son amos son también esclavos de otra persona o cosa.

Y así vivimos, enredándonos en este cascote como dice el indio.

Que nos queda? Disfrutar de esa aventura que implica el romper con una situación esclavizante. Una y otra vez como una escalera caracol que, si bien te eleva, te mantiene siempre alrededor de un centro.

cholo dijo...

De acuerdo,pero convengamos que no es lo mismo ser esclavo para tener un ferrari que ser esclavo del hambre.Salud Espartaco