Mi patria es una pantalla. O son mis ojos que miran la pantalla, mis pobres miopes ojos.
Mi patria esta hecha de palabras y de voces que llegan de todas partes, de aquí al lado, de allá lejos.
Mi patria es esa voz que nunca calla y que me confunde.
Mi patria es de todos los colores, a veces bañados de luz, a veces invisibles por la sombra.
Mi patria asombra, aburre, deslumbra, no importa.
Mi patria tiene nombres y caras, tiene recuerdos y futuro.
Mi patria tiene calles de adoquín que mueren en avenidas que mueren en si mismas.
Mi patria tiene más de una lengua, casi todas olvidadas, pero habla con todos los acentos.
Mi patria es tan chiquita que lo ocupa todo.
Mi patria tiene tantas notas, escalas irreconciliables, dulces armonías bajo melodías de terror.
Mi patria es tan redonda como la pelota con la que pienso ganar la copa.
Mi patria es de plata, pero siempre mereció el oro.
Mi patria entera entra en un avión y en un reloj y también sale de ellos, volando bajo, cronometro en mano.
Mi patria es de veranos con cerveza bajo cero, de truco con treinta y tres de pie, con ancho de bastos.
Mi patria es de pan de miga, con mayonesa, con queso, con choclo y morrón.
Mi patria sabe a mate amargo, a mate recuperado tras largos años a fuerza de querer.
Mi patria huele a veces tan bien que cuando apesta respiro con más fuerza.
Mi patria es de nostalgia y de olvido, de distancia y ausencia, de amnesia.
Mi patria es de mentiras creíbles y verdades imposibles.
Mi paria no es de nadie, es solo mía, no tiene tierra ni nombre. La saco a pasear cada día y cuando me canso la guardo.
Mi patria es de niebla y cuando bebo la extraño.
Mi patria esta hecha de palabras y de voces que llegan de todas partes, de aquí al lado, de allá lejos.
Mi patria es esa voz que nunca calla y que me confunde.
Mi patria es de todos los colores, a veces bañados de luz, a veces invisibles por la sombra.
Mi patria asombra, aburre, deslumbra, no importa.
Mi patria tiene nombres y caras, tiene recuerdos y futuro.
Mi patria tiene calles de adoquín que mueren en avenidas que mueren en si mismas.
Mi patria tiene más de una lengua, casi todas olvidadas, pero habla con todos los acentos.
Mi patria es tan chiquita que lo ocupa todo.
Mi patria tiene tantas notas, escalas irreconciliables, dulces armonías bajo melodías de terror.
Mi patria es tan redonda como la pelota con la que pienso ganar la copa.
Mi patria es de plata, pero siempre mereció el oro.
Mi patria entera entra en un avión y en un reloj y también sale de ellos, volando bajo, cronometro en mano.
Mi patria es de veranos con cerveza bajo cero, de truco con treinta y tres de pie, con ancho de bastos.
Mi patria es de pan de miga, con mayonesa, con queso, con choclo y morrón.
Mi patria sabe a mate amargo, a mate recuperado tras largos años a fuerza de querer.
Mi patria huele a veces tan bien que cuando apesta respiro con más fuerza.
Mi patria es de nostalgia y de olvido, de distancia y ausencia, de amnesia.
Mi patria es de mentiras creíbles y verdades imposibles.
Mi paria no es de nadie, es solo mía, no tiene tierra ni nombre. La saco a pasear cada día y cuando me canso la guardo.
Mi patria es de niebla y cuando bebo la extraño.
5 comentarios:
Muy bonito Cholo. Salió de tu perturbada mente? Felicitaciones.
Por supuesto,salio de un mate nocturno y dos o tres porros.Se nota,no?Gracias
Te quiero mucho Cholo, tal vez desde una charla intrascendente que tuvimos una vez paseando por la peatonal San Martín en la que, recuerdo, comentábamos la película Cyrano, con Gerard Depardieu. Un abrazo, y tengo el cabernet bien guardado.
Y si, es un tipo querible...
Junte "unos duros" Cholo que se lo extraña!!!
Yo tambien los quiero,pero SIN MARICONADAS!!!!
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