domingo, 15 de junio de 2008

No queda otra


Las entidades agroexportadoras han ingresado a una nueva fase del lock-out, ya no quedan dudas que su actitud es golpista, y desestablizadora. A los que asumimos que la defensa de la democracia, no es obra sólo del gobierno, no nos queda otra opción de ir al choque contra las resoluciones del colectivo campero.

No soy oficialista, no voté a Cristina Kirchner, pero hoy la pelea hay que darla en la calle, en acción directa.

El gobierno dio prerrogativas, en varios temas, actuó con la ley en todos los términos, en cambio la oposición nefasta –hay otras-, usando la palabra represión en el hecho que la gendarmería, le pidió tres veces al brutal De Angeli y su fuerza de choque del PCR, que se corra fuera de la ruta, sin un solo palazo, ni una bala de goma, en una detención casi actuada, no sólo es un despropósito, sino es parte de un maniqueísmo sin fin.

Buzzi, hace gala del mismo maniqueísmo, utilizando la represión inexistente como excusa, para implementar un nuevo corte de rutas, hablando de pobreza, de federalismo, de desocupados, y a otros actores, cuando su única lucha es por la renta excesiva y exponencial del grano transgénico. Y nos miente una y otra vez, para regocijo de los caceroleros de teflón del barrio norte porteño.

Es simple no podemos defender a quienes ha establecido aduanas y peajes piqueteros de la abundancia en rutas nacionales como si fueran los dueños de la vida de toda la república.

La actitud de los barones del glifosato, ya no admite prerrogativas de ningún tipo. Han desperdiciado litros y litros de leche, han generado aumentos de precios, desabastecido un país. Dejando sin ómnibus interubanos, en una fecha tan cara para los argentinos como el día del padre. Generando paros en otros sectores sólo en pro de su bolsillo. Ellos seguirán en su ruta, apoyados por los grandes medios de comunicación, desestabilizando, destituyendo, soñando volver al 2001, a su querido Duhalde con su 10 por ciento de retenciones, con nuevos Kosteki y Santillan muertos en una estación, a nosotros no nos resta otro camino que ganar la calle.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

GANAR LA CALLE , INTERPRETO ,ES MOSTRAR QUE ESTAMOS,QUE NO SOMOS INDIFERENTES.
SI EL GOBIERNO CONSTITUCIONAL CEDE,ES EL FIN .PERO NO SÓLO SU INTERRUPCIÓN, SINO LA DEL ESTADO ,RECUPERADO -CON ERRORES Y AGACHADAS DE LOS K-EN SU ROL.
LOS MEDIOS COMO DICE HOY EL SEMANARIO SUR,OCUPAN EL LUGAR DE LOS TANQUES DE LOS GOLPES "NORMALES".....PERO CÒMO PUEDE LA GENTE ADVERTIRLO Y RECHAZARLO???
AL GOLPE ,SE LO COMBATE CON MEDIDAS PROGRESISTAS Y NO CON DISCURSOS PARA LA CLASE MEDIA, QUE INTEGRA LA ARMADA DESTITUYENTE.

Anónimo dijo...

Exacto, hay que volver a las armas, y a ponerle bombas a todos los oligarcasde mierda, como hicimos en los 70!!!! El error de los Kirchner fue creer que se podía llevar adelante una revolución social sin violencia, cuando la historia eseña exactamente lo contrario. Es lamentable, pero no hay otra: Hay que salir a matar otra vez!!! Sin piedad!!!

El anónimo dijo...

Ganar la calle; puede ser con escraches a la sociedad rural, u otras maneras que iran surgiendo según el acontecimiento de los hechos, no bombas, no sirven de nada y los convertis en martires, que es lo que estan buscando para pegar el golpe final, pero algo se nos tiene que ocurrir.

Anónimo dijo...

No hay forma de hacer una revolucion sin violencia, es imposible. Ni siquiera Chavez, que ha logrado eliminar todas las instituciones de la democracia liberal en su pais, logrará triunfar a la larga. Una revolucion es violenta, o no es.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo.

Otra es hacer un escrache y abrazo a la casa de Buzzi, y no dejar salir a la familia. Que experimenten ellos lo que experimentamos todos los argentinos.

Anónimo dijo...

che no respondamos a las provocaciones de anonimo.

Algunos intereses lo que quieren es una crisis como la de 2001 con estado de sitio y despues forzar la renuncia de la presidenta. No les demos el gusto.

Violencia no. Con la ley en la mano, despejar rutas y hacer causas judiciales uno por uno. Al tipo que le hicieron una causa judicial no v a dejar que lo agarren de nuevo porque a la segunda va preso.