sábado, 16 de agosto de 2008

SANGRE Y ARENA

Te avisaron, tus camaradas te avisaron pero corriste para el lado equivocado. O simplemente tuviste mala suerte y los pikoletos te persiguieron al azar, como podrían haber perseguido a cualquiera de tus compañeros. Pero te persiguieron a ti, y tu elegiste la playa para huir.

Sangre y arena, como en un ruedo, pero esta vez la sangre no era de toro ni de torero, era la tuya, tan valiente sin trajes de luces, tan toro como el más bravío de ellos.

Pero no tenías más armas que el aerosol, chaval, y los maderos lo sabían, presa fácil para el asesino impune y oficial. En el callejón querías pintar Pan,Trabajo y libertad, que pecado mortal. Pero ellos llegaron cuando habías escrito Pan y poco más. Corriste por la arena andaluza tanto como pudiste pero enseguida comprendiste que las balas pueden más, son más veloces que tus piernas. Y son muy precisas. Y son tan frías, chiquillo, pero cómo arden.

Aquel muro ya no está, ya nadie reclama Pan, ni Trabajo, ni Libertad. Nos convencieron con maneras de nuevo rico y nos lo creímos, ahora ya no pedimos más. Tan cobardes, sin memoria ni dignidad.


A la memoria de Javier Verdejo

Asesinado por la Guardia civil el 14 de agosto de 1976

A los 19 años de edad

2 comentarios:

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Es necesario que nunca lleguemos tarde a la historia, y no debemos ser de memorias corto placistas, sino que hay que recordar, para que cosas como estas nunca se olviden y sean recordadas.

La larga mano de la justicia, algún día los alcanzara.
Saludos

ella tambien dijo...

ese lema en distintos muros de varios lugares en cualquier día de cada año de esa década pintaba un valiente.

lindo homenaje.

memoria hay. tal vez no alcance.

besos.