martes, 11 de noviembre de 2008

HANNAH


Otra mujer muere porque su vida no era suya (era de él).


Los ricos se roban entre ellos y los pobres pagan el botín.


Las cruces son rojo sangre y las estrellas de seis puntas emanan oscuridad.


Es elegido el primer presidente negro del Ku Klux Klan.


Miles de almas buscan y no encuentran sus tumbas para descansar.


En fronteras de agua se hunden el hambre y los sueños.


Los primarios bosques lucen cemento y metal.


Se reunen nuestros amos para que todo siga igual.


La vida privada se exhibe como un show (en vivo y en directo).


Pibes con armas en las manos,gran negocio global.


En este mundo, hoy, una niña eligió la dignidad


gastar su tiempo de luz sin que la atormenten más.

2 comentarios:

Mariángeles dijo...

Hoy me impactó esta noticia. Esa capacidad de una nena, de aferrarse a la libertad última, la más íntima, la más interior de elegir la forma de morir la propia muerte.
Curiosas reacciones las que suscita la libertad cuando no se limita a esa libertad de cotillón que consiste en elegir una afjp o un yogur con los mismos criterios de selección.
Me hizo recordar una frase que me gustaba mucho cuando tenía la edad de esa nena. Si bien hoy le veo críticamente su matiz religioso, trato de reciclar su núcleo cada vez que puedo. Decía Juan Salvador Gaviota desde un poster en mi habitación: "La única ley verdadera es aquella que conduce a la libertad"
Supongo que esa nena tiene esa libertad para elegir porque justamente tiene 13 años, y aún no hubo tiempo para que le recortaran las alas con la tijera del bio-poder científico-publicitario.
Por el contrario, ella es toda experiencia vital y puede tomar la decisión con toda la densidad que le aporta su experiencia vital. Su dolor vital.
Interesante vincular esto con la despenalización del aborto sancionada ayer en Uruguay y las reacciones en cadena que ha generado.
¿Por qué será que a los adalíes de la libertad, las libertades vitales les importan tan poco?

Rob Rufino dijo...

Que diferente es la posición de la familia de Hannah respecto a la que tuvieron los familiares de Alexia González-Barros, la niña que murió a causa de un tumor en una vértebra y que fue visto por su familia, que eran miembros del Opus Dei, como "la voluntad de dios".

De esto habla la película española "Camino" que esperemos logre cruzar "el alántico".