martes, 20 de enero de 2009

Noam Chomsky sobre el Fenómeno Obama


El siguiente es un extracto de este reportaje al filósofo y linguista Noam Chomsky:

El fenómeno Obama es una reacción interesante en todo esto. Los asesores de Obama, los dirigentes de su campaña, han creado una imagen que es básicamente como una página en blanco. En la campaña de Obama suenan palabras como esperanza, cambio, unidad –eslóganes totalmente vacíos pronunciados por una persona agradable, con buen aspecto y que habla bien–, los opinadores lo definen como “retórica en alza”, (“soaring rhetoric”), y cada cual puede escribir lo que le parezca, en esta página en blanco. Mucha gente está escribiendo sus deseos de un cambio de progreso. En la campaña, como apunta acertadamente el Wall Street Journal, no se ha prestado demasiada atención a los temas importantes. Las características personales son elementos clave. Es el carácter que se trata en portada como tema capital.

Pero, sí, el apoyo que ha recibido Obama es un fenómeno popular, y pienso que refleja la alienación de la población hacia las instituciones representativas. La gente se agarra a un hierro al rojo vivo: aquí hay una pequeña posibilidad de que quizás alguien pueda defender aquello que quiere. Aun cuando él no lo diga, parece el tipo de persona que quizás lo haría. Es muy interesante fijarnos en las comparaciones que se hacen. A Obama lo comparan con John F. Kennedy y Ronald Reagan –Kennedy y Reagan eran creaciones, productos de los medios de comunicación, en especial Reagan. Probablemente ni él conocía cuáles eran las políticas de su programa , pues él era estrictamente una creación de los medios. Inicialmente no era especialmente popular, pero los medios crearon la imagen de un cowboy maravilloso que salvaría a todos, y así sucesivamente.

La administración Kennedy tenía más control; fue el primer grupo dirigente que entendió el poder de la televisión y creó un tipo de carisma mediante un buen funcionamiento de las relaciones públicas: la imagen de Camelot, de aquel lugar maravilloso, dónde pasan cosas maravillosas, y de un gran presidente. Ahora bien, cuando te fijas en las acciones reales que se llevaron a cabo, es grotesco. En realidad Kennedy es el presidente que invadió el sur del Vietnam y el que lanzó un gran ataque terrorista en contra de Cuba, y del cual podríamos decir otras muchas cosas en esta línea. Su Administración fue responsable del establecimiento de una dictadura neonazi en Brasil. El golpe de estado tuvo lugar justo después del asesinato de Kennedy, pero las bases para este golpe habían sido establecidas por los Kennedy y condujeron a una terrible plaga de represión en cualquier parte de América Latina. Pero la imagen de Camelot está ahí, y las imágenes son muy importantes cuando intentas controlar una población disidente.

De hecho, los EE.UU. no es un país fascista, esta sería una mala analogía. Pero el parecido entre las técnicas de propaganda que utiliza la clase empresarial y las fascistas es muy sorprendente, y no es accidental. Los nazis adoptaron, de manera explícita, consciente y abiertamente, las técnicas publicitarias americanas, y así lo manifestaron. Cogieron unas cuantas ideas sencillas, las reforzaron una vez y otra, e hicieron que parecieran atractivas –esta era la técnica publicitaria americana de los años 20 y fue el modelo que los nazis adoptaron de manera explícita, y este es el modelo de propaganda empresarial que existe hoy en día.

Por lo tanto, sí: el fenómeno Obama, pienso, refleja la alienación de la población que encontramos en las encuestas: el 80% dice que el país se mueve por unos pocos grandes intereses. Aun cuando Obama dice que lo cambiaremos, no tenemos nada claro qué es el que cambiaremos exactamente. De hecho, las instituciones financieras, que son sus mayores contribuidores, piensan que él ya está bien; por lo tanto, no parece nada claro que pueda haber ningún cambio. Pero si hablas de “cambio“, la gente se coge a ello; si dices “cambio” y “esperanza”, la gente se cogerá a ello y dirá, de acuerdo, este puede ser el salvador que conseguirá aquello que queremos, aun cuando no haya ninguna evidencia para creer que esto pueda pasar.



4 comentarios:

Leila Luna (ex Cosas dichas) dijo...

Siempre lo preferí a Chomsky en sus análisis de política americana y no en sus textos de lingüistica. Después de leer casi todos los títulos que vienen circulando en torno al tema, es decir, los discursos alrededor de Obama me surgía la misma pregunta: ¿cuál es el cambio?
Me preocupa desde lo humano el peso que Obama debe sentir, no sé, capaz que es pura imaginería latinoamericana la mía pero ¿el cambio que espera Ehud es el mismo que esperan los inmigrantes latinos? Es una comparación extrema y burda pero el mkt político solapa las diferencias en un slogan que es más apto para vender cremas anti age que para gobernar un país como USA. Así son los herederos de Columbia.
Sumo otro interrogante: cuando el cambio no sea más que mantener (o intentar mantener) el statu quo, ¿qué va a inventar Columbia? (o es ese el turno de la CIA?)

Saludos

PS: ahí le paso otro link con una tapa para el collage que ilustra el post http://www.motherjones.com/toc/2009/01/index.html

Al centro y adentro dijo...

Rob. Muy claro Chomsky. Al final queda demostrado de que le tenemos que tener más miedo a los demócratas que a los republicanos. La derecha argentina pone todas sus fichas a Obama para poder volver a situar a los EEUU como el país modelo que debemos seguir. Ya no joderán tanto con chile o España. Apostarán por un retorno de las relaciones carnales.
Abrazos.
ACYA

José Luis dijo...

Buen post, me gusta mucho Chomsky, es una de las mentes contemporáneas más afiladas.

Es cierto lo que dice Noam. Hasta ahora Obama no ha sido más que un puñadito de ideas-fuerza (change, hope, yes we can) soportadas por la imagen casi perfecta del tipo: un cuerpo delgado, recto, adusto, sin excesos (que hacen parecer que su carácter tuviera esos adjetivos también); una sonrisa y una gestualidad refinadas y comunicativas y en apariencia francas; y una voz y unas dotes de orador que podrían competir hasta con las de MLK; el tipo electriza multitudes, cualquiera que haya visto el discurso "yes we can" no puede sino sacarse el sombrero ante esa pieza de oratoria y, sí, poesía. Éste es el discurso, a partir de los 1:45 se pone emotivo, desde los 2:52, poético. Y aquí está el video que los black-eyed peas hicieron con un montón de famosos de allá usando como base ese discurso.

La realidad siempre es compleja y no resiste voluntarismos, pero no puede dejar de simpatizarme esta apelación a la esperanza, a la ingenuidad.

Al final, Chomsky posiblemente tenga razón. Pero dejemos largar al pingo a ver cómo corre.

Saludos,
JL

Anónimo dijo...

¡No lo puedo creer! ¡Coincido con José Luis! Ja.

Fuera de joda, muy bueno lo de Chomsky. Creo que las declaraciones de Obama y el último discurso van aguando las pocas expectrativas que uno podía tener de que el grone pateara el tablero. De todos modos, es lo mejor de lo peor, no puedo evitar pensar que es mucho mejor este tipo que el veterano de Viet-Nam con la loca de su vice atras.

Lo importante, creo, es que mucha de esa gente en EEUU realmente votó un cambio. No se si efectivamente VA a haber un cambio, pero siento y creo que no -claro que cambios va a haber, hablo de un cambio profundo en la forma de hacer política en EEUU puertas afuera y adentro-. Pero a la voluntad de cambio del pueblo yanki, con todos sus defectos y engreimiento -porque ellos siguen creyéndose el culo del mundo-, no lo van a poder desoir completamente. No me imagino a Obama tirando bombas en Iran o Venezuela. Eso me tranquiliza un pelin.

Saludos.