lunes, 30 de marzo de 2009

Aguinis la mentira y la jubilación de privilegio

“Durante muchos años la Argentina se fue infectando de populismo, de colectivismo, de pseudoprogresismo, y dejó de lado el sabio rumbo que había establecido la Constitución de 1853/60… Antes del golpe de 1930 -todo golpe tiene un período de incubación- empezó el deterioro, influido por ideas estatizantes, colectivistas y finalmente totalitarias. El camino ascendente y democrático que la Argentina había empezado gracias al Acuerdo de San Nicolás y la Constitución se obstruyó hacia fines de la década de 1920”.

Marcos Aguinis, reportaje en el diario La Nación, en el día de hoy

En una muestra más de su ignorancia brutal, el escriba del poder económico, nos quiere dar lecciones de democracia, ignorando a la historia.

Nos dice claramente: Argentina tomó un camino democrático con el fraude electoral, la ley de residencia, omite el informe Bialet Massé sobre la sobre la clase obrera en la Argentina, olvidándose de la matanza de los pueblos originarios y la semana trágica entre tanto elemento democratizador. Un propagandista de la oligarquía terrateniente, un adorador del trabajo infantil. Un cultor de la muerte.

Tampoco esta mal recordar que el Sr. Aguinis tan reacio a las colectivizaciones, cobra una jubilación de privilegio por haber trabajado unos meses bajo el gobierno de Alfonsín. En el 2002 el monto de su jubilación era $3.640, no sabemos a cuanto asciende hoy en día, pero insiste en hablarnos de moralidad.

Parafraseando a P. Alabarces en la contratapa de Crítica de hoy, invito a Aguinis a presentarse a un concurso público en la Universidad. Estoy seguro que no lo supera.


Sobre Bialet Massé

'son rarísimos los patrones que se dan cuenta de que el rendimiento del trabajo es directamente proporcional a la inteligencia, al bienestar y a la alegría, sobre todo del obrero que lo ejecuta, y no al tiempo que dura la jornada, cuando esta pasa de su límite racional; y muchos menos los que alcanzan a comprender que manteniendo a sus obreros en la miseria, lo mantienen en la tendencia al vicio y al delito, que ellos pagan en último término'.

El capítulo nueve del texto está dedicado a la provincia de Santa Fe.

Su recorrido está dividido en veinticinco puntos que describen un mapa existencial del territorio: 'Allá, por el norte, se acerca a las regiones cálidas subtropicales, y millares de hombres de todas partes, venidos sin más ligamen que la idea común de las ganancias, destruyen sin piedad ni regla científica ni económica uno de los rodales del bosque más extensos y hermosos del continente americano', advertía el español.

Cuando habla del sur y centro de la provincia el clima de la prosa cambia: 'la agricultura lo ha invadido todo, y su exuberancia es tal que invade a su vecina Córdoba en ya muchos centenares de leguas; aquello no se puede llamar chacra, son leguas y leguas de chacras, que ni al paso veloz de los trenes se acaban en el día ni en la noche. Mares de todo, porque allí nadie se contenta con lo chico, lo quieren todo grande'.

Varias veces denuncia la opresión y la expoliación de las administraciones de las colonias 'de acuerdo con jueces de paz y comisarios locales'.

Califica a Rosario 'transformado en veinte años, de una aldea comercial en una de las ciudades más hermosas e higiénicas de Sud América', pero remarca la 'carestía de su mercado y la desigualdad hasta irritante de los impuestos'.

Sostenía que la clase obrera le llevaba una ventaja a los patrones divididos 'por el celo mercantil que impera sobre todo...no hay más relaciones que de comercio y cambio; el sentimiento no entra para nada; y como la clase patronal, surgida de la nada a la fortuna, no tiene la instrucción bastante para darse cuenta de los fenómenos sociales y menos de psicofisiología del trabajo y de las ventajas de cuidar bien al obrero, lo considera como mero instrumento útil y entiende que el obrero debe cuidarse a si mismo'.


Luego califica a la 'Refinería Argentina' como el establecimiento industrial más importante de Rosario 'y acaso de la República', hay 'todas las máquinas y artefactos de los sistemas más modernos y continuamente modifica e importa los últimos adelantos de la ciencia y del arte'.


Pero allí también había niñas trabajando, 'algunas estaban anémicas, pálidas, flacas, con todos los síntomas de la sobrefatiga y de la respiración incompleta; aquello debe evitarse', exigía. Se repasaba la situación de los talleres de herrería y carpintería; las panaderías; las viviendas para los obreros sobre las que observa la necesidad que sean obra de 'gobiernos patriotas y progresistas, con el arma de la expropiación y el lote' y definía al conventillo como 'una cadena que se ata a la libertad humana, una ratonera que se arma al pudor y a la virtud del pueblo, un dogal a su progreso y redención'.


Repite que 'el trabajo de la mujer y del niño son por demás pesados y mal pagados; se abusa del trabajo a domicilio' y en relación al cableado telefónico apunta lo pesado que resulta para el género femenino.

También califica como abusivo el trabajo de las cigarreras y señala que la labor de las planchadoras 'es acaso el menos mal pagado en el Rosario, en donde hay numerosos talleres'. Critica la costura como una forma de semiesclavitud y reaparece el tema de la niñez al referirse a las actividades mercantiles cuando agrega que 'hay ya muchas niñas colocadas en el comercio como dependientes'.


Yo creo que si el partido socialista argentino tendiera su mirada más allá del Arroyo del Medio, tendría mucho patriótico que hacer, y sería un movimiento de opinión que llamara la atención de los poderes públicos sobre el estado social, que indicara a los capitalistas cómo dirigir su actividad, que levantara el espíritu público', se ilusionaba Bialet Massé.

Denunciaba la falta de agricultores en la zona de Villa Casilda, Reconquista, Esperanza, Rafaela, Villa Constitución y Cañada de Gómez: 'Aquí lo que hace falta son colonos agrícolas, y estos mismos requieren ya que se cambie un poco de sistema, porque está muy estrujado y le es difícil adquirir la tierra y aun arrendar'.


Por último vuelve su mirada sobre las autoridades de campaña que 'son realmente una calamidad; y se hace de esto arma política.

Calamidad hija del desierto y de la guerra civil, aprovechada por mala educación política y la codicia; ha pasado por las mismas vicisitudes que el país. Todavía el comisario, el almacenero y el juez de paz forman la trinidad explotadora del colono, sobre todo si es analfabeto; todavía algunas administraciones de colonias, de obrajes, de ingenios, logran con recomendaciones o influencias que se nombren autoridades locales, que sirvan de instrumento interesado para la ejecución de iniquidades escritas en contratos leoninos; todavía los partidos procuran tener autoridades que hagan la vista gorda sobre los abusos electorales, a cuyo favor se cometen abusos de otro género, es muy cierto', denunciaba Bialet Massé un siglo atrás.


Opinaba que un comisario 'con treinta pesos de sueldo al mes, o es un abnegado patriota, lo que es raro, o es un explotador del puesto...que sumen los propietarios y el comercio los daños que les causa la mala justicia y verán que es hora de economizar gastando', añadía con lucidez.

Terminaba su capítulo santafesino muy lejos de la alegría desplegada en su inicio: 'Demasiado triste es la realidad para que haya que añadirle exageraciones. Desgraciadamente es común, y demasiado común, el contrato leonino, hecho con abuso de confianza; con engaño, para esquilmar al pobre colono; el capital no tiene entrañas, pero esto se ve en políticos de todos los colores, y no son pocos los que gritan porque a ellos les dieron en la punta de los dedos, quitándoles el poder de las manos, porque habían hecho de él arma de salteo contra el pobre; cosa muy mala cuando la hace el adversario, muy legítima cuando se dice que con ello se defiende el interés propio', concluía.


3 comentarios:

Leguar dijo...

Yo no creo que Aguinis sea ingnorante de la historia. Creo que loa conoce muy bien. La conoce tanto, que el mismo la inventa, la reescribe para fundamentar su postura vomitiva de la derecha más recalcitrante. Es un tipo muy inteligente y Léido(como dicen en el campo) utiliza estos atributos para sostener intelectualmente las políticas oscuras del establishment y la recontra puta madre que lo parió al gorila detestable este.

Pd:perdón por el exabrupto es que leo lo que dice la rata galponera esta y me enerva.

manolo dijo...

Se asume como Organico, por eso es inutil discutir con él, va a decir lo que haga falta y callar lo que es inconveniente.
Un abrazo

Rob Rufino dijo...

Pruebas? Vayan a www.ptn.gov.ar y busquen en "Investigaciones Administrativas" y encontrarán que AGUINIS MARCOS cobraba $ 3.640 por jubilación de privilegio.

¡¡¡¡¡¡¡POBRE PATRIA MIA!!!!!!!!