El país de las maravillas

Sos una periodista joven con ganas de desarrollar tu carrera y lo lográs, te nombran editora del área digital de un periódico que vende la friolera suma de 6000 ejemplares diarios, entonces al instante pensás en una vida sin problemas económicos. No importa que el trabajo sea una trampolín para el vaciador de Aerolíneas Argentinas, Sabés que todo el mundo está a tu alcance.

Quizás el dinero te alcance para comprar una gran casona en la zona de Palermo Viejo, no importa que el precio de las propiedades esté cercano a la riviera francesa, pero como a vos, emprendimiento no te falta, lo conseguís. Y como creatividad tampoco le zampás de nombre “Casa Jardín Hostel Creativo”, y convocás a pintores, escultores y a “gente” creativa como vos. Tan creativa que trabajaste en Perfil, Caras e Infobae.

Y como sos buena promovés el voluntariado social desde la página de tu sitio.

Entonces paso a paso, tus preocupaciones van decayendo, y más cuando lees que la que te sigue como subeditora o algo así, tiene de cerebro una caramelera, entonces te reís y sabés que la vida ha sido buena con vos. Y volvés a leer la entrevista que le hicieran a tu subeditora, a Laura Eiranova, en una publicación de tu mismo barrio, Palermo, y no te podés contener, más cuando le hacen la pregunta incisiva, si prefiere entre Blumberg y Pérez Esquivel entonces ella responde tiernamente: “Mi viejo”, y cuando le preguntan si al consumo de marihuana hay que despenalizarlo ella dice: “No drugs”, entonces pensás que la dignidad de Rodolfo Walsh no ha sido en vano.

Y lo decís en voz alta: este es el país de las maravillas, lástima que gobiernen los malvados K.

Por eso y desde esta humilde página saludamos a Nerina Sturgeon, que desde el periodismo sincero y sobre todas las cosas in-de-pendiente, supo buscar un lugar en su mundo, y damos por descontado las felicitaciones afectuosas y sinceras por el emprendimiento.