viernes, 19 de marzo de 2010

Las tacuaritas vuelven a volar

La historia vuelve a repetirse
La victimización de los victimarios
El viejo truco de la silla de ruedas
Los asesinos y sus hijos trabajan
para el mismo proyecto,
en Chile, en Argentina.
Los necios no leen.
Una causa que tiene más de 4 años.
En nuestra ciudad
los viejos estudiantes recuerdan
los viejos estudiantes no olvidan
el dolor del 72
el dolor de tu secuestro.
El método volverá a repetirse
hasta el hartazgo.
Pero hoy
Las tacuaritas vuelven a volar.

A Angel Brandazza, secuestrado en 1972, torturado hasta
la muerte por el Coronel Luis Alberto Sarmiento, conocido
como por su apodo de "el mago de la picana".

4 comentarios:

eduardo j. dijo...

CUANDO YO ERA UN INCIPIENTE COMPAÑERO DE RUTa en el peronismo ,nos llegó el drama de tacuarita..nos llegó en mOmentos en que tallaban las regionales..me conmueven los gritos de TACUARA -VALLESE LA PATRIA SE ESTREMECE!!!SABER QUE SE ha desenmascarado al asesino del mártir de la lucha popular compensa tanto dolor por nuestros mejores cuadros,víctimas de los asesinos del proceso y otras dictaduras u organizaciones criminales como la triple A..Si hubiera libertad de prensa,de qué se disfrazan la nena y el hermanito,abogado de los genocidas..pero estas bestias recibirán su merecido mientras haya un gobierno como el actual dispuesto a castigarlos.

Coco Plaza dijo...

Sin palabras hermano. Esta vez, en nombres de esos cumpas, como Tacuarita y tantos ... vamos a por todo, es definitivo; ellos lo saben, por eso están relocos. Hasta la victoria final Tacuarita!

http://splaza.blogspot.com

Mariano T. dijo...

Tacuara no era de ultraderecha?

Nando Bonatto dijo...

Ese despojo de piel muerta y muertos ojos surcos en sangre, esas manos de muerte temblequeante, esas voces muertas desde el abismo, ese geriátrico genocida juzgado entre pañales, ese gesto muerto y repugnante, esa ferocidad muerta, ese ser nacido en muerte y criado en odio pútrido y cobarde, esa ajenidad asensible, esa soberbia de muerte y arrogancia sepulcral, esa presencia brutal, ese insulto a lo humano.

¿Fue alguna vez quién segaba? ¿Tuvo noche de triunfo? ¿Su negritud de gozo infame?
¿O fue una trampa neurótica? ¿Un recuerdo imposible, paranoia del alma?

Si, no me engaño.
Fue presente, adulado entre aplausos.
Y lo que no confesamos ; es nuestro, brotó de las entrañas mismas de la patria.
Ese gusano helado, esa muerte, fue y es, a buen gusto de buenas personas, gentiles y amables.
Solo es necesario escarbar un poco, apenas un poco, en muchas demasiadas miradas complacientes.

Maria Note, si Brandazza paso por Tacuara no era motivo para matarlo a 220