sábado, 9 de octubre de 2010

Un olvido, un título y la solidaridad de clase

La justicia procesa por evasión agravada a dos directivos de Cargill. Los imputados son Héctor Orlando Marsili, presidente del directorio y gerente de la Unidad de Negocios (filial Argentina) y Javier Gustavo Fernández Rockboer, gerente de la Unidad de Negocios de la firma en Uruguay. La justicia les trabó un embargo por $100 millones a cada uno. La investigación fue llevada a cabo por la AFIP que papeles en mano se presentó a la justicia y esta comprobó que hubo una clara intención de defraudar al fisco por cifras millonarias durante los períodos 2000, 2001, 2002 y 2003. Si los procesados son declarados culpables deberán cumplir penas de hasta 9 años de prisión.

Para La Nación eso no es noticia, no figura en su edición impresa. Clarín ubica al fallo en la sección Política, a cargo de Ricardo Kirschbaum, muchacho que entró en el periódico en 1976 para limpiar los oficios de la dictadura, y enmarca al fallo dentro de una pelea: “Recrudece la pelea con cerealeras: procesan a dos ejecutivos de Cargill” la volanta es “Presión oficial” y la bajada dice: "Es por una causa iniciada por la AFIP en 2005. Para la firma, es una denuncia “falaz”.

Clarín que se destaca de levantar todos los gritos contra la delincuencia común, usa el doble rasero cuando el estado persigue a la delincuencia de guante blanco, poniendo el límite a donde atacar y a que delincuentes atacar, diciendo "No se metan con ellos, son nuestros compañeros de clase",  la nota sin firma es posiblemente escrita por un pasante que es es tan cómplice como los dueños del delito, que "en un país serio", como les gusta decir, llevó a morir a Al Capone a prisión.

Otras fueron las lecturas de Europa Press, Finanzas.com, Iprofesional, El Centro de Información Judicial, La Mañana de Córdoba, La Capital de Rosario, Univisión, para nombrar sólo algunos de los medios nacionales e internacionales que se ocuparon del tema.

Entre el mero olvido y la atención que le presta el trompetín, lo que hay que decir es que hay una verdadera solidaridad de clase, de clase garca, ni más ni menos.

2 comentarios:

Alberto dijo...

No olvidemos: Clarín es una empresa; defiende a sus colegas.

Daniela Godoy dijo...

Es una lógica perversa la de esta gente: los que roban son los K, o bien, si no pagan ellos los impuestos, no es delito sino "resistencia", como creo lo pregonó Marcos Aguinis en una entrevista.
Saludos.