viernes, 1 de abril de 2011

Cabanillas y el Museo de la Memoria

Ayer 

La Justicia Federal condenó al Eduardo Cabanillas a prisión perpetua e inhabilitación absoluta y perpetua por cinco homicidios. Le imputaron además la privación ilegal de la libertad agravada, reiterada en 29 oportunidades, cuatro de las cuales se extendieron durante más de 30 días. Cabanillas fue jefe del OT18 (Automoteres Orletti), un centro de detención de la dictadura. Cabanillas respondía a las órdenes de la SIDE de Otto Paladino.

En 1999 Juan Gelman había denunciado a Cabanillas por el robo de su nieto/a ante una misiva enviada a Martín Balza y publicada en Págima 12. En esa época el general ya residía en Rosario y era Jefe del II Cuerpo de Ejército y desde allí ejercía presión hacía la política de la ciudad.

El Museo de la Memoria

En 1998 el Concejo Rosarino a través de la ordenanza 6506 la creación en la ciudad de un Museo de la Memoria. El 20 de mayo de 1999 los ediles designaron como "sede definitiva" la Sede del 2do Cuerpo de Ejército, ubicada en Córdoba y Moreno, es decir de donde partían todas las ordenes de represión y operativos clandestinos. Pero faltaba largo tiempo para que esa idea se haga realidad.

Días antes el diablo había puesto la cola y "capitales rosarinos" habían empezado a armar el bar temático Rock and Fellers. Sergio Gabriel Kierzkowski y su hijo, Gustavo Kierzkowski, dueños de "Billy Lomito" y de las pancherías "Francisco, Pancho para los amigos" se unieron al poderoso grupo Rosental (Sociedad de Bolsa, Supermercados Dar, Envasados Com-pro, Barrios Privados, Condominios del Alto, Vía Rosario entre otros) y a Carlos Abiad, ex-director del desaparecido Banco Israelita, para formar "Food Corner". Empresa que instalara el Bar en la Sede del Comando. Edificio que en sus sotanos había pasado la represión más salvaje y en sus oficinas las decisiones sobre la vida y la muerte de los rosarinos. Y que en los albores de nuestra democracia a través del tunel escaparan los documentos de la represión hacía la sede del Arzobispado Rosarino. ¿Quien mejor que los curas para tapar toda la infamia?

Cabanillas te llama

Fallido el incansable lobby de la empresa a través de sus periodistas "amigos", el Rock and Fellers en la Sede tuvo su final. El año pasado se pudo inaugurar el Museo de la Memoria en su lugar de origen.

Tiempo atrás Cabanillas, ante las radios rosarinas pedía "ecuanimidad" en su temática y un Museo hecho a su imagen y semejanza.

Así lo hizo saber a "Los Mejores" en LT8 pidiendo al entonces intendente Binner "que sea un Museo equilibrado, no para un solo lado, porque acá hubo dos bandos" . Al mismo tiempo explicó que "me gustaría que funcione el Museo de la Memoria en el edificio de Córdoba y Moreno, porque allí velamos al señor teniente general Juan Carlos Sánchez, así que para nosotros sería una reivindicación (...) el general Sánchez, cuando salió de su casa -que es donde yo vivo ahora- fue asesinado y asesinaron también a una señora que vendía diarios. No sé por qué, seguramente se les habrá escapado algún tiro a esos 'jóvenes idealistas'" . "Acá hubo dos bandos. Entonces, no queremos que sea solamente para un lado, porque se ha hablado que era para recordar el terrorismo de Estado, pero resulta que nosotros también tenemos muchos muertos en esta lucha contra los delincuentes subversivos (...) Estoy convencido de que una hábil prestidigitación publicitaria nos transformó en agresores a quienes en ese momento nos creímos defensores de la sociedad agredida, y los subversivos ahora eran idealistas dignos de toda conmisceración".

La presión no era solo a través del diario sino a través de misivas a los Concejales como la siguiente. Por suerte falló

Señor Concejal D ROBERTO BERECIARTÚA
Córdoba 501
2000 - ROSARIO
De mi mayor consideración: 
Tengo el agrado de dirigirme a Usted en respuesta a su atenta llamada telefónica del día 30 de marzo, en la cual me expresa una serie de consideraciones relacionadas con el proyecto, del cual es autor, sobre el emplazamiento del "Museo de la Memoria" en la ciudad de Rosario. 
Agradezco profundamente su preocupación por el tema que nos ocupa, en la seguridad que lo impulsa un espíritu de esclarecimiento y de un análisis objetivo y desapasionado sobre una etapa de dolor para todos los argentinos.
Sin intentar un detallado relato cronológico sobre la violencia desencadenada a fines del '60 y a principios de la década del 70, es necesario recurrir a los diarios de ese entonces para entender la problemática del terrorismo y de lo que sobre él opinaron destacados legisladores, dirigentes políticos, empresariales, sindicales, etc.
Este clima generado por organizaciones irregulares, llevó al país a un estado de indefensión y de anomia que condujo a que el Estado, como legítimo destinatario del uso de la fuerza,
implementara a través de un gobierno constitucional el aniquilamiento del accionar terrorista. Es decir, la Nación jurídicamente organizada y no una política de terrorismo de estado, es la que produce sus anticuerpos para repeler el ataque de estos grupos.
El Ejército Argentino, como Institución fundacional y fundamental de la República, ha
participado en todas las etapas de la vida nacional desde 1810, con su valioso y desinteresado aporte, no exento de errores. El Señor Jefe de Estado Mayor General del Ejército ha reconocido en varias oportunidades, las responsabilidades de la Fuerza que él conduce, sobre los errores o vulneración de las normas por parte de sus integrantes. 
Cabe destacar que, en ese enfrentamiento no convencional, algunos de los miembros del Ejército han cometido excesos difíciles de controlar en una lucha de estas características: situación ésta que no habilita para que quienes hoy se erigen en fiscales de una situación traumática, realimenten una condena institucional para asignarnos la culpabilidad absoluta de un accionar que nos envolvió y nos comprometió a todos.
Hemos dado sobradas muestras de subordinación a la Constitución Nacional, a los gobiernos constituidos y a las directivas que en consecuencia se imparten, pero para algunos sectores pareciera que esto no es aún suficiente. 
Todas las sociedades que han sufrido el flagelo del terrorismo, saben bien lo que esto significa en la vida nacional y lo han enfrentado, con distintos resultados, y con los medios que el poder le otorga. Sin querer justificar violaciones o excesos en este tipo de luchas, muchos de los países que dan apoyatura a organismos defensores de los derechos humanos, han combatido con todo rigor y, en muchos casos, violando elementales normas de derecho internacional, el flagelo del terrorismo.
Entiendo que el revisionismo histórico debe ser un aporte para evitar que las generaciones
actuales no cometan los mismos errores y desencuentros, pero no debe ser una actitud
permanente la de mirar al pasado, pues debemos protagonizar el presente y proyectar el futuro común que anhelamos todos los argentinos de buena voluntad. Esto se logrará con un análisis objetivo y desapasionado de las causas que fueron las generadoras de la situación que nos ocupa, pues una verdad relatada parcialmente nos conducirá irremediablemente a un conocimiento subjetivo y sin fundamento de la historia reciente.
Lo expresado está avalado por múltiples testimonios, acciones y expresiones que reflejan el
estado de ánimo de los ciudadanos que protagonizaron esas circunstancias dolorosas y de cuyo legado existen documentación y elementos. Me permito solamente mencionar algunos de esos hechos ocurridos en la Jurisdicción de este Comando de Cuerpo: Asesinato del Tte Gral JUAN CARLOS SÁNCHEZ (1972); Intento de copamiento al ex Batallón de Arsenales 121 (1975); Intento de copamiento al ex Regimiento de Monte 29 (1975, con numerosos muertos). Como no escapará a su elevado criterio y a su altruista iniciativa de arrojar luz sobre ese período, estos hechos ocurrieron antes de lo que algunos denominan el inicio del "Terrorismo de Estado" y que pocos parecen recordar, conduciéndonos a una interpretación de los derechos humanos que sólo ampararía a determinados ciudadanos.
Los argentinos debemos protagonizar definitivamente el futuro, actuar con humildad y con
espíritu de reconciliación de parte de todos los sectores sin excepción. El Ejército  Argentino desea contribuir al reencuentro y está dispuesto a hacer, en lo que institucionalmente le compete, nuevos aportes para que todos sin excepción participemos del proyecto común a que nos convoca esta gran Nación.
Señor Concejal, le reitero mi agradecimiento por su sincero llamado telefónico y me pongo a su disposición para lo que pudiera serle útil, ya sea en lo relacionado a esta iniciativa suya en cuanto a material y elementos que le puedan ser necesarios como en otras actividades propias de su función.
Reciba mi respetuoso saludo.
EDUARDO RODOLFO CABANILLAS
General División
Comandante del IIdo Cuerpo de Ejército

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El nombre Dora Elcira Cucco de Araya,figura en el museo de la memoria?,sin buscar en el google,sabes quien era esa señora?

Anónimo dijo...

no creo Anónimo no creo que les suene el nombre y eso que algunos de los que proclaman el Museo de la Memoria -con la mitad olvidada- tuvieron algo que ver esa mañana del 10 de abril JAH ! si algunos de los que participaron terminaron trabajando en LT8.