La ley que no fue

22 mil millones de dólares es la facturación de las empresas cerealeras en Santa Fe. El quiosco de la esquina, la verdulería de chapa, el pintor, el quintero de 4 héctareas, el camionero que espera en puerto, todos, están obligados a pagar Ingresos Brutos a la provincia de Santa Fe. Las cerealeras y las aceiteras no.

El diputado provincial Alberto Cejas (FPV) impulsó un proyecto de ley que limite esta exención vigente. Pero todo quedó en la nada.

"El gobierno provincial, desde el primer momento, no sólo que lo avaló sino que puso a sus equipos técnicos para trabajar en los artículos que podían dar lugar a cierta inconstitucionalidad -esgrimida por la Bolsa de Comercio, según consignó-". Sin embargo, "llegado el momento, se llamaron al silencio y no acompañaron el proyecto. ¿Hasta dónde el gobierno provincial quiere avanzar en un sistema tributario más justo". dice Céjas

Cejas soño con los destinos de la recaudación que podría tener los fondos en LT10 al "déficit habitacional que es muy preocupante. Acceder a un crédito es prácticamente imposible para la mayoría de aquellos que quieren tener su primera vivienda", justificó y añadió "obras de infraestructura, sobre todo para el centro norte de la provincia, para expandir nuevos emprendimientos productivos y generar nuevos puestos de trabajo".

Poco de esto interesa al gobierno conservador del FAP. Muchos esperamos por una provincia más justa. Pero hay pocas esperanzas. Mientras unos y otros se pelean por un puesto menor en la presidencia de la legislatura. Otros facturan y negrean mientras muchos esperan.

Tenga usted buen feriado.