domingo, 23 de marzo de 2008

CEUTA

Habiamos llegado hasta Beliones, aquí en la costa marroqui, después de meses atravesando media Africa. Él venía de Senegal, yo soy marfileño, como Drogba si, y la pareja creo que son de Camerun, si, como Papa Eto´o. Allí en Beliones conseguimos los salvavidas para poder cruzar a nado hasta Ceuta. El decía que aunque llevará salvavidas lo tenía difícil, porque no sabía nadar, no sabía ni mantenerse a flote decía pero los demás lo animabamos, le decíamos que era fácil, una tontería, que antes de que se diera cuenta ya estaría en Europa, que podría ir a casa de su hermana, siempre nos contaba que su hermana y su cuñado vivian en un pueblito de Almería y que le conseguirían trabajo y que extrañaba tanto a su hermana y que podría enviar dinero a su familia en Senegal y nosotros le deciamos que si, que podra hacer todo eso pero primero había que mojarse, después de todo lo que pasamos en el camino no podía flaquear, solo un poco mas de valor y ya está, además con el salvavidas no se iba a hundir, solo se trataba de bracear y después trepar la costa de Ceuta y a correr para que no te detenga la guardia civil. Pero el tenía un mal presentimiento y no había forma de que le viera un final feliz a su viaje ahora que estaba tan cerca.

A la madrugada del dia siguiente, creo que era el 26 de septiembre como usted dice pero yo en esa epoca no llevaba la cuenta de los dias, yo se cuando salí de casa pero en el camino pasaron tantas cosas que perdí la noción del tiempo. Como le decía, a la madrugada siguiente aprovechando que ya se veía algo pero también que quedaba la suficiente oscuridad como para que no nos descubrieran, nos lanzamos al agua y empezamos a nadar hacia la costa española, bueno española es un decir, porque usted me dirá por que todavía se mantienen Ceuta y Melilla bajo soberanía española si están en Africa, pero ese es otro tema. Nadar, nadar, nadamos los cameruneses y yo porque el pobre Sonko (así se llamaba) braceaba como podía e intentaba mantener la cabeza fuera del agua para no ahogarse, pero aun así iba avanzando, un poco atrazado con respecto a nosotros pero avanzaba. El trayecto no es largo pero se nos hacía muy duro a todos, piense que no estabamos muy bien fisicamente luego de meses de hambre y miserias que sería muy largo de contar y para él era el doble de duro pero le echó coraje y no se hundio.

Cuando por fin llegamos a la costa estabamos destrozados pero sacariamos fuerzas de donde fuera porque ya estabamos, lo habíamos conseguido, estabamos en la nueva tierra prometida, podriamos realizar nuestros sueños, solo nos faltaba un esfuerzo más, el último, para correr como alma que lleva el viento y mezclarnos con la gente de la ciudad y volver a empezar. Que ilusos. Todavia no nos habíamos puesto en pie cuando sentimos las voces de los policias dándonos el alto. Aunque no sabíamos apenas español, los entendimos enseguida. Parece que perdimos pensé y el mundo se nos vino abajo en un segundo. Los tres agentes de la guardia civil se nos acercaron y nos esposaron mientras nos iban hablando y se reían. No sabíamos bien lo que decian pero no hace falta ser muy listo para darse cuenta que se reían de nosotros. Nos llevaron con una lancha hasta aguas marroquíes y una vez allí nos sacaron las esposas y, antes de tirarnos al agua, a uno de ellos se le ocurrió sacar una navaja y con ella nos pincho los salvavidas a los cuatro. Entre carcajadas nos empujaron al agua y empezaron a alejarse, mientras nosotros agotados como estabamos empezamos a nadar hacia la costa rezando por no desfallecer pero Sonko sin el salvavidas no podía y se hundia. Ni la pareja de cameruneses ni yo podiamos ayudarlo, a duras penas nos manteniamos a flote y las únicas fuerzas que nos quedaban eran para llegar a tierra si es que lo conseguiamos. Ya se que parece duro decir esto pero cuando tu propia vida depende de tan poco, no estás para hacer de héroe, sobre todo sabiendo que irías a una muerte segura. Asi que Sonko pedía auxilio y los policias al escucharlo se pensaban que hacía teatro y se quedaron cerca y se reían y hacían bromas entre ellos y se lo pasaban bien con lo que ellos creían era una comedia del senegales. Muy bien se lo estaban pasando hasta que uno de ellos se dio cuenta que Sonko se ahogaba de verdad y se tiró al agua para rescatarlo.

Igual que un chico que se da cuenta que hizo algo que no esta bien, así actuaron los guardias con nosotros. Nos subieron a todos a la lancha y nos llevaron hasta la playa mientras intentaban reanimar a Sonko. Al llegar, los agentes marroquies que allí estaban, se negaron a recibir al que tenía sintomas de estar agonizando y entonces los guardias españoles tuvieron que llamar una ambulancia que viniera desde Ceuta para intentar salvarle la vida al senegales. Yo pienso que en realidad la vida de Sonko no les importaba nada pero las suyas si, probablemente hubieran preferido que Sonko se hubiera ahogado sin testigos y aquí no ha pasado nada, pero estabamos los otros y no nos íbamos a callar. La ambulancia tardo una hora en llegar, en llegar tarde por supuesto, y ya no se pudo hacer nada por salvarlo.

Ahora estoy aqui, de este lado de la valla, nada mas que porque soy testigo de un homicidio por imprudencia. Imprudencia dicen. Imprudencia, creo, es cuando se va sin cuidado o cuando uno no se detiene a pensar las concecuencias de un acto. Quizás sea así, quizás fueron imprudentes y no pensaron que una persona que no sabe nadar no puede sobrevivir si lo tiran al mar sin protección, pero a mi me parece que eso no es imprudencia, en todo caso yo lo llamaria ignorancia o, mejor, MALDAD.


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