martes, 6 de mayo de 2008

Bolivia, ¿el eslabón más débil?

Por Alcira Argumedo *

Tiempo después pudo saberse que ese mismo día de 1970, cuando Salvador Allende ganaba las elecciones presidenciales en Chile, Richard Nixon y su secretario de Estado, Henry Kissinger, comenzaron a diseñar el plan para derrocarlo. Una estrategia que no contemplaba solamente a Chile: la derrota en la guerra de Vietnam se percibía por entonces día tras día y era preciso compensar el repliegue desde el Sudeste asiático con una reconstitución de la supremacía estadounidense en América latina. Los gobiernos y las fuerzas de corte popular habían alcanzado una importante fortaleza, cuestionando esa hegemonía y sus formas de expoliación nacional y social: Omar Torrijos en Panamá, Juan Velasco Alvarado en Perú, Juan José Torres en Bolivia, Salvador Allende en Chile, Juan Perón en la Argentina, se sumaban a las movilizaciones de protesta y a los grupos guerrilleros en distintos países, como parte de una nueva etapa sincrónica de ascenso de las luchas de masas latinoamericanas. La restauración conservadora estadounidense tuvo como instrumento esencial la imposición también sincrónica de dictaduras militares, que habrían de utilizar el terrorismo de Estado con el fin de aniquilar toda resistencia política o social e iniciar estrategias de saqueo sin precedentes: esa historia dramática aún muestra sus secuelas en nuestras sociedades.

También ahora es posible percibir día tras día la derrota norteamericana en las guerras de Irak y Afganistán, tanto en el campo de batalla como en el frente interno; y basta repasar un planisferio para comprender que el tema de la autonomía en Santa Cruz no es sólo un problema de Bolivia. Ante la imposibilidad de llevar adelante el plan originario de apoderarse de Irán y Siria una vez conquistado Irak, antes o después Estados Unidos deberá retirarse de esas áreas del Medio Oriente: ¿hacia dónde? China no, India no, Rusia no, la Unión Europea no, el resto del mundo islámico es problemático; quedan Africa negra y América latina. Las estrategias restauradoras no son improvisadas y se van articulando en forma paulatina durante algunos años. No parece casual que en 1998 gana Hugo Chávez las elecciones en Venezuela y en 1999 el presidente Bill Clinton promueve el Plan Colombia, demostrando que el acuerdo bipartidista del Consenso de Washington permite escasos márgenes de diferencia entre demócratas y republicanos. El Plan Colombia se va vertebrando con el Puebla-Panamá en Centroamérica y la base de Manta en Ecuador, como puntos clave para el control militar del continente; pero la triple frontera se mostraba más problemática. Al ganar las elecciones Evo Morales, se instalan tropas norteamericanas en Paraguay y llega a La Paz el embajador norteamericano Philip Goldberg –que fuera embajador en Kosovo– junto al agregado de Seguridad del Departamento de Estado en Bolivia, Vincent Cooper –asimismo embajador en Kosovo entre 2004 y 2006—, a quien el gobierno boliviano debió expulsar del país por actividades de espionaje.

Además accedieron al gobierno Rafael Correa en Ecuador, dispuesto a erradicar la base de Manta; Daniel Ortega en Nicaragua y Fernando Lugo en Paraguay. La Cumbre del Grupo de Río; las propuestas de crear una Organización de Estados Latinoamericanos diferenciada de la OEA; la definición en contra del ALCA y a favor del Mercosur; el proyecto de fundar un banco latinoamericano con las reservas de cada país depositadas en los centros financieros del Norte; las dificultades para imponer las políticas de privatización del petróleo en México junto a la impopularidad del Nafta; las medidas de nacionalización de áreas estratégicas en Venezuela y Bolivia; sumadas a la recesión que afecta a Estados Unidos; dan cuenta de la relativa pérdida de su capacidad de incidencia en la región. En este contexto, el apoyo a los grupos de derecha en Santa Cruz y la acción de agentes como Vincent Cooper en Bolivia no están desligados de la violación del territorio ecuatoriano para evitar el acuerdo humanitario con las FARC, ni de la acción de las Fuerzas de Paz de las Naciones Unidas en Haití, encargadas de reprimir las recientes protestas por el alza del precio de los alimentos. Tampoco están desligados de las operaciones de la IV Flota de la Armada estadounidense que comenzará a actuar el 1º de julio de este año, dirigiendo operaciones junto con las marinas del Caribe y Sudamérica. Complementariamente, el Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Asuntos de Seguridad –sucesor de la tristemente célebre Escuela de las Américas– ofrece novedosos cursos para funcionarios civiles, militares y de fuerzas de seguridad de Nuestra América, incluyendo las normas de interrogatorios recientemente legalizadas por el Parlamento norteamericano.

El senador del MAS, Antonio Peredo, ha denunciado con contundencia estas acciones de Estados Unidos en Bolivia, aparentemente la nación seleccionada como el eslabón más débil para el inicio de una creciente ofensiva sobre el conjunto de América latina: las alternativas pueden ser, entre otras, Yugoslavia o Haití. Que esta vez no nos tomen por sorpresa.

* Socióloga de la Universidad de Buenos Aires.

6 comentarios:

Rob Rufino dijo...

Todo esto, y más, sucede porque no hay UNIDAD.

Es un momento propicio para ir armando redes regionales. Integración en serio y no se ven avances concretos.

Los problemas internos (el transporte de santiago en chile, el piquete rural en argentina, la secesion de Bolivia, las peleas Correa-Uribe-Chavez, etc. etc.) siguen frenando el avance de temas realmente importantes.

Mientras nuestros gobiernos sigan resolviendo los temas URGENTES y no los IMPORTANTES la Integración Sudamericana seguirá siendo un Sueño y los primos del norte seguirán expoliando nuestros recursos.

@PaloMedrano dijo...

Una situación parecida a la de Bolivia se vivió en Corea hace 50 años, la cual -guerra mediante- terminó partida en dos.

En una de las mitades, sus gobernantes (verdaderamente "sensibles" a los intereses del pueblo) aplicaron un férreo anti-imperialismo, y exhibieron un progresismo digno de ingresar al libro Guiness. La redistribución perfecta! Así les va...

En la otra, en cambio, los malnacidos cipayos (que evidentemente odiaban a sus ciudadanos) se dejaron "expoliar" a gusto por el aguila sanguinaria, y en lugar de construir la bomba atómica, se dedicaron a crear empresitas como Samsung, Hyundai, Kia, LG, y Daewo, entre muchísimas otras. Así les va...

Hasta el Frente para la Victoria, siempre!

Rob Rufino dijo...

y en Vietnam que pasó Juan de los Palotes?

@PaloMedrano dijo...

En Vietnam también pasaron hambre (como en Corea del Norte), hasta que advirtieron que abrazando el capitalismo podían generar riqueza, y eso es lo que están haciendo, al igual que Brasil, que Uruguay, que Chile, que Perú, y que tantísimos otros países que no comen vidrio.

Mientras tanto, nosotros nos hemos aliado con Zimbabwe, Laos y Angola para torcerle el brazo al FMI. ¡Somos unos vivos bárbaros!

El anónimo dijo...

Juan de los Palotes, si hablamos de secesiones, mejor traemos un poquito el reloj para este lado, y nos acordamos de Yugoslavia, que hoy es en dia es la matriz del imperio, de secesiones. ¿Y ante esto que dice?

Rob Rufino dijo...

Juan Juan Juan
Creo que confundis un gobierno que "se dice" de centro izquierda (pero en realidad mantiene las leyes económicas dictadas por Joe Martinez de Hoz y Mingo Cavallo) con un gobierno comunista como el Corea del Norte.

Volvemos a la racionalidad? Dale.

Hablemos por ejemplo del Milagro Chileno.

Sabías que el Milagro Chileno ideado por el mismísimo Milton Friedman, fundador del neoliberalismo, se sustenta gracias a dos medidas tomadas por el Presidente Socialista Salvador Allende?

Sabías que aún hoy, después tres décadas de neoliberalismo, el 60% de las divisas que ingresan a Chile corresponden a exportaciones de Cobre? Sabías que ese dinero va todo al Estado?

Sabías que otra medida de Allende (reforma agraria) permitió que miles de pequeños productores puedan hoy exportar frutas y vinos?

Pero claro, cuando es Evo el que estatiza la principal fuente de divisa de su país las clases pudientes de Santa Cruz (sin dudas con la mano de la CIA atrás) deciden ir por la secesión...

Así son, la quieren toda para ellos, odian la redistribución de la renta.

Pero lo peor de todo son los idiotas útiles que apoyan esos movimientos golpistas y después sufren al ser expulsados del sistema. Casi casi un Síndrome de Estocolmo vio?