Desde Brasil, tierra de contrastes, nos llegan algunas noticias que siguen siendo sorprendentes.
La primera, muy ventilada por los analistas liberales, anuncia que la Consultora "Standard & Poor´s" otorgó el Investment Grade a Brasil. Esta calificación le permite a sus empresas acceder a crédito a tasas bajas con lo cual se promueve la inversión.
Para lograr esto el gobierno de Lula tuvo que aplicar una política ortodoxa ratificando y profundizando las políticas implementadas por su archi-rival Fernando Henrique Cardozo.
Este "logro" de nuestro irmão (hermano) tiene según esta otra nota del Diario El Pais de España un costo social enorme: El 10% de la población concentra el 75.5% de la riqueza del país.
Al igual que en nuestro país la Política Tributaria brasilera grava principalmente los bienes de consumo.
A diferencia de los ricos, los pobres gastan gran parte de su dinero en bienes de consumo. Por lo cual la carga impositiva que sufren los pobres es mayor a la que sufren los ricos.
Según el informe del Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea) el 10% más pobre paga un 44,5% más de impuesto que el 10% más rico.
Con esa política tributaria de neto corte neoliberal es difícil creer que la distribución de la renta vaya a cambiar. Lula, a quien hemos defendido en más de un post, debería hacer algo al respecto ya que con planes sociales del tipo "Fome Zero" (Hambre Cero) no basta para erradicar las obsenas y violentas diferencias socioeconómicas.
La primera, muy ventilada por los analistas liberales, anuncia que la Consultora "Standard & Poor´s" otorgó el Investment Grade a Brasil. Esta calificación le permite a sus empresas acceder a crédito a tasas bajas con lo cual se promueve la inversión.
Para lograr esto el gobierno de Lula tuvo que aplicar una política ortodoxa ratificando y profundizando las políticas implementadas por su archi-rival Fernando Henrique Cardozo.
Este "logro" de nuestro irmão (hermano) tiene según esta otra nota del Diario El Pais de España un costo social enorme: El 10% de la población concentra el 75.5% de la riqueza del país.
Al igual que en nuestro país la Política Tributaria brasilera grava principalmente los bienes de consumo.
A diferencia de los ricos, los pobres gastan gran parte de su dinero en bienes de consumo. Por lo cual la carga impositiva que sufren los pobres es mayor a la que sufren los ricos.
Según el informe del Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea) el 10% más pobre paga un 44,5% más de impuesto que el 10% más rico.
Con esa política tributaria de neto corte neoliberal es difícil creer que la distribución de la renta vaya a cambiar. Lula, a quien hemos defendido en más de un post, debería hacer algo al respecto ya que con planes sociales del tipo "Fome Zero" (Hambre Cero) no basta para erradicar las obsenas y violentas diferencias socioeconómicas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario