lunes, 14 de julio de 2008

Kirchner con los intelectuales

Durante dos horas, Kirchner se sometió a las reglas de una asamblea horizontal en la que trescientos intelectuales dialogaron con él, le formularon críticas y repreguntas.
Hubo aplausos, pero también silbidos cuando defendió el tren bala. Una experiencia sin precedentes en la democracia argentina, donde los líderes populares han acostumbrado a decidir en soledad y sin escuchar. ¿Alguien se imagina a Menem, Duhalde, Alfonsín o De la Rúa en esta situación?



Durante dos horas Néstor Kirchner participó en una asamblea popular, con más de trescientos miembros del espacio Carta Abierta, formado por intelectuales, artistas de distintas especialidades, decanos y docentes universitarios. La invitación fue tramitada hace más de un mes pero recién se concretó el sábado, en un salón de la Biblioteca Nacional, cuyo director, Horacio González, fue uno de los impulsores del espacio. Kirchner hizo una exposición general y luego contestó preguntas. Hubo mucha presión sobre el ex presidente en cuatro temas: la cobertura del canal 7, la destrucción del INDEC, la personería retaceada a la CTA y el proyecto de construcción del tren bala. Kirchner fue aplaudido en muchos pasajes pero también silbado, una sola vez, cuando defendió el proyecto del tren bala. Lo aceptó sin enojo y expuso sus argumentos. Había pedido que lo criticaran todo lo que fuera necesario e insistió varias veces en la necesidad de contestar al desafío de la junta de desenlace, como llama a los líderes de las cámaras patronales agropecuarias, con más democracia y profundizando el proyecto nacional y popular, cuyas carencias admitió. El diálogo se caracterizó por una notable horizontalidad, Kirchner habló con humildad ante un auditorio que le hizo sentir tanto afecto como diferencias de criterio y dejó una imagen contradictoria con los estereotipos mediáticos sobre su personalidad. Lo que sigue es una síntesis de sus intervenciones. No se encomillan porque provienen de apuntes y no de una grabación.

Punto de inflexión

Estamos en un punto de inflexión. El desafío de la mesa de desenlace nos ha despertado. Si no aprovechamos este momento, por errores propios o por la avaricia de la oligarquía, pasarán décadas hasta que el país pueda volver a pensar en la utopía. Tengo que confesarles que la decisión de asumir como presidente del PJ fue por un pedido de Cristina. ¿Se imaginan lo que pasaría hoy si otro fuera el presidente? El PJ está atravesando por un período de decantación, como lo vemos a diario, de redefinición de posiciones. Cuando me preguntaron por los votos del PJ en contra del proyecto de retenciones contesté que no somos una sociedad anónima, que creemos en la ideología. También me han insistido mucho por qué llevamos a Cobos como Vicepresidente. Me calientan la cabeza, que los radicales esto o aquello. Y la verdad es que me parece que no nos equivocamos. Si en lugar de Cobos hubiera habido allí un compañero, ¿dónde estaríamos nosotros ahora? En el pasado regalamos espacios que luego nos jugaron en contra. No repitamos esos errores, tengamos esos espacios bajo control. La racionalidad que nos piden es el comienzo de la rendición, que nos pongamos de espaldas al pueblo para cuidar la imagen. Pero Cristina dijo no y ratificó su compromiso con la distribución del ingreso. No a la racionalidad traidora, sí a la racionalidad creativa, a favor del campo popular. El doble comando es un invento al que acudieron para dejarla sola a Cristina, para que yo tuviera que callarme y ellos pudieran marcarle la cancha.

Nos dicen que nos estamos alienando a la clase media. La clase media se alienó con el proyecto neoliberal de los 90. Aquellos que participaron como progresistas críticos, ahora prefieren votar con la oligarquía. Los vimos en la Cámara de Diputados, supervisados por la junta de comandantes del desenlace. Ni se van a poder mirar al espejo, porque hay momentos de la historia en los que hay que estar de un lado. Algunos economistas, como Prat Gay, dicen que soy un almacenero. Prefiero ser un buen almacenero y no el administrador de los intereses del establishment.

Un movimiento golpista

La anulación de las leyes de punto final y obediencia debida fueron los momentos decisivos durante mi gobierno y siento que este desafío por las retenciones lo será del de Cristina. Porque hay que decirlo con toda claridad. Estamos ante un movimiento destituyente, golpista. Han querido que Cristina se fuera del gobierno. El Día D que habían fijado fue en aquel fin de semana largo. Estábamos en Olivos, con la presidente y algunos amigos, y en la puerta golpeaban con las cacerolas de teflón. Estaba el audaz y revolucionario Hugo Biolcatti, con el comandante guerrillero Eduardo Buzzi y el primo Luciano de Martínez de Hoz. Ya vimos cómo funciona la transversalidad de la oligarquía, con compañeros de mi partido, camaradas de la izquierda, democráticos alfonsinistas, la señora que no quiero nombrar, la señora Pando, el general Reimundes, enemigos como siempre, y es bueno que lo sean. Esto nos dio fuerza. Otra vez vienen de atropellada, con la escarapela, para agredir. Pocos medios se animan a decir que la bandera es de todos y que ellos la mancharon. La respuesta debe ser más democracia y más institucionalidad.

Frente a esto, no podemos ser miserables y dar dos pasos atrás. Tenemos que dar cinco pasos adelante, por nuestra historia, por nuestros compañeros que no están. Hay asignaturas pendientes que hay que rendir. Hemos recuperado el empleo, pero tenemos que recuperar la calidad del empleo. Hemos puesto en marcha el financiamiento educativo, pero tenemos que recuperar la calidad de la educación, fijar el proyecto educativo nacional. Hemos avanzado en la distribución del ingreso, pero es insuficiente. Nuestro país sigue siendo asimétrico. El conurbano bonaerense y el norte han sido devastados por el modelo neoliberal. Tenemos que enfrentar la concentración económica, los monopolios mediáticos.

Fierros mediáticos

Hoy que afortunadamente las Fuerzas Armadas no se dejan tentar en estas situaciones, los fierros son mediáticos. Y han actuado sin miramientos. En el 55 nos hubieran encerrado en un barco y en el 76 estaríamos bajo tierra, pero yo estoy más apasionado que nunca. Venimos de una derrota durísima, que en parte se debe a errores que cometimos. Pero después de muchos años de resignación, vuelve la movilización, la ética, los pibes jóvenes quieren saber de qué se trata y podemos rendir las asignaturas pendientes y decirles a nuestros compañeros que hemos cumplido en nuestro paso por la historia. Podemos construir una Argentina diferente en una América Latina diferente, con racionalidad, con diversidad, con prudencia. Nuestro destino no es ser granero del mundo, sino asumirnos como bloque con nuestros hermanos de América Latina para discutir con los otros bloques. El diario La Nación expresa a la oligarquía, es la continuidad de la historia desde Mitre hasta Martínez de Hoz, siempre en defensa de intereses que no tienen nada que ver con los del país.

Le preguntaron por la relación con el grupo Clarín y por el decreto que prorrogó por diez años todas las licencias de radiodifusión. Eso es culpa de Alberto Fernández –respondió entre risas, propias y del aludido–. Luego explicó que asumió la presidencia con apenas el 22 por ciento de los votos. La Plaza de Mayo estaba llena de gente que quería comer, que había perdido toda esperanza. Personas importantes de mi partido se reunieron conmigo y me plantearon que iban a poner un corte a los juicios por el terrorismo de Estado. Les dije que no me quitaran la posibilidad de que yo capitalizara ese gesto fuerte, que esperaran. Por suerte me creyeron y me dieron tiempo. No podía contar lo que pensaba porque me echaban en dos o cuatro días. Llegué como pude, en una Argentina quebrada, con la tapa de los diarios encendidas cada vez que llegaba el delegado del FMI a imponernos condiciones. Cuando iba a España me querían matar, sólo podía pelearme con los empresarios. Teníamos una fuerza propia nula. Pese a eso no le cedimos espacio a los personeros de los intereses de siempre y fuimos construyendo nuestra fuerza. Respecto de Clarín, cada gobierno le hizo alguna concesión, fue cediendo, por la idea de que de otro modo Clarín te destruye. Yo entiendo la crítica que me hacen a la prórroga de las licencias, pero con toda sinceridad tengo que decirles que de otro modo otros tres canales quebraban y Clarín se quedaba con todo. Sé que es discutible lo que hicimos, pero sentíamos que no había otra alternativa. Pero otras concesiones no hicimos, soportamos dignamente el apriete. Para hacer ciertas cosas hay que tener el poder necesario. Ahora Cristina planteó la nueva ley de radiodifusión.

Aciertos y errores

Nos proponemos reconstruir un espacio que estaba dormido, en forma paulatina, con aciertos y con errores. Si nos hubiéramos apurado, no estaríamos aquí. Nos propusimos consolidar la retaguardia y cada vez que podíamos hacer actos de vanguardia. Tuvimos que demostrar que el progresismo podía administrar. Recuerden en qué condiciones asumimos. A pocas horas de estar en el gobierno la Corte Suprema amenazó con dolarizar la economía y hacer reventar todo. Ahí no nos quedó otro camino que sanear la Corte Suprema. Y ese proceso, que la sociedad reclamaba y valoró, fue junto con la anulación de las leyes de punto final y obediencia debida lo que parió mi gobierno. Del mismo modo siento que este conflicto que ya no es por las retenciones sino por el modelo económico y el poder político va a parir el gobierno de Cristina. Si yo les pregunto por la ley de comercialización de granos, dudo que sepan que sigue vigente la de Martínez de Hoz. Esto es algo que nuestra presidente descubrió ahora, en medio del conflicto. Tenemos que llenar de neuronas el Estado para que podamos saber esas cosas sin necesidad de un conflicto. Estos señores van a perder más de lo que esperaban, porque ahora se está descubriendo el fraude que le hacían al Estado.

Del infierno al purgatorio

Salimos del infierno, pero ahora hay que resolver cómo salimos del purgatorio, que está lleno de pecados, y desarmar el esquema jurídico que nos montaron en medio siglo. Hay que construir un nuevo espacio político. En los 90 apareció una alternativa en la que muchos confiaron, pero terminó siendo parte del espacio del adversario. La decantación se va produciendo en forma espontánea. La Federación Agraria representa otras cosas que las que se creían. El 70 por ciento de sus miembros viven de rentas y por eso se acercan a la oligarquía, porque tienen los mismos intereses. Esta es la Federación Agraria de la renta, y se maneja con un discurso tramposo, que no da cuenta de este cambio. El señor Buzzi hizo algo imperdonable, que fue llevar a una madre de Plaza de Mayo al acto de la oligarquía, con tal de mostrarse progresista. Los pañuelos son intocables.

La CTA y los progresistas

Con la CTA tenemos una larga relación, con Víctor De Gennaro, pero hubo muchos problemas que no resolvió, por vacilaciones, por falta de ductilidad y por esa aspiración de ser siempre diferente. Así terminan votando con la Sociedad Rural. Los fiscales de todos, los que se ofrecen como garantía para corregir errores de nuestro gobierno, que tiene aspectos amarillos, aquellos que estuvieron con la señora que no quiero nombrar, votan con la oligarquía. Digámoslo con claridad, si perdíamos en Diputados hoy no teníamos más a nuestra presidente. No tuvieron grandeza ni solidaridad. Eso no los convierte en malos sino en mediocres.

Este fue uno de los temas que provocaron más réplicas. Uno de los asistentes dijo que el voto de Claudio Lozano en el Congreso, que los intelectuales repudian tanto como Kirchner, no evita la discusión sobre la personería de la CTA, que es el instrumento que los sectores progresistas supieron construir a lo largo de muchos años de lucha contra el modelo neoliberal. Kirchner respondió que conversa a menudo con los actuales dirigentes de la CTA, igual que la presidente, y recordó que le había hecho un reconocimiento público en su conferencia de prensa desde el Partido Justicialista. Se han generado en los últimos tiempos interlocuciones que otras actitudes habían cerrado. Roberto Baradel, secretario general de los docentes de la provincia de Buenos Aires, le informó que el secretario general de la CTA, Hugo Yasky convocaba a la Plaza de los dos Congresos el martes, junto al intendente de Morón Martín Sabbatella y a dirigentes de otras organizaciones y de los intelectuales de Carta Abierta, así como lo habían hecho el 16 de junio, con la consigna “Más democracia, más distribución”. Kirchner dijo que reconocía esos gestos y que el gobierno debía profundizar las asignaturas pendientes, la inversión en vivienda, en energía, en la calidad del trabajo. Los acuerdos del Bicentenario deben darse en un marco de pluralidad. Debemos pasar del individualismo a la construcción colectiva. Si hay ruido es porque estamos vivos.

El tren bala

No podía faltar una pregunta sobre el tren bala. Cuando Kirchner dijo que el país lo necesitaba y que no era tren bala sino tren rápido, una silbatina saludó su respuesta. Desde la audiencia alguien recordó cómo se viaja en el Gran Buenos Aires. Sin alterarse Kirchner dijo que sería una cobardía decir que se trató de un error. Explicó que formaba parte de un plan general de reconstrucción del sistema ferroviario, destruido por el neoliberalismo, que incluye el soterramiento del ferrocarril Sarmiento, la electrificación del San Martín y el Roca y la recuperación del Belgrano Cargas. A veces compramos el símbolo que nos coloca el enemigo. Ser progresista no es tenerle miedo al progreso. En una referencia general al proceso de privatizaciones, mencionó que a las telefónicas les vendieron hasta los cables y que a Aerolíneas Argentinas no le quedó nada, por lo que la recuperación va a ser discutida.

Canal 7 e INDEC

Una de las preguntas, del editor Aurelio Narvaja, fue sobre canal 7, que en lo más caliente del conflicto transmitía el campeonato de básquet en Chañar Ladeado. Kirchner dijo que sobre esos temas debían preguntarle a Alberto Fernández, porque él no formaba parte del gobierno. Fernández respondió que el canal 7 se ve en todo el país. Desde la audiencia lo interrumpieron: “Por eso mismo”. Cuando lo dejaron continuar, Fernández explicó que en Buenos Aires, canal 7 es una oferta entre muchas, pero que en muchos lugares del interior es el único canal que se ve, y esto implica una demanda distinta, de la que no se puede suprimir el entretenimiento. Agregó que con la designación del periodista Felipe Yapur había mejorado la cobertura informativa, que se estaban intercalando flashes informativos cada media hora, para competir con los canales privados de aire y que la solución al problema que se planteaba era el lanzamiento de un canal de noticias de canal 7, que ya está listo para comenzar a transmitir, en cuanto solucione el conflicto tradicional por el encuadramiento sindical de los trabajadores, en el sindicato de prensa y/o en el de televisión.

Una antigua funcionaria del INDEC le preguntó cómo era posible que una colaboradora de todos los gobiernos, como Ana María Edwin, estuviera al frente. Kirchner dijo que habría que preguntarle al jefe de gabinete, pero respondió que el INDEC había sido copado por las consultoras y que funcionarios importantes del organismo trabajaban para favorecer a los tenedores de bonos indexados que más cobran cuanto más alto es el índice de precios al consumidor. El INDEC es parte del problema general del Estado. Miren lo que pasó con la ONCCA. A pedido de los asistentes, Alberto Fernández tuvo que explicar que era el organismo de control de la comercialización agropecuaria. Kirchner explicó que durante su gobierno, sin que él lo supiera, la ONCCA trabajó en contra. Tenemos errores y la voluntad es corregirlos. Ahora hay allí un buen funcionario, Ricardo Echegaray, que está descubriendo muchas cosas. El enemigo trata de producir un quiebre en lo que hacemos bien. Por eso no es bueno que nos martillemos todo el día los dedos por lo que no nos sale del todo bien.

Cooke y los jóvenes

El director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, le preguntó por los legados históricos, no porque crea en la repetición de la historia, sino para fijar nuestro diccionario, ¿qué peronismo, qué socialismo, qué nacionalismo de izquierda? En especial quiso conocer qué significaba para él John William Cooke. Kirchner dijo que era necesario no volverse dogmático, no aislarse del pueblo, para construir el campo de la Nación. No quiero poner nombres. Construyamos y después pongámosle el nombre y no al revés como hacíamos antes. Dijo que conoció a Cooke en sus años de militancia en la FURN de La Plata. “Fue un gran compañero y trasciende largamente al peronismo.”

El martes en la plaza

El martes estaremos en la plaza porque hemos aprendido la lección de la historia. No se puede dar un paso atrás, regalar las ideas ni la calle. La provocación nos obliga a convocar en pluralidad. Como dijo nuestra presidente, que vayan a elecciones y que discutan en la democracia. La democracia sin contenido sirve de poco, pero sin democracia no se puede vivir. Tenemos que llenar la democracia de contenido. Esta es una oportunidad histórica, si nos animamos a defender la mesa de los argentinos, y a ser autocríticos para corregir nuestros errores.

Yo soy más intuitivo que inteligente. El 18 de junio sentí que pasaba algo diferente, que estábamos en un punto de inflexión, que alumbraba un nuevo pensamiento, una nueva conciencia moral transformadora, la posibilidad de volver a creer. A la banda del desenlace vamos a tener que agradecerle que nos haya ayudado a despertar. Una gran asignatura pendiente es la construcción de espacios para que todo eso pueda expresarse. Ustedes tienen que construir esos espacios. Las grandes cosas siempre nacen en medio de una convulsión.

El sub-30

Una integrante del sub-30, que se presentó como militante juvenil del peronismo preguntó por el rol de la militancia y el trasvasamiento generacional. Kirchner dijo que lo que más lo alentaba era ver cómo la política volvía a los jóvenes. Se terminó la generación del miedo y la del discurso único neoliberal. Pero el trasvasamiento generacional fue una de las grandes mentiras que se usaron para encorsetar a una generación, por decirlo en forma suave, nos engañaron con esa palabra. Es importante que los jóvenes participen, que no esperen que los llamen, que discutan todo y que disputen. No es cuestión de edad sino de neuronas. Sean implacables con nuestras claudicaciones, que nadie los va a cercenar por ello. En la mesa de la discusión del poder no se pierde pureza. Por no entenderlo, le regalamos el poder a los sinvergüenzas. Tuvimos un problema cuando nosotros éramos jóvenes. En nuestra JP algunos creíamos que había que hacer política, participar en la democracia, pero también hubo quienes entendieron que tenían que tomar otro camino, militarista. Esa discusión ha sido zanjada por el tiempo y por eso ahora decimos que queremos más democracia, más política. Ustedes jóvenes, participen, no regalen espacios, sean parte de las instituciones, no se queden afuera para después tener que ir a esos despachos que podrían haber ocupado a pedir algo a quien los ocupa y si no los escuchan radicalizarse y contribuir al fracaso de todo.

El martes preveo mucha presencia espontánea, de gente humilde que está harta de la extorsión. Nuestro proyecto es seguir avanzando, consolidar la democracia, profundizar los aspectos pendientes. Sólo la reacción masiva del pueblo puede evitar que nos hagan lo mismo que a Allende. Cristina estaba viendo un documental sobre el 73 chileno, con corte de rutas, desabastecimiento, cacerolazos, el alineamiento de los medios de comunicación y la desventaja en el Congreso. Algunas cosas coinciden, pero otras son diferentes. No hay golpismo en nuestras Fuerzas Armadas y el Congreso está actuando en forma responsable y reflexiva. Aquí los cortes los realizan los sectores más concentrados, con su apéndice payasesco. El pueblo argentino tiene una actitud de mayor profundidad, debido a lo que nos pasó. No hay que perder la calma. Nos están provocando, respondamos con mas democracia y convivencia, con paciencia oriental.

Un joven geógrafo, también del sub-30 dijo que desde el punto de vista racional, quería ofrecer la ayuda de la mesa de científicos de Carta Abierta, en la elaboración de las futuras leyes de Energía y de Transporte, pero que también quería transmitirle un mensaje afectivo. “Gracias por habernos hecho creer que es posible un país distinto. Yo soy hijo de gorila y sos el primer peronista que voté. Estoy seguro de que no me equivoqué.”

Horacio Verbitsky - Página 12

23 comentarios:

Anónimo dijo...

Curioso como se pretende borrar la historia. Como si Kirchner no haya sido parte del modelo neoliberal que ahora descubre estuvo equivocado. Esa exposicion esta llena de agujeros y solo es explicable frente a un publico mansito. No se dice quienes fueron "los intelectuales". Parece mas una reunion de peronistas.

@PaloMedrano dijo...

Comparto lo que dice don "anónimo"!!!

Kirchner es quizás el máximo caradura que ha dado esta tierra, capaz de mandar a su mujer a que pida a los gritos en el Congreso la privatización de YPF, y al poco tiempo acusar de "entreguistas" a quienes la vendieron.

Ello sin mencionar, claro, que en el camino se quedó con un vueltito que los más prudentes, estiman en 400 millones de dólares, limpios de trigo y paja.

Juntarse con "intelectuales", no ayuda a desmentir la historia, máxime cuando éstos, sólo son una caterva de fracasados, que no ha hecho nada útil de su vida, salvo escribir pelotudeces sobre temas que desconocen olímpicamente.

Pero bueno, que podemos esperar de gente que se autotitula "intelectuales".... Es evidente que necesitan purgar un fuerte complejo de inferioridad, y por ello recurren a ese mote ("intelectuales"), como si éste los proveyera de un escudo contra la estupidez, y automáticamente otorgara más valor a su opinión.

Pero por favor!!! Mamarrachos!!! Vayan a escribir pelotudeces (que es lo que mejor hacen) y dejen de opinar sobre soja!!!

En fin, para que vean que soy magnánimo, acá les dejo a los "intelectuales", un breve artículo que lo dice todo:

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MÁS QUE DOS PLAZAS, DOS PAíSES MUY DIFERENTES

Por Carlos Pagni

Néstor Kirchner insistió en que la ciudadanía debe movilizarse para defender la democracia. Tal vez haya que hacerlo en un país cuyo gobierno estimula la acción directa, controla fuerzas de choque, interviene las comunicaciones privadas y administra fondos públicos o designa funcionarios desde oficinas particulares.

Sin embargo, en el PJ, donde sobran los doctores en movilizaciones, atribuyen a Kirchner otras intenciones. Sospechan que quiere para el oficialismo la mitad de la prensa que tendrá el campo con su concentración en el Monumento de los Españoles. Para lograrlo, también hizo colapsar el mercado del transporte. Los duhaldistas que buscaban colectivos para llevar gente hasta Palermo entraron en emergencia anteanoche: en el área metropolitana no quedaban disponibles más de 200.

A pesar de lo rudimentaria, la escena estará llena de significado. Al movilizar a sus huestes, Kirchner dramatizará de manera muy expresiva una de las encrucijadas que se le ofrecen al país en este momento histórico. Las dos ?plazas? acaso representen a dos Argentinas posibles.

La interminable crisis iniciada en marzo liberó un inmenso caudal de información sobre esa revolución en cámara lenta que se viene dando en el sector agropecuario desde hace 15 años. Con la excusa de la rebelión fiscal, quedó expuesto un fenómeno casi desconocido para la opinión pública: el desarrollo espectacular de una actividad económica a partir de la incorporación de biotecnología, la experimentación de otras formas de trabajo de la tierra y la adopción de un nuevo modelo de administración. La polémica por las retenciones divulgó las características del "nuevo campo", un entramado social y productivo que constituye la principal valencia de conexión entre el país y la economía global.

Kirchner decidió enfrentar a quienes expresan ese fenómeno movilizando a una clientela reclutada en los barrios postergados del Gran Buenos Aires. Esa población, de cuyas necesidades se sirve la política desde hace décadas, es la víctima de un curso de acción fallido: el proceso de industrialización asistida en el que ingresó la Argentina hace 70 años, cuando decidió desacoplarse de la economía internacional para explorar una "vía nacional al desarrollo".

El experimento fue la respuesta a la crisis surgida a partir de 1929 en el seno de otra globalización, la que protagonizó el imperio británico, durante la cual la Argentina conoció siete décadas de progreso. El derrumbe de los años 30 la encontró entre las 10 naciones más ricas de la Tierra.

Frente a aquel colapso, la economía se replegó sobre el mercado interno, con una industrialización sustitutiva y Estado-céntrica. La mano de obra migró hacia las grandes ciudades, en una peregrinación que explica el surgimiento del peronismo. El horizonte intelectual de esta mutación fue la oposición entre la industria, con la que ahora se identificaba la modernidad, y el campo, asiento de una oligarquía rentista. Una caricatura criolla del pasaje del orden feudal al orden burgués.

Los Kirchner le hablan al campo desde el corazón de ese modelo, con un discurso cuya debilidad radica en su anacronismo. La pretensión de "defender la mesa de los argentinos" mediante el castigo a las exportaciones agrarias y la destrucción de los contratos del comercio internacional hace juego con la ilusión de que los servicios públicos mejorarán no cuando se eleve la calidad de los controles, sino cuando se sustituya al inversor extranjero por una "burguesía nacional" nacida de la intervención del Estado.

La semana pasada hubo dos ejercicios de esta forma de pensar: la misma administración que aspira a reemplazar en Aerolíneas a un par de empresarios españoles (muy polémicos hasta en su propio país) por un amigo del poder volvió a degradar un organismo como el ENRE, donde se designó director al ex diputado Eduardo Camaño, de ignotos antecedentes energéticos.

* * *

El aislacionismo que se manifiesta en estas decisiones supone una visión de la economía y de las relaciones internacionales para la cual todavía es posible, en un mundo cada vez más integrado, eso que Hugo Chávez denominó, al defender la estatización de Sidor, "el desarrollo endógeno".

Con este bagaje conceptual, es imposible comprender la evolución del campo. Porque el negocio agropecuario exhibe en la Argentina, desde hace 15 años, tres rasgos típicos de la economía globalizada: se basa en la incorporación de conocimiento, se organiza en red y está referido al mercado mundial.

El valor de la soja transgénica, adoptada por la Argentina en 1994, deviene de que ese "yuyo" incorporó los hallazgos que alcanzó la biotecnología en su búsqueda de nuevas proteínas para la satisfacción de un mercado de consumidores de alimentos. El salto en la productividad se completó con un método que permite cultivar la tierra sin removerla: la siembra directa.

También cambió el paradigma administrativo. La producción basada en unidades integradas, como la chacra o la estancia, ahora se sostiene en una red de contratistas. Este modelo de negocio desligó la riqueza de la posesión de la tierra.

El tercer aspecto que explica la revolución agraria en la Argentina es la integración al capitalismo global de grandes poblaciones con un consumo de proteínas retrasado. Mientras Europa consume al año 130 kilos por persona, China consume 22; India, 11, y el mundo, en promedio, 30.

Estos factores impulsaron a la Argentina de los últimos 10 años a expandir un 56% la superficie cultivada, quintuplicar la producción sojera y mejorar el rendimiento en un 80%. Otra vez el país encontró en el agro una inserción exitosa en la nueva globalización. La protagoniza una "burguesía nacional" irreconocible: no depende del Estado.

El capitalismo globalizado, con su nueva generación de desajustes, obliga a la dirigencia de todos los países a un esfuerzo de reeducación. Los Kirchner parecen resistirse. Han encarado la agenda agropecuaria inspirándose en una demonización del sector que servía, como dispositivo simbólico, al proceso de industrialización sustitutiva de hace 70 años. Pero esa experiencia se frustró. Lo revelan los niveles de ineficiencia de muchas industrias y, sobre todo, la degradación de la periferia de las grandes ciudades, donde reinan la pobreza, la desocupación, el crimen, la droga y la corrupción política.

Esa visión arcaica se proyecta sobre la política tributaria. Sin considerar las retenciones que se discutirán pasado mañana en el Senado, el fisco argentino aplica sobre la actividad rural una presión del 23% (como porcentaje del PBI agropecuario), muy superior al 2,76% de Brasil o al 6,90% de Uruguay.

Las retenciones móviles profundizan este cuadro. Son una condición de posibilidad casi inevitable para el proyecto de poder de los Kirchner, que redujo su base electoral a los segmentos más sumergidos de la sociedad: los que viven en el conurbano bonaerense. Son las víctimas de aquel fracaso y serán movilizadas mañana, para enfrentar al campo, en una metáfora perfecta.

@PaloMedrano dijo...

Fé de erratas: No es "limpios de trigo y paja", sino "limpios de polvo y paja". Se vé que el conflicto agrario ya está afectando mi prosa.

Y ya que estamos, también reconozco que el artículo de Pagni no era taaan breve. Pero es excelente. Leanló!

El anónimo dijo...

Juancito: Pagni el gran hombre del liberalismo argentino, que no dijo una sola palabra, cuando le ofició de vocero al financista del terrorista que atentó contra el avion de cubana de aviacion (fundacion libertad, rosario, marzo de 2008), vio que hombre democratico!!. Pase por la fundación a cobrar el cheque. Buenas tardes

Anónimo dijo...

Juan:

esta muy bien el articulo. La ignorancia del oficialismo da verguenza ajena.

En lugar de reunirse con "intelectuales", deberian ocupar el tiempo en reunirse con los productores, o la clase obrera.
Quizas podrian aprender algo.

Anónimo dijo...

Me gustaría que K en vez de juntarse con "intelectuales", le explique todo esto a los chicos que se mueren de hambre todos los días en el país por culpa de la clase política de mierda que nos viene gobernando desde siempre y a la que el pertenece por más que se quiera desmarcar de la decada infame en la cual, no solo presionó para la privatización de YPF,sino que también regaló nuestros recursos minerales y pesca....
Por otro lado no entiendo como en 2008 se sigue haciendo política hablando sobre el 55 o el 76, vamos 30 años atrasado!!!!Los problemas los tenemos ahora!!!!!. Se imaginan en el 2040 cuando el corrupto de turno, avivado de lo gil que es el pueblo argentino, gane adeptos despotricando contra los vendepatrias de principio de siglo y, a su vez, robando a diestra y siniestra????(CualKier parecido con la realidad es pura imaginación del lector...)
Yo promulgaría una ley en la cual "TODOS" los políticos con cargos de corrupción sean tratados como Genocidas al igual que los milicos...Porque veo que mucha gente se llena la boca hablando de democracia cuando la misma(la nuestra) ha asesinado tantos inocentes como lo han hecho las dictaduras...
Pero bue...hace 6 años gritabamos que se vayan todos, y hoy, somos manejados por la misma lacra(Oficialismo, Oposición y Sindicatos) pero con un "plus", nos están dividiendo y, ante esto los únicos que van a salir triunfantes son ellos...Y el pueblo? Bien gracias...

El anónimo dijo...

A anonimo y anarquico, una pregunta: A la mesa de enlace y a la oposicion procampo le interesan, ¿los trabajadores, los jubilados? Hay que ser muy ciego para no ver, que lo que se busca es la restauracion conservadora de los 80. Los cambios son muy tibios, lo se, pero a la izquierda no hay nada, solo declamaciones, que rondan el 0.2 por ciento de los votos.

Rob Rufino dijo...

Palotes
Le respondo a ud con el comentario (119) que le dejé a Pagni en LNOL:

Despectiva y trístemente se descalifica a quien apoya las Retenciones Móviles, acusándolo de vivir del Estado. El apoyo que dieron intelectuales de Carta Abierta parece que no cuenta ya que en este diario no se informa al respecto. El modelo de país que tanto se descalifica fue el que se votó hace pocos meses. Eso si, en los Foros de la Fundación Libertad se llenan la boca hablando de democracia.

La nota de Pagni me pareció lamentable, no ya en el nivel intelectual, sino en la despectiva forma de ver que tiene hacia quien apoya esta medida. Su mirada tiene mucho de racismo y clasismo.

Lamentable.

@PaloMedrano dijo...

Rob, Sin Dioses:

Por favor no se queden en lo anecdótico. Si Pagni es de la Fundación Libertad, de KAOS, o de Control, la verdad me importa un pepino.

Me interesa debatir lo que dice, y no quien lo dice.

Y lo que dice, es claramente cierto.

El peronismo (y aún antes del peronismo) se intentó hacer una industrialización forzada en la Argentina, sin el menor esmero en dotarla de competividad a nivel mundial.

Lo importante es fabricar nuestras propias lamparitas! Si después esas lamparitas son de pésima calidad, carísimas, y no se las vendés ni a tu mamá, no importa! Lo que importa es dar trabajo a los obreros del Sindicato de la Lamparita! Si no son competitivos, les daremos algún subsidio a los dueños (con plata que pediremos prestada a algún organismo internacional, para que la devuelvan nuestros nietos) y listo! Con esos empresarios y los sindicalistas del Sindicato de la Lamparita, firmaremos el Pacto del Tricentenario, para eternizarnos en nuestros respectivos lugares de poder, y de dinero, y seguir venciendo a la oligarquía!!!

Basta!! Por favor!! Tengan piedad con la Argentina!!!

ella tambien dijo...

horacio verbitsky y eduardo aliverti de los pocos dignos que contamos en los medios.

aguanten!

saludos

El anónimo dijo...

Juan lo importante es comprar las lamparitas en Japon, y despues hacer una nota diciendo cuanto atrasa el peronismo!

Anónimo dijo...

Verbistky hace lo que siempre hizo, conchabarse a los gobiernos de turno. Durante los militares trabajo para los servicios. A eso no se le puede llamar periodismo.

Anónimo dijo...

Me parecio excelente el articulo de Pagni. Gracias por postearlo, quizas no lo hubiese leido de otra manera.

Che Bob, la critica al articulo de Pagni que escribiste en LN es media zonza.

El anónimo dijo...

Propuestas!
A todos los admiradores de Pagni les aconsejo que cuando venga la boleta de luz, se nieguen a pagarla a esos valores, digan yo quiero pagarla a precios internacionales, o sea multipliquenme la boleta x 5, y cuando carguen algun litro de combustible nieguense a pagar esos valores y paguenlo a precio internacional, asi pueden hacer lo mismo cuando compren aceite, carne, etc etc, etc, algunos no se si son ignorantes o son estupidos.

cholo dijo...

Yo no conozco al tal Pagni pero parece evidente que no pisó un campo en su vida.No parece saber que la siembra directa degrada muy rapidamente la capa superficial de la tierra,que es donde estan los nutrientes.Por no hablar del monocultivo,la desaparición de los bosques y la contaminación de terrenos y acuíferos por pesticidas.Ademas se atreve a cantar loas a la biotecnologia que nos trae el tan noble trangenico,cuyas consecuencias ni él ni nosotros conocemos pero recordando lo sucedido con los piensos cárnicos para alimentar herbíboros(vacas locas)los presagios no son muy alagüeños.La naturaleza tiene paciencia limitada.Podria seguir pero ya me da pereza,pues vemos el mundo con filtros diferentes.Se nota que el tal Carlos Pagni culpa al pobre de su pobreza y yo ya me hinché las pelotas.

@PaloMedrano dijo...
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@PaloMedrano dijo...

Apreciado Cholo;

En mi opinión, el error (el gran error) pasa precisamente por creer que la pobreza tiene un "culpable". Que los pobres son pobres porque alguien hizo "algo" para que lo sean, o porque los "explotó", o los "usó" de algún modo.

El choque entre el continente americano y el europeo, se produjo cuando los pueblos que habitaban el primero, todavía hacían sacrificios humanos, y estaban en un estadío evolutivo muy anterior al europeo.

Evidentemente eso generó desigualdades (sobre todo culturales), que evidentemente aún persisten, pues los inmigrantes italianos, o judíos, o alemanes, o turcos, o de la nacionalidad que fuere, que venían escapando de la miseria más absoluta, y en muchos casos con las familias destrozadas, podían ser pobres, pero tenían claro que con trabajo duro y con estudio, sus hijos podrían tener una mejor posición que la que ellos tuvieron, y sus nietos, una aún mejor que la de sus hijos.

Con los descendientes de los indígenas, por desgracia, eso estuvo (y aún está muy lejos de ocurrir), no sólo por el déficit educativo que arrastran, sino porque el Estado (desde Perón en adelante) los ha convertido en "clientes", a los que canjea votos por regalos, votos por empleo público, o directamente, votos por plata.

Sea como fuere, está claro que todos deseamos resolver este problema, e integrar a los descendientes de aquellos americanos primitivos, a los beneficios plenos de la modernidad.

Para ello, claro, lo primordial es integrarlos culturalmente, como la Argentina comenzó a hacerlo con gran éxito hace 100 años, con el fantástico (y acaso irrepetible) modelo de educación pública y gratuita, que -entre muchos otros- promovieron Sarmiento, Pellegrini y Avellaneda.

Y si esa expansión de la educación fue posible, y permitió a la Argentina sobresalir nítidamente por sobre toda Latinoamérica durante muchísimas décadas, fue por la inmensa riqueza que en aquel entonces generaba el campo (el demoníaco campo), pese a la hiper-concentración que entonces tenía.

Pretender, por ende, que la pobreza ha sido el fruto de una "decisión perversa", y encima afirmar que esa decisión fue del "campo" (que solventaba a aquel Estado pro-educación), o de la oligarquía (integrada precisamente por quienes promovieron aquella revolución educativa, como por ejemplo Pellegrini, fundador del Jockey Club), es un disparate de enormes proporciones. Una aberración.

Mi estimado Cholo: De haber un "culpable" de la pobreza, o mejor dicho, de haber un culpable de que la Argentina no haya podido seguir adelante con la integración de aquellas masas de "cabecitas negras" que había en 1930, ese culpable fue el mismo Estado. El Estado prebendario, que -a partir de ese momento, y con muchísima fuerza desde 1943- comenzó a dilapidar el esfuerzo que los argentinos habían realizado en las décadas anteriores, y comenzó a reemplazar la iniciativa privada por la pública, y a creer que es lo mismo un empleo público, que uno genuino. Que es lo mismo exportar, que poner sellos en alguna subsecretaría.

En suma, si los "terratenientes" de hace un siglo hubieran sido tan terriblemente desalmados como hoy nos cuenta Canal 7, jamás hubiésemos tenido el sistema educativo PÚBLICO que tuvimos.

Llegó la hora de elegir: O volvemos al espíritu de Sarmiento, de Pellegrini, de Avellaneda, y de tantos otros grandes, o nos quedamos con la esclarecida "conducción" de los Kirchners, los D'Elias, los Depetris, o las Felisas Micelis.

¡Tren Bala o muerte, venceremos!

Siempre suyo,

Lic. Juan de los Palotes Medrano
Cuco profesional - Hambreador de Niños - Genocida Amateur

El anónimo dijo...

Juancito no meta a Sarmiento en los lamedores de Bosta, le dejo un hermoso recordatorio:
Un senador acusa a Sarmiento de desconocer la realidad de la campaña; admite que defienda sus bibliotecas y escuelitas, pero no acepta que para ello tenga que insultar a los que "nos hemos enriquecido con nuestro trabajo". Sarmiento contesta con la excitación habitual: "La riqueza de ustedes no se debe al trabajo sino a la vehemencia de los toros y a la fecundidad de las vacas". El senador se ofende porque está "injuriando a las fuerzas vivas"... La respuesta es demoledora: "¿Fuerzas vivas? ¡Eso no se lo permito yo! ¡La única fuerza viva es el pueblo! ¡En usted reconozco solamente la voz de una aristocracia con olor a bosta!". Y sigue: "Esta tormenta la ha provocado mi afán de educar al pueblo de la campaña, a los hijos de los gauchos. Yo... Yo que nunca les hice derramar su sangre generosa para servir a mis ambiciones; yo que nunca los adulé para explotar su ignorancia, soy aquí el defensor de su porvenir. Y los otros, los que se llenan la boca con la palabra gaucho, me apostrofan, se ríen de mí, me llaman loco y le niegan al gaucho no sólo la educación sino hasta la tierra y el producto justo de su trabajo".

Rob Rufino dijo...

Palotes
Dejesé de joder!!! Ud debe saber que cuando un partero se equivoca puede morir un niño... Pero si se equivoca un economista mueren cientos de miles de niños.

Acá lo vivimos en el 2001-2002 y no fue por un error, sino por políticas que decididamente expulsaban trabajadores del sistema.

La derecha DEBE asumir su parte de culpa en toda esta mierda que aún hoy seguimos padeciendo.

Dicen respetar la democracia y las libertades y se cagan en la palabra del congreso.

Ahí está la pitonisa diciendo que este gobierno no es legítimo.

No se banca perder en las urnas ni se banca perder una votación en el Congreso. Eso si, después se dice demócrata y republicana.

@PaloMedrano dijo...

Sin Dioses, realmente muy linda la cita. Emocionante. Pero no desmiente para nada lo que dije: Argentina pudo establecer el sistema educativo que estableció, porque era un país rico. Y era un país rico, porque las exportaciones agropecuarias generaban riqueza.

Rob, para que un gobierno sea legítimo, no basta con que haya sido elegido por la gente. Con ese criterio, Ud. me está diciendo que el indulto estuvo bien, porque es una prerrogativa del presidente, y Menem era presidente cuando lo dictó. Si al kirchnerismo le interesara en verdad la opinión de la gente, hace meses hubiera convocado a un PLEBISCITO, en lugar de organizar la payasada de la ratificación parlamentaria.

Para despedirme, les dejo el último artículo de Asís, dedicado precisamente a los "intelectuales". No tiene desperdicio:

Que los intelectuales, en los setenta, se hayan entusiasmado con el socialismo nacional, con el “producto Perón”, es generacionalmente admisible. Aunque aún lo extrañen a Cámpora.
Eran los días rutilantes del “compromiso intelectual”. Del riesgo físico. A las palabras, había que anexarles el cuerpo. Coincidían con la euforia biológica.
Cuando Hernández Arregui, o la correspondencia de Cooke, derivaban, con cierta impaciencia, hacia los Diarios del Che. Para desembarcar, dolorosamente, en el ministro Ivanisevich.
Perdieron con la decepción básicamente inicial. Pero persisten, en la angustiosa selectividad de la memoria, las imágenes de los miles que perdieron de verdad.
Preámbulo

Más grandecitos, en los ochenta, que los intelectuales sensibles, con afán gloriosamente participativo, se hayan entusiasmado con la elaboración del producto Alfonsín, resulta, también, aceptable. Vaya y pase.
Consecuencias emocionales del fantástico retroceso. Alfonsín los conmovía. Con la recitación, con ademanes, del Preámbulo. Con alusiones desgarradoras al artículo 14.

Alfonsín implantaba la colonización cultural desde el radicalismo. Incitaba hacia la utopía de reivindicar la democracia, hasta entonces subvaluada. Instigaba a la renovación, hasta de los peronistas eternos.

Saberse, de pronto, un demócrata, después de “la larga noche del autoritarismo”, era -casi- como sentirse, otra vez, un revolucionario.

Patota

Los intelectuales podían integrarse a “la patota cultural”, que encabezaba Gorostiza.
Aunque no se nuclearan en el Club de Cultura Socialista, los intelectuales aún servían para algo.

Podían creer que combatían, desde el pensamiento, al fantasma inagotablemente indispensable de la derecha. Siempre al acecho, la derecha, que aún existía.

En el ensueño alfonsinista, representaban la derecha los militares juzgados. Por vencidos. Condenados.

La ilusión del combate persistente, por cuestiones estrictamente semánticas, brindaba, a los intelectuales entusiasmados, cierta noción de utilidad.

Como se situaban en contra de la “derecha golpista”, los intelectuales aún tenían algo que ver con las nostalgias de la izquierda.

Sublimes textos de Aricó, de Portantiero, de Altamirano y de Ipola. De la señora Sarlo. Ambiciones retóricas que se opacaban, en el mejor de los casos, con el endiosamiento involuntario de Sábato. O con lucimientos potablemente digeribles. Como el de Aguinis. Colaboraban, en definitiva, con la construcción majestuosamente parental del Pacho O’Donnell. Emblema indiscutible de la época.

Hotel Castelar

Cuesta interpretar la veleidad, peor aún, en los atroces noventa.
Transcurría la caída del socialismo real. A los pies, cautivado ante el capitalismo. Que lo vencía.

En el esplendor de la utopía liberal, a los intelectuales se les pulverizaba la visión del “compromiso”. Para colmo, los conservadores planteaban la existencia de su propia revolución.

Nefastas derivaciones combinadas, de las jactancias de Ronald Reagan.
Para colmo, por aquí Menem diseñaba, inesperadamente, un desprolijo supermercado nacional.

Por lo tanto los acosados intelectuales que fueron de izquierda, conservaban las inquietudes participativas. Por suerte pudieron entusiasmarse con la verborragia, excelentemente articulada, del nuevo producto peronista. El Chacho Álvarez.

Fascinaba Álvarez, sobre todo al alejarse del peronismo, a todos los intelectuales sin causas. Con su preparación culturalmente avasallante, propia del vendedor de enciclopedias a crédito.

Aunque tuvieran que votarlo, en principio, junto con el Chacho, a Bordón. Otro peronista. Pero pasablemente viable.

Se explica que los intelectuales, que buscaran referencias legitimadoras, también se entusiasmaran con un producto humanitario. La señora Fernández Meijide.

“Ella”, Graciela, estimulaba las culpas latentes de la sociedad, que venía rescatablemente en banda.
Sofocados por las transgresiones insoportables del menemismo, los intelectuales debían seguirlo al Chacho y a Graciela. Aunque tuvieran, como contrapeso, que sufragar por De la Rúa.

La racionalidad política podía sostenerse con las reticencias hacia el abarcativo fenómeno del neoliberalismo. Justamente cuando el supermercado ya mostraba los primeros efectos residuales.

Reticencias históricas hacia la derecha neoliberal. Que ya no necesitaba, siquiera, ser golpista. Porque la derecha había tomado, de frente, el Poder. A través del menemismo que demonizaban.

Con el entusiasmo de la Alianza, perdieron. Ya sin el menor riesgo corporal. El avance entusiasta concluyó con una capitulación arrebatada, en el Hotel Castelar. Cuando Chacho, entre tanta impotencia, se les escapaba. Porque el Poder es sucio. Es inmoral. Quedaba grande.

Sin embargo sería injusto desmerecer los atributos del Chacho. Porque el equívoco del Chacho también les sirvió, a los intelectuales inoculados con el virus comprometido de la participación, para creer que se encontraban en condiciones de oponerse, aún, al salvajismo capitalista.

Y que algo de coherencia, con el pasado, conservaban. Por resistirse a la derecha.

Naufragio de la izquierda

Como no pudieron construir la Revolución, los intelectuales de izquierda debieron naufragar en la playa, espiritualmente reconfortante, del progresismo. Desde donde podían mantener la pretensión de modelar, en sus alucinaciones, al capitalismo. Debían presentarlo, en adelante, con el mote irrenunciable de neoliberal.

Sensibles solidaridades bastaban, en adelante, para marcar, ya sin ningún riesgo físico, las diferencias con la derecha. Pregonar, por ejemplo, los beneficios del aborto. Entonar de memoria “Sólo le pido a Dios”. Plantear la oralidad redistributiva del ingreso. Contemplar, con simpatías paternales, el etnicismo del Evo. Comprar en Alto Palermo con gesto altivo de culposidad.

Desde el socialismo de Perón y de Cámpora hasta aquí, los productos culturales que consumieron, en la Argentina, los intelectuales políticamente entusiasmados, se caracterizaron por la disminución del control de calidad.

Cada vez los entusiasmos venían más pobres. Peores. Consecuencias del crecimiento, paulatinamente sistemático, de la extendida berretificación.

Con cada entusiasmo, las expectativas de la intelectualidad resultaban más piadosas. Justificaba la pasión firme por la regularidad del derrotero. Por la acumulación de desencantos.

El descenso triste, en materia de esperanzas, mantuvo una antagónica simetría con el ascenso del índice de colesterol.

Para colmo, los intelectuales, aunque se entusiasmen, también envejecen. No sólo se les desgastan las ideas. Tampoco responde el cuerpo.

Carta Abierta

Cuesta, de todos modos, resignarse a la idea de tamaño deterioro. Para atreverse a consumir, ahora, el penúltimo producto. Casi brutal. Kirchner. Precariedad ideológica que, a pesar de las perceptibles contradicciones, a ciertos intelectuales aún les sirve. Como les sirvió, en su momento, Alfonsín, y después el Chacho. Para suponer que, al fin y al cabo, aún combaten a la derecha. Al acecho, siempre. De nuevo, invariablemente golpista.

La nueva derecha fue útil para generar la pedantería conceptual del “clima destituyente”.
Debe entonces aceptarse que los intelectuales progresistas, en la antesala de la desesperación o de la impotencia, consuman a Kirchner. A pesar de las desconfianzas tradicionales hacia el peronismo. Y que lo consuman sin la menor moderación.

El producto Kirchner, que vuelve a convocarlos, nostalgiosamente, para que se movilicen, desde Carta Abierta, en contra de otro potencial golpe de estado. Menos sanguinario que el del 76. Contra la derecha que, caprichosamente, se reagrupa. Ilusión que vuelve a reinstalar, por definitiva vez, el redituable malentendido que calma las conciencias. El de suponer que los intelectuales entusiasmados, a través de Kirchner, mantienen algo en común con aquella izquierda. Con el modelo de redistribución. Aunque lo único que vuelve a redistribuirse es la vigencia renovada del engaño. La proximidad de otra decepción. En el combate ciego contra la derecha imaginaria, que amenaza con un golpe ideal para confirmar identidades. Para consolidar justificaciones existenciales.

El anónimo dijo...

Juan en realidad a veces pienso si ud esta en los cabales, en los cavalos se que está,, pero tomar como persona que puede dar una palabra cierta, ud necesita urgente un psicologo, entre pagni y astiz, el proximo posteo de puede ser..... de narozo y carizota.. o del general camps. Porque fluctua entre esos andariveles. Un psicologo a la derecha, entre carrio y ud, en realidad no se quien delira mas.

cholo dijo...

En mi opinión, el error (el gran error) pasa precisamente por creer que la pobreza tiene un "culpable". Que los pobres son pobres porque alguien hizo "algo" para que lo sean, o porque los "explotó", o los "usó" de algún modo.Juan dixit.
No existe la explotación?No solo existe sino que es el pan nuestro de cada dia y no solo en Argentina sino incluso en los "paises avanzados",pero ustedes prefieren llamarlo negocios o progreso.
El choque entre el continente americano y el europeo, se produjo cuando los pueblos que habitaban el primero, todavía hacían sacrificios humanos, y estaban en un estadío evolutivo muy anterior al europeo.(JD)
"Estadio involutivo anterior",se me esta volviendo marxista Don Juan!!Hay maneras y maneras de sacrificar humanos y en eso los europeos se llevan la palma,incluso hoy.

Evidentemente eso generó desigualdades (sobre todo culturales), que evidentemente aún persisten, pues los inmigrantes italianos, o judíos, o alemanes, o turcos, o de la nacionalidad que fuere, que venían escapando de la miseria más absoluta, y en muchos casos con las familias destrozadas, podían ser pobres, pero tenían claro que con trabajo duro y con estudio, sus hijos podrían tener una mejor posición que la que ellos tuvieron, y sus nietos, una aún mejor que la de sus hijos.(JD)
No como esos vagos de los indios que no quieren trabajar para hacernos mas ricos.

Con los descendientes de los indígenas, por desgracia, eso estuvo (y aún está muy lejos de ocurrir), no sólo por el déficit educativo que arrastran, sino porque el Estado (desde Perón en adelante) los ha convertido en "clientes", a los que canjea votos por regalos, votos por empleo público, o directamente, votos por plata.

Sea como fuere, está claro que todos deseamos resolver este problema, e integrar a los descendientes de aquellos americanos primitivos, a los beneficios plenos de la modernidad.
(JD)
Exacto,que no compren mas los espejitos de colores que les vende el peronismo sino los nuestros que son mas modernos y traen un mp3 de regalo.
Para ello, claro, lo primordial es integrarlos culturalmente, como la Argentina comenzó a hacerlo con gran éxito hace 100 años, con el fantástico (y acaso irrepetible) modelo de educación pública y gratuita, que -entre muchos otros- promovieron Sarmiento, Pellegrini y Avellaneda.

Y si esa expansión de la educación fue posible, y permitió a la Argentina sobresalir nítidamente por sobre toda Latinoamérica durante muchísimas décadas, fue por la inmensa riqueza que en aquel entonces generaba el campo (el demoníaco campo), pese a la hiper-concentración que entonces tenía.(JD)
Ya los integramos,Juan.Con las politicas liberales los tenemos viviendo entre nosotros(blanquitos inteligentes)cuidandonos nuestras casas,limpiandolas,lustrandonos nuestros zapatos italianos.Eso es integracion cultural y lo demas son tonterias.
Pretender, por ende, que la pobreza ha sido el fruto de una "decisión perversa", y encima afirmar que esa decisión fue del "campo" (que solventaba a aquel Estado pro-educación), o de la oligarquía (integrada precisamente por quienes promovieron aquella revolución educativa, como por ejemplo Pellegrini, fundador del Jockey Club), es un disparate de enormes proporciones. Una aberración.(JD)

Juan,no son decisiones perversas,son negocios,nada mas.Es la raiz misma del sistema capitalista basada en el puto lucro,en el que es mas importante ganar mas y mas dinero sin importar el tendal que va quedando atras.

Mi estimado Cholo: De haber un "culpable" de la pobreza, o mejor dicho, de haber un culpable de que la Argentina no haya podido seguir adelante con la integración de aquellas masas de "cabecitas negras" que había en 1930, ese culpable fue el mismo Estado. El Estado prebendario, que -a partir de ese momento, y con muchísima fuerza desde 1943- comenzó a dilapidar el esfuerzo que los argentinos habían realizado en las décadas anteriores, y comenzó a reemplazar la iniciativa privada por la pública, y a creer que es lo mismo un empleo público, que uno genuino. Que es lo mismo exportar, que poner sellos en alguna subsecretaría.(JD)

No entiendo como los argentinos dejamos perder ese paraiso terrenal de fines del siglo XIX y principios del siglo XX.Quizas haya sido culpa de los inmigrantes italianos anarkistas que en lugar de dedicarse a laburar y agachar la cabeza,se les dio por luchar contra las injusticias y el hambre que asolaban a la mayoria de la poblacion.O tal vez de los indios del sur que no supieron interpretar la campaña del desierto,pues era en su propio beneficio que les mataban y les afanaban las tierras.Pero claro,que se puede esperar de unos tipos que ni alma tienen y que nunca viajaron a Paris.Perdon,algunos si fueron a Paris para la Expo mundial,eso si encadenados como corresponde y dentro de una jaula,no vaya a ser que se escaparan y lastimaran a alguien esos salvajes.

En suma, si los "terratenientes" de hace un siglo hubieran sido tan terriblemente desalmados como hoy nos cuenta Canal 7, jamás hubiésemos tenido el sistema educativo PÚBLICO que tuvimos.

Llegó la hora de elegir: O volvemos al espíritu de Sarmiento, de Pellegrini, de Avellaneda, y de tantos otros grandes, o nos quedamos con la esclarecida "conducción" de los Kirchners, los D'Elias, los Depetris, o las Felisas Micelis.(JD)

Ya sabe que yo no soy peronista,pero puedo reconocer que algunas cosas se hicieron bien durante sus dos primeras presidencias.Otras fueron terribles,como el verticalismo sindical por citar solo una.Pero si este gobierno pone ,aunque sea minimamente,rumbo hacia una distribucion mas equitativa de la riqueza,creo que sera algo para felicitarse.Le admito que dudo que eso suceda pero la esperanza es lo ultimo que se pierde.
Otra cosa.Hay mas puntos de vista bajo el sol.No nos quedemos con la idea de progreso que regenta el hombre blanco,pues ha llevado a un mundo mas que injusto donde solo se benefician uno pocos,y esto es evidente.Un saludo.

Anónimo dijo...

Ja...ja

Que bien eso de:

"El descenso triste, en materia de esperanzas, mantuvo una antagónica simetría con el ascenso del índice de colesterol."

Leon Ferrari et al..