miércoles, 10 de septiembre de 2008

78 años de un crimen: Joaquín Penina, el primer fusilado de Rosario





¿Quién la memoria a tanto crimen cierra
y quién el corazón a tanto duelo?
Tendido estás, tendida está en la tierra
tu voz que sin embargo llega al cielo.
Rafael Alberti.

El 6 de septiembre de 1930, la feroz dictadura militar de Uriburu, daba su zarpazo inicial, el primero de una serie de la vergonzosa historia de las Fuerzas Armadas, siempre con la bendición de sus pilares: la oligarquía y la iglesia católica.

Suspendiendo todas las garantías constitucionales, y facultados por si mismos a fusilar sin juicio previo a todo aquel que se opusiera a su mandato de sangre y fuego.

Al día siguiente del golpe, aquel golpe del que participó el “liberal” Alvaro Alsogaray, la policía de Rosario detiene a Joaquín Penina, militante anarquista, su delito: distribuir panfletos en contra del gobierno. Su condena morir fusilado, sin juicio previo, sin defensa. Su asesinato, dictado por la mano larga de los sectores concentrados del campo, su apoyo ideológico: un diario que llevaba por nombre “Crítica”. (Ver aquí la similitud con el diario de La Nata)

Días después, el 11 de septiembre, Penina es fusilado en las barrancas del arroyo Saladillo e inhumado como NN en el cementerio La Piedad. Su único antecedente policial era una detención que sufriera en el año 1927 cuando distribuía el quincenario 'La Protesta', por entonces empeñado en una campaña internacional por la vida y la libertad de Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti.

Mientras el presidente Yrigoyen se rendía ante el 7 de Infantería de La Plata, el obrero Penina daba la cara por la Libertad. Fue detenido y fusilado por el Ejército Argentino.
Joaquín Penina, Un hijo del pueblo. Un catalán nacido en Gironella, tierras catalanas, más argentino que todos los militares golpistas y que los “demócratas” que huyeron ante el primer ruido de las botas.

Una ordenanza del Concejo Municipal de Rosario, fijó el nombre de Joaquín Penina a una calle del barrio Saladillo, cercana al sitio donde lo fusilaron, pero nunca fue cumplida. Los vecinos del Saladillo no conocen la calle Penina, que figura con su antiguo nombre, “Regimiento 11”, el mismo nombre del batallón que fusilo al luchador anarquista.

4 comentarios:

cholo dijo...

No conocía esa historia,una más de las tantas que nos olvidan.Gracias por escribirla,Sin Dioses.
Un abrazote

Rob Rufino dijo...

Excelente.

Las Bibliotecas Populares de la Ciudad de Rosario le deben su existencia a Anarquistas como Joaquín Penina.

Valga el homenaje a ellos y el rescate de estas historias que nos muestran que el hombre cambia, pero no tanto.

Goliardo dijo...

os felicito, muy conmovedor.

Hace poco conocí Rosario, fue cuando inaguraron el monumneto al che, solo conocia de Rosario la terminal.

Ester Lina dijo...

Otro acontecimiento para recordar el 11 de setiembre, que es más importante que el día del maestro y que el aniversario del atentado a las Torres gemelas. Este acontecimiento, es para las efemérides de las escuelas, y de los medios de comunicación... Recordémoslo junto a la caída de Allende en Chile, que ocurrió 43 años más tarde...
Sí. Es cierto: ha sido "más argentino que todos los militares golpistas y que los “demócratas” que huyeron ante el primer ruido de las botas" y agregaría que fue más puiadoso que las cúpulas de nuestra Iglesia católica...
Saludos.
Los invito a visitar mi blog...