"Hay 180.000 extranjeros cobrando seguro de desempleo y ya volvemos a tiempos pasados. Hay 20.000 andaluces que han pedido trabajo en la vendimia francesa, como hace muchos, muchos años"
Estas palabras fueron pronunciadas hoy por el líder del Partido Popular español (PP), Don Mariano Rajoy. Este hombre con fama de moderado y liberal, nos instruye claramente acerca del problema de la crisis y de sus responsables.
Sin duda para éste paladín de la libertad, los culpables de que los españoles no encuentren trabajo en su terruño son los inmigrantes, que no solo les quitan la faena sino que también son unos aprovechados que se benefician de los subsidios de desempleo que tan generosamente les otorga el estado ibérico. Unos aprovechados y unos vagos, debe pensar el líder político gallego.
La comparación que establece en su frase no sólo está cargada de mala uva y xenofobia, sino también de intencionalidad. Nos divide entre nosotros y ellos, "nosotros", buenos y trabajadores españoles contra "ellos", holgazanes extranjeros que se aprovechan de nuestra sociedad de bienestar. Éste hombre tranquilo sabe perfectamente que en tiempos de desaceleración acelerada de la economía (término con el que el presidente Zapatero se refiere a la crisis), estos discursos racistas calan en las masas y así va arrimando agua para su molino. Y de paso desvía la atención sobre los verdaderos culpables, aquellos que se apropian de las riquezas en tiempos de bonanza pero nos endilgan las deudas a los demás cuando las vacas adelgazan.
Tendrán que acostumbrarse los inmigrantes, en todo el mundo, a ser los chivos expiatorios del despilfarro de los capitalistas y resistir ante la probable avalancha de movimientos fascistas formados por trabajadores, igual de explotados que ellos, pero con la chapa que da jugar de local. Jugar para sus amos.
Sin duda para éste paladín de la libertad, los culpables de que los españoles no encuentren trabajo en su terruño son los inmigrantes, que no solo les quitan la faena sino que también son unos aprovechados que se benefician de los subsidios de desempleo que tan generosamente les otorga el estado ibérico. Unos aprovechados y unos vagos, debe pensar el líder político gallego.
La comparación que establece en su frase no sólo está cargada de mala uva y xenofobia, sino también de intencionalidad. Nos divide entre nosotros y ellos, "nosotros", buenos y trabajadores españoles contra "ellos", holgazanes extranjeros que se aprovechan de nuestra sociedad de bienestar. Éste hombre tranquilo sabe perfectamente que en tiempos de desaceleración acelerada de la economía (término con el que el presidente Zapatero se refiere a la crisis), estos discursos racistas calan en las masas y así va arrimando agua para su molino. Y de paso desvía la atención sobre los verdaderos culpables, aquellos que se apropian de las riquezas en tiempos de bonanza pero nos endilgan las deudas a los demás cuando las vacas adelgazan.
Tendrán que acostumbrarse los inmigrantes, en todo el mundo, a ser los chivos expiatorios del despilfarro de los capitalistas y resistir ante la probable avalancha de movimientos fascistas formados por trabajadores, igual de explotados que ellos, pero con la chapa que da jugar de local. Jugar para sus amos.
1 comentario:
Tranquilo Cholo, siempre tendré unas toneladas de fierro para hombrear, esperándote.
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