Hubo un punto infinítamente pequeño
que no estaba ni frío ni caliente,
que se mantenía en el equilibrio sin tiempo
hasta que, de una galera inexistente,
salieron dos palabras, sólo dos,
que operaron el milagro
y el punto comenzó a calentarse e hincharse
y crecer hasta estallar.
Explotó como explotan las flores,
plenas de aroma y color,
y se extendió hasta ocuparlo todo.
Y en su deslinde se encontró.
2 comentarios:
Que belleza de poema, en una fracción de microsegundo se dio el Big Bang ante la orden suprema de la creación de Dios y tu alegoría con el abrir de una flor, es exquisita como dio olor y vida.
Saludos
esto es más cercano a [p a l a v r o t a s]
salu2!
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