martes, 25 de noviembre de 2008

Violencias


Hay una paradoja en todas las efemérides que tienen algo que ver con esa abstracción denominada "la mujer".
El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, como ya fue señalado en este blog, oculta bajo ramos de flores, fondos rosados y todos los atributos feminoides que los medios son capaces de combinar, el origen trágico y proletario del "festejo".
El Día de la Madre es la consagración de los estereotipos que dividen a las mujeres entre madres y "mamitas". Muy lejos también de los orígenes de la celebración, impulsados por la norteamericana Ana Jarvis, una activista comunitaria que pretendió homenajear a todas las madres en un festejo que buscaba honrar la paz y la convivencia.
Finalmente, el día de hoy, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, pese a presentarse como el más aguerrido o político de esos días recuerda muy vagamente el origen de la elección de la fecha (El 25 de noviembre fue elegido en recuerdo del asesinato –en 1960– de las tres hermanas Mirabal, activistas políticas de la República Dominicana, por orden del dictador Rafael Trujillo).
La paradoja reside entonces, en esta proliferación de fechas para recordar, para homenajear, pero que son vaciadas de su contenido político, reducidas a la esfera de lo familiar, o sepultadas por el narcótico comercial.

Paradoja que evidencia en sí misma los matices de esa violencia. Violencia doméstica que domestica a fuerza de golpes, de palabras hirientes como cuchillos o de sujección económica. Violencia del Estado que impide las decisiones de las mujeres sobre sus propios cuerpos. Violencia simbólica que normatiza, uniformiza, esquematiza. Violencia autoinfligida por nosotras mismas para adaptarnos a un deber ser siempre insaciable. Violencia.
Violencia que en su negación de lo político hace evidente su carácter político. Parafrasenado a aquella canción, "toda violencia es política".

11 comentarios:

Mendieta dijo...

Muy bueno. Me gustó.

Demóstenes dijo...

Mariángeles, Ud. es una desubicada.
Justo que el Sr. Cholo nos había alegrado y descontracturado el blog poniendo una "minita en bolas" Ud. nos sale con esto de la "mujer puching-ball".
Muy flojo, un golpe bajo muy violento.
Me siento un "hombre golpeado".
Saludos.

D-M-T

cholo dijo...

Excelente Mariángeles.Los discursos oficializados de lo politicamente correcto solo sirven para tranquilizar conciencias y mirar para otro lado cuando la tragedia se sucuede constantemente a nuestro alrededor.
Demóstenes,una cosa es el erotismo y otra muy distinta es el sexismo.
Beso

Rob Rufino dijo...

Muy bueno!!

Ahora, las madres tienen mucho que ver en la imagen dura que suelen transmitir a sus hijos respecto al "ser hombre".

No he visto machista más grande que una de esas madres que van a ver jugar al fútbol a su hijo y le gritan que mate a los rivales. O, bien, cuando les hablan sobre otras mujeres defendiendo más a su hijo que a su género.

En síntesis, creo que las mismas mujeres también deberían hacer un mea culpa sobre la violencia de género.

El anónimo dijo...

La violencia contra la mujer en ciertos ambitos, lease tv, cine hollywood esta institucionalizada y estereotipada. Mariangeles ¿podes postear algo sobre el laboratorio de medios que estabas trabajando en la universidad? Para tener una magnitud del problema, porque a veces no nos damos cuenta de esta gravedad

PIPO LANAR dijo...

Notable, como siempre.
Ahora...
No sé quien armó el equipo de Catanpeist, pero era cantado que el Cholo iba al arco. Con Chunguito nos entendemos abajo, DMT y Tagarna que hagan el aguante en el medio, Rob y Sin Dioses de enganche tambien está bien, pero...
Mariángeles, porqué justamente Ud en la delantera?

Quique dijo...

Excelente, sus palabras educan, Mariangeles, enseñan, y reconfortan, entre tanto discurso machista, homofóbico, que pulula por ahi, gracias.

Chunguito dijo...

Me gusta esta mina. Digo, esta mujer.

Martín (Latino) dijo...

Está muy bueno.

Coincido en parte respecto a que a veces hay mujeres tan machistas como los hombres.

Creo que una de las reflexiones que me salen de leer el post es: ¿hasta que punto estamos dispuestos a dejar que se transforme todo en mercancía?

Farandulizan los medios de comunicación, reducen los días de conmemoración a plenas manifestaciones de superficialidades, los homenajes a los amigos, las madres y los padres a "¿que le regalo?", nos bombardean con puestas en escena para que olvidemos la esencia y es nuestra tarea no dejar que eso pase, o no perder de vista que pasa.

Saludos.

Mariángeles dijo...

Sí, amigos, evidentemente el sexismo, el machismo y los otros estereotipos son productos de una construcción colectiva. Coincido en que las mujeres contribuimos a sostenerlos. Coincido en que tenemos tan instalados algunos "deber ser" que apuntalamos diariamente las mismas cosas que detestamos.
Pienso también que otorgar a la mujer una responsabilidad en la "redención" de las sociedades es otra forma de sostener los estereotipos (pensemos en esas declaraciones del tipo "no tiene un modo femenino de ejercer el poder")
Pienso, por otro lado, que proponer y defender políticas de género no tiene nada que ver con evaluar la bondad o la maldad de las mujeres en general. Los atributos morales son particulares, de cada mujer y de cada hombre en particular, en relación a sus valores y a sus circunstancias.
La cuestión por la que sostengo firmemente la necesidad de pensar estos temas reside en que el desamparo de las instituciones y el desinterés social, sostenido por milenios de cultura patriarcal, se traduce nada más y nada menos que en muertes. Y en muchas otras cosas.
A nuestra sociedad, tan preocupada por la seguridad y la prevención del delito, poco parece importarle que una enorme cantidad de crímenes se producen al calor del hogar y los victimarios son personas muy muy cercanas a las víctimas.

PIPO LANAR dijo...

A las mujeres NO se les pega. Igual no aprenden.