martes, 27 de enero de 2009

Con Calefones y Heladeras no alcanza


La crisis económica global sigue mostrando que llegó para quedarse por un largo tiempo. Sólo en el día de ayer se anunciaron más de 70.000 despidos en empresas multinacionales.

Si bien hasta ahora la crisis tiene un impacto limitado en nuestro país, la sequía parece restarle recursos al Estado que podrían haber sido usados para reactivar la economía.

Es así que el futuro de nuestra economía (y por tanto el de los k) depende de la efectividad que tenga el gobierno en el uso de esas pocas balas disponibles en el Estado.

Las iniciativas hasta ahora conocidas pasan por revitalizar el consumo de la Línea Blanca del hogar (heladeras, cocinas, calefones, etc.) beneficiando por un lado a un grupo de Pymes que generan decenas de empleos y por otro a su gran proveedor el Grupo Techint del cual dependen miles de personas.

De tener éxito esta medida, se conservarán valiosos puestos de trabajo en los próximos meses quedando dudas a mediano y largo plazo ya que los fabricantes locales de productos de línea blanca tienen escasa competitividad frente a productos chinos o brasileros.

El país sigue sin contar con Políticas Comerciales que definan "mercados de interés" e incentiven a los empresarios locales a salir al mundo a conquistar mercados. La industria farmacéutica, de software, muebles, agroindustria, calzado y diseño poseen un potencial exportador que no es debidamente acompañado por el Estado.

Como ejemplo a seguir podemos citar a la industria frigorífica brasilera que, contando con el apoyo del BNDes, hizo pie en Argentina comprando varios frigoríficos locales.

Sin políticas que den un marco conceptual a nuestras fuerzas productivas, este puñado de medidas y los viajes de nuestra Presidenta quedan sólo en el terreno de las buenas intenciones, que son un paso adelante respecto a la tradicional política neoliberal que solo buscaba "seducir inversores" pero que saben a poco para quienes queremos un país que, además de crecer, se desarrolle.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Profe: Espero que los créditos para comprar heladeras, cocinas, calefones esté direccionado sólo a los de la industria nacional, y no a comprar ventiladores chinos o taiwaneses. Quiero creer que las pocas balas son para sostener la masa salarial nacional.

Pa'fuera, la cosa no es tan fácil. El planeta entero está amarrocando, y en siberia deben de estar haciendo lo mismo que acá: Si hay un mango, es pa'los siberianos, no para comprar laburo aryentino. No tengo datos, sólo me baso en el sentido común.

Aún con esta contra, hay posibilidades, ya que no todos los países tienen, digamos, industria automotriz (no deben de sumar más de 30-40). Los demás, están forzados a importarlos si quieren andar en auto. Idem para el desarrollo satelital, centrales nucleares, etc.

Incluso alimentos, porque aún cuando no se necesita un gran desarrollo industrial, se requiere tierra para producirlos, y Japón, Israel, países árabes, etc. no lo tienen. El punto aquí es que va a haber que competir con mostros de la industria alimentaria, como brasil. Y ahí ganará el que aporte financiación y/o precio. A menos que nos cartelicemos. Puta! no es mala idea, eh?

Rob Rufino dijo...

Totalmente de acuerdo Eduardo. Esa es otra cosa que no veo que hagamos con fuerza, asociarnos con Brasil con más fuerza para salir al mundo.

Y en esto no hay que cargar culpas solo con este gobierno porque el tema es histórico.

Espero que nuestros empresarios dejen de ser tan jeropas y se muevan un poco.

Abrazo, Rob.