jueves, 12 de febrero de 2009

Darwin en Argentina


Queremos compartir algunos pasajes escritos por Darwin durante su estadía en Argentina, donde se confirma que, mientras casi todas las especies evolucionan, los argentinos nos empeñamos en repetir una y otra vez los mismos errores.

La policía y la justicia son completamente ineficientes. Si un hombre comete un asesinato y debe ser aprehendido, quizá pueda ser encarcelado o incluso fusilado; pero si es rico y tiene amigos en los cuales confiar, nada pasará. Es curioso constatar que las personas más respetables invariablemente ayudan a escapar a un asesino.

Las clases más altas y educadas que viven en las ciudades cometen muchos otros crímenes, pero carecen de las virtudes del carácter del gaucho. Se trata de personas sensuales y disolutas que se mofan de toda religión y practican las corrupciones más groseras; su falta de principios es completa.

El concepto de honor no se comprende; ni éste, ni sentimientos generosos, resabios de caballerosidad, lograron sobrevivir el largo pasaje del Atlántico.

Si hubiese leído estas opiniones hace un año, me hubiese acusado de intolerancia: ahora no lo hago. Todo el que tiene una buena oportunidad de juzgar piensa lo mismo.

En la Sala de Buenos Aires no creo que haya seis hombres cuya honestidad y principios pudiesen ser de confiar.

Todo funcionario público es sobornable. El jefe de Correos vende moneda falsificada. El gobernador y el primer ministro saquean abiertamente las arcas públicas. No se puede esperar justicia si hay oro de por medio.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Un poco pinosolanista el mensaje, pero bueno... también hay que tener en cuenta la gente que estaba en ese momento.

Ahora... ¿como puede ser que exista gente que dice "hace 100 o 200 años teníamos un proyecto de país"?, todavía no lo puedo entender, como si Rivadavia, Mitre o Roca no fueran muestras representativas.

Rob Rufino dijo...

Martín, no entendí eso de pinosolanista...

El hombre es hombre y en todos lados del mundo pretende tomar un atajo para tener más.

La diferencia que creo tenemos los argentinos repecto a tipos de otras latitudes es puramente social. Nuestra sociedad no señala ni aisla a los tipos que violan las leyes. Es más, a veces los premiamos llamándolos VIVOS.

He visto en estadios de fútbol, por ejemplo, a alguien que tira una piedra y le rompe la cabeza a un jugador y los compañeros de tribuna no solo no lo señalan, sino que aplauden la buena puntería.

Porque ser tildado de buchón es lo peor que le puede pasar a un argentino.

Anónimo dijo...

Cuando digo eso (lo dije medio en joda) digo que el mensaje es un poco anti, y ojo que no digo que la política no haya tenido ni tenga corrupción. Mas en ese tiempo aún. Pero, que se yo, tengo cierto cuidado con el tema del "está todo mal", aunque efectivamente lo esté.

Lo que decís es cierto, pero no creo que sea algo propio del argentino, estoy seguro de que en todo el mundo es mas o menos parecido.

Saludos.