Que hacemos con el dólar?

EEUU posee una gran ventaja respecto al resto de los países: tiene la maquinita de imprimir dólares. Pero el uso de esa maquinita, como todo, tiene límites y parece estamos cerca de alcanzarlo.

En estos días escuchamos que la FED ha decidido inyectar la nada despreciable suma de 1 Billón de Dólares (1.000.000.000.000 de dólares) que, una vez en manos del Tesoro, se destinarán a combatir la crisis ayudando a empresas y bancos vaciados por sus propios dueños.

En criollo este proceso sería:

La FED imprime dólares -> Se los da al Tesoro -> Obama socializa las pérdidas

Si todos estos dólares y bonos emitidos sin respaldo van directamente al mercado habrá más dólares en circulación que cosas para comprar.

Por la siempre vigente Ley de la Oferta y la Demanda, esta sobreoferta impactará en la baja del "valor real" de dólar, que se verá reflejada en aumentos de precios. Principalmente de las materias primas.

De esta forma, tanto los ahorristas como el resto de los estados del mundo, verán empobrecer sus ahorros ya que esos dólares perderán valor adquisitivo en muy poco tiempo.

La única forma de evitar esa inundación de dólares es hacer que los Bancos Centrales del mundo compren bonos americanos (financien su fisco).

Esta estafa implementada por un puñado de magnates y convalidada por el ex Presidente Bush, y ahora Obama, es resistida por China, que ya amenazó a comprar menos bonos del Tesoro estadounidense (recordemos que China financia a EEUU para que éste compre sus productos).

Viendo todo este panorama debemos hacernos algunas reflexiones:

1) No debería, acaso, nuestro Banco Central reducir aún más su stock de dólares e ir comprando oro, metales pozos petroleros y, por que no? soja.

2) Escuchando las voces, como la de Duhalde o Aldo Ferrer, que siguen pidiendo un dólar a $ 4,50, cabe preguntarnos por la inflación que generaría devaluar el Peso frente a una moneda que seguirá depreciándose. A diferencia de otras devaluaciones esta vez tendremos inflación importada (en dólares) más la propia inflación local, o como suelo decir, inflación al cuadrado.

3) Si esta nota la hubiese escrito en mis épocas de estudiante universitario el sentimiento anti-imperialista me hubiese llevado a pedir que no dejemos ni un dólar en el Banco Central.
Hoy, con más de 40, tal vez, me sentaría a negociar con el ceño fruncido.

Creo que es necesario buscar formas para que nuestro país, como miembro del G20, logre insertarse en la futura economía global en una posición ventajosa.

Como Cristina tiene casi 40 ;-) intuyo que su diálogo con Obama deberá pasar por garantizar que no vamos a largar esas decenas de miles de millones de dólares al mercado así como así.

Solo espero que ese enorme esfuerzo, que hacemos todos los argentinos para contribuir a que EEUU salga de su crisis, sea en función de un futuro mejor.