Antonio Mata: cacería de traidores y sed de venganza

A simple vista, después de la huida de Lanata, el sector dirigencial de Crítica parecía vacío, silencioso, a pesar de que en el Salón Norte había una reunión con Jorge Capalbo ex perfil, acusador de jóvenes que fuman marihuana en la universidad. A pocos metros de ese lugar, una Susana Viau cada vez más duhaldista, se sinceró ante este blog: “Dimos un giro. Nos gustaría tener a Franchiotti (asesino de Kosteki y Santillán) como columnista, ya lo tuvimos a Lopez Murphy, a Sabsay incluso a Úmpierrez. Sorprendimos. El periodismo argentino es así. Le gusta la sangre de los pobres. El diario La Nación quiere sangre más adelante, pero nosotros ahora. Nuestro modelo es la ignorancia de los que siguen a D´Angeli y nos van a seguir, hagamos lo que hagamos”. La mujer repite todo lo que rumia, Antonio Mata, vaciador de Aerolíneas Argentinas.

El tipo está “desatado”, afirmo una cronista: quiere volver a adueñarse de una parte de la Argentina, y esta dispuesto a cualquier cosa. Busca enemigos y traidores a los que culpar por la pérdida de tan noble botín.

En medio de sus enojos, volvió a difundir entre sus íntimos la posibilidad de un atentado contra el sector de Obras Públicas. Nadie se salva de su ira. Ni siquiera su fiel Diego Schurman. Muchos menos los tituladores, que tienen errores cada vez más groseros. Va por todos. Incluso por Sietecase, por no ser demasiado opositor. A Reinaldo Sietecase, al que acusa por oponerse a Mirtha Legrand y por lo tanto como fiel a los K. Según cuentan en su entorno, sus castigos serán los tradicionales en su método de conducción: “ahogará” económicamente a los periodistas que le despierten desconfianza, sino puede tendrá otros métodos. Pagará las notas hasta con 6 meses de retraso. Juega al límite. Quiere sangre, hoy: no sólo amplificó el conflicto con la oposición, sino que también envió señales más inquietantes a las entidades del campo.

“Yo no soy Fontevecchia”, mandó a decir, en alusión a Jorge, el dueño de Perfil que titula y después no encontramos contenido dentro de la revista, si hay que inventar, inventaremos, datos, renuncias o lo que sea. Harto de los pedidos de aumentos de los periodistas que no firman y hacen un trabajo más o menos honesto, asegura que si continúa el ahogo financiero los tendremos listos para hacer lo que desee: mentir, mentir y mentir. En su entorno ya imaginan plantándole drogas a cualquier que se le oponga, o incluso atentando contra la vida de alguno que siga apoyando la estatización de Aerolineas Argentinas. Para tal fin tiene sus socios dentro del periódico: Nicolas Wizñacki Susana Viau, Silvio Santamarina y a Damián Glanz, con bolsas repletas de cocaína, que obtuvo gracias al tráfico que hizo en sus viajes cuando era dueño de la Aerolinea.

Para los editores, Antonio Mata ya no es de confiar. Esta semana aterrizó en La Plata con su amigo, un conocido torturador del proceso, tratando de amedrentar a todo aquel que piense que pueda salir de sus garras. Durante ese “apriete”, lanzó una frase hiriente para el periodismo: “Acá se dirá lo que yo pienso”, soltó. Una frase que algunos redactores consideraron, como mínimo, “ingrata”. Aun así, Mata no para. Dejó trascender que volverá a espiar nota por nota, incluso a los editores de Cultura a los que acusa de “traición”. Piensa apretar incluso a la oposición con notas infundadas para que la realidad argentina, se adapte a lo que el piensa.

“En este esquema el apoyo de la ex ERP-PRT: Susana Viau a su amigo Duhalde es imprescindible, si tendremos que subir la imagen del impresentable Puerta, lo haremos”, contó a este blog un periodista que escribe asiduamente en el diario.

Los jefes de Redacción saben que su suerte esta echada. A todo momento les recuerda que la tapa con Aníbal Fernández bajo el título de Fumado: “fue sólo un aviso interno para los trabajadores”.

Tenemos los medios y los alcahuetes para hacerlo, sabemos que los de la Mesa de Enlace están de nuestro lado, la idea es desgastar a los Kirchner donde se pueda, (inventa) y recuerda que él, le tiró la frase a Buzzi para tantear al panorama.

Ir contra el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno; es la primera apuesta, sabemos que es incorruptible, por eso lo queremos afuera, como ya De la Rua es irrecuperable, tenemos que tratar de reestablecer a Duhalde, total quien se acuerda de dos negritos muertos, afirma en cada aparición. Susana Viau asiente con la cabeza, guarda en un bolso grande, dos paquetes, uno con dinero, otro con una sustancia blanca y va a cumplir con la misión encomendada.