El negro Dolina, una vez más, supo encontrar las palabras justas para eso que sentimos quienes tenemos el corazón puesto en el Campo Nacional y Popular: El total desprecio hacia la Indignación Burguesa.
Y si, desprecio total, hacia esa forma despectiva que tienen de hablar de los negros vagos que viven del Estado.
Desprecio por su insaciable afán materialista y consumista.
Asco por su devoción hacia la opinión de quienes viven en el "primer mundo".
Repulsión por su mirada arrogante hacia quienes piden una moneda, olvidando que, 7 años atrás sólo iban al Club del Trueque.
A diferencia de Luisito D'Elía yo no odio a la Puta Oligarquía. Sino a la recontrahijaderemilputísima burguesía.
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CUMBIA DE LA RESISTENCIA
"Se armó gran revuelo gran
por los dichos del Gran Diego
la corporación no tolera
su dardo más que certero
Saltan con indignación
los cómplices de la ignominia
que bancaron a Videla
en nombre de la familia
Quienes venden carne humana
a la hora de la siesta
y "luquean" con Tinelli
tienen la moral que apesta
Los que hoy atacan al Diez
no le perdonan su origen
ni que tengan voz y voto
los de raíz aborigen
Ventura, Rial y Polino
son sólo el emergente
de algo mucho más turbio
que ya olfatea la gente
El Diego se halla hoy
en el ojo del huracán
Ni el Vaticano ni Dios
pueden su voz acallar
Preguntale a los cronistas
que hoy se rasgan vestiduras
qué hacían cuando Clarín
pactaba con la dictadura
Hoy Don Miembro y Marianita
Chupamenem hasta el hueso
como Recondo y Palacios
ya tienen nuestro desprecio
Putear es mucho más feo
-diría Doña Ernestina-
que apropiarse de personas
acá en esta Argentina
Sólo te pido que pienses
cuando levantes el dedo
si no jugás para el otro
creyendo que sos certero
Me despido a todo trapo
diría hoy Martin Fierro
¡Chupala y seguí chupando
para todo el multimedio!"
DANIEL, DESDE MATADEROS
Yo odio a las dos,pero le tengo más odio a la recontrahijaderemilputísima burguesía,por creerse parte del Establishmen o de la puta oligarquía.
Los odio porque son los primeros en caerse si la cosa se pudre y creen que no.
Los odio porque cuando les va mal, la culpa es del mundo y cuando les va bien gracias a una excelente política,se adjudican el "mérito propio".
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