jueves, 10 de diciembre de 2009

Incoherencias


Grupos que militan en la el PCR ayer se manifestaron en contra de la UIA en su sede central, hoy fueron a aplaudir a la Sociedad Rural que estuvo acompañada por la misma UIA.

Lozano y sus chicos salvajes, se quejaron de la nueva ley electoral, porque según ellos promovía el bipartidismo, cuatro segundos y medio después hicieron un frente anticristina, con el menemismo residual y los radicales en sus variantes variopintas, consumando de hecho el mayor bipartidismo de la historia argentina.

Minutos después de besos y festejos con el Pro y el duhaldismo, Pino Solanas y sus seguidores se quejaron porque Macri puso un impresentable duhaldista, ex embajador de la dictadura como ministro de educación porteño.

Crítica Digital publicó una encuesta en la que preguntaban si los Pomar fue cooptada por una secta. Cuando se supo la verdad el título de tapa dijo: “No fue solo un accidente”, mostrando cuanto valen las palabras de los medios.

Ricardo Alfonsín que saltó a la fama después que su padre falleciera su padre, se sumó al acto de los mismos sectores corporativos que no se cansaron de silbarlo en el recordado acto de la rural. Cosas de la vida.

Luego de anunciar una multidevaluación que nunca se produjo, en reconocimiento por su labor periodística le otorgaron el premio Martín Fierro a Maximiliano Montenegro, menos mal, estamos salvados.

3 comentarios:

68 y contando (y van 75) dijo...

Todos esos siguen la línea del Quijote:
¿Cuál es la razón de la sinrazón que a mi razón agobia?
Pero no son delirantes, sólo unos tremendos turros

Nando Bonatto dijo...

El Partido Castrense Ruralista es coherente.
En el 75 con Lopez Rega y contra los Montos y la izquierda
Luego con Muhamed Seineldin
Ahora con la derecha
¿Incoherente?
Toda una trayectoria reaccionaria

¿Lilo Solanas?
llorando en los pasillos

Malditos Peronistas dijo...

Cada vez que lo veo al boludo este de Montenegro, me provoca casi lo mismo que me provoca Adrián Pérez (y que a Martín Latino con Fernando Iglesias): unos terribles e insoportables deseos de desenroscarle el balero a golpes.

Salud, amigos!

\P/