La última estación: El bochorno

La nueva película transcurre en Argentina. La jugada de la oposición es ver quien es más cómplice con la concentración de medios que la ley de la dictadura y las reformas menemistas posibilitaron en nuestro país.

Esta concentración no es gratis, le cuesta el laburo a muchos periodistas: aquellos que no son aliados incondicionales de las bajada de línea de las grandes editoriales, y a otros muchos, ya no solo a periodistas sino a miles de trabajadores que pudieran aparecer en el nuevo mapa mediático y que hoy no están.

Sin embargo ahí están los cómplices acomodaticios, los que se dicen de "centroizquierda" y los de derecha como el peronismo feudal o el radicalismo encarnado en Gíudice y su comparsa alabadora de la apropiación de personas.

Esto es fácil de comprobar, acercarle el micrófono y dejar que esbocen sus mentiras, y de pronto aparece un Luis Juez, con toda su verborragia nada graciosa a decir: “esta Corte es absolutamente dependiente del poder político. Estoy convencido de que cuando el Gobierno necesita decisiones de la Corte, esta Corte termina actuando con un nivel de genuflexión hacia el poder político, que pone en evidencia que el grado de independencia de la Corte termina siendo casi declamativo”

O el director cinematográfico y arrendador agropecuario Fernando Ezequiel Solanas Pacheco diciendo: “lo que hace el Gobierno con Canal 7. Es una pésima vitrina que muestra cómo sería el Gobierno aplicando la ley tal cual está”.

Para ver el juego de las equivalencias de Pino con la derecha atroz, hay que leer las palabras de Sanz, aquel mismo que vinculó la Asociación Universal con la drogas y el juego y ver que no difieren en absoluto: "El fallo pondrá a prueba la verdadera intención del kirchnerismo sobre la ley: democratizar el sistema o generar un conglomerado de medios afines. Por ahora vemos una concentración de medios K que ridiculiza a los adversarios."

¿Que le molesta a Pino Solanas un programa que mide 4 puntos de rating según Ibope? ¿Le molesta Cocineros Argentinos? ¿El Cine de trasnoche? ¿La televisación de los festejos del bicentenario, que fue lo más visto del canal en este último tiempo? ¿Quizás le moleste que Prohibido estacionar no lo incluya como el héroe defensor de los niños y ancianos de Palermo Soho? Quizás haya visto algún capítulo de Ciega a Citas donde una linda señorita realizaba su trabajo de moza, y pensó como dijo en el pasado "mira que bonita es, no tendría que estar sirviendo".

Si su visión de ver las cosas es cuestionar a canal 7, por 678, un programa que ha llevado a miembros de Proyecto Sur y en los cuales los panelistas han intercambiado ideas en forma respetuosa, evidentemente necesita una brújula o un oculista. Poner el eje en Canal 7 y no en el grupo económico y de presión que dispone de 260 frecuencias para repetir lo mismo y a la misma hora, que cuenta con un poder absoluto, donde a los trabajadores se les niegan los derechos mínimos de sindicalización. U olvidarse de que el otro gran grupo disponga casi de un poder sin límites, como en nuestra ciudad donde de un solo golpe eliminar casi 100 laburantes, lo quita del lugar del necesitado y lo pone directamente en el lugar del mal parido, dicho así, como para tratarlo suavemente.

Quizás ya tenga pensado su próximo film: "La última estación: El bochorno" donde relate su actuación durante estos últimos años de su vida. Quizás sea un éxito de taquilla, ego no lo falta.