Marcelo Bielsa Cobos

Hoy la selección chilena demostró lo que sabe inculcar su técnico, especular con los resultados y pegar sin sentido. Dependió de un partido de tan poca monta como fue el de Honduras-Suiza, equipos que competían para ver quien se iba más rápido del mundial. Si es por méritos este partido tenía que haber sido declarado desierto.

Y a esos equipos les ganó el mayor técnico pecho frío de la historia: Marcelo Bielsa, personaje adorado por la clase media republicana, que ve con gusto cuando habla con miedo, para adentro, rindiendo pleitesía a un montón de energúmenos con micrófono, haciendo excepciones ¿alguien conoce algo peor que un periodista deportivo mandado por la grandes cadenas al mundial?. Bielsa actúa como si todo se pudiera racionalizar, como si la exteriorización de las alegrías y tristezas fueran cosas sin sentido.

Y desde esa misma forma fue el resultado, el equipo comandado por Bielsa dio vergüenza ajena defendiendo una derrota por la mínima diferencia. Horas antes había hablado para la tribuna: "Ganar es más fácil que hacer un proyecto para conservar un empate". La prensa siempre alabó el discurso “medido” de Bielsa, cuando el discurso del ex seleccionador nacional nunca fue medido sino mentiroso. Y de ese discurso dependimos en el mundial anterior: nos volvimos a la primera vuelta.

Si se podría hacer una analogía política con Bielsa el que más se le acerca es Cobos, un tipo dubitativo que no puede dar su propia impronta, ganas y espíritu a nadie. Un invento, solo sostenido por algunos.

Aunque Chile juegue con Brasil ojalá que la verdeamarela le meta siete por miserables y que Bielsa vuelva al lugar que siempre perteneció: al silencio.

Ah Salio la ley de medios