Escucho tanto en la TV como de boca de familiares, condenas hacia los escasos cuidados que tuvo Néstor en sus últimos días.
La llegada de una dolencia suele traer aparejado ciertos cuidados, ciertas nuevas obligaciones, pero también ciertas renuncias.
Uno puede acostumbrarse a comer con menos sal, a tomar el café con edulco e incluso a realizar odiosos ejercicios físicos.
Pero hay otros pedidos médicos que ,por cierto, son inaceptables para quien sabe quien es y, sobre todo, sabe quién no es.
Se que Néstor, en su interior, tenía muy en claro que él no podía ni quería ser un viejito en pijamas tomado su píldora con el control remoto en la mano mientras a su mujer le disparan con todos los fierros mediáticos.
Lo supo y por eso, al igual que Mickey Rourke en esa estupenda película El Luchador, eligió vivir su vida como a él le gustaba y no como prescribía su médico.
Más allá del hecho político, quiero revalorar estos gestos épicos, heroicos. Dignos de ser rescatados en una época anodina donde el sentir, el desear y el soñar parecen ser cosas del pasado.
También por eso, muchas gracias Néstor.
6 comentarios:
Cansado de hacer todo a ocho manos, nos dejó un grande....
TE VAMOS A EXTRAÑAR, PULPO PAUL!!!!
su "visceralidad" como le achacan algunos fue sinónimo de huevos, coherencia y de no dar un paso atrás ni en los peores momentos,llegando a tener unas "felices pascuas" como venían vaticinando desde hace siete años estos republicanos de pacotilla. se va un líder digno como pocos...
FiestaK, ni ganas de putearte tengo.
y bueno, así son los grandes.
los pequeños, como solanas, esperan a que se muera kirchner para despegarlo de menem.
y esperan la muerte empastillados y con un alz que les hace estar con los jedis malos
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