Argentina Soviet

Moyano en otro acto de caradurismo nacional, tildo a la Argentina como una Argentina Soviet, sin saber lo que significa, pero lo que sabe y bien es como repercuten esas palabras en ciertos sectores de la sociedad.

No es casual que lo diga en vísperas de un 24 de marzo, Día de la Memoria. Cuando resonaban palabras similares, los hombres de las 3 armas estaban dispuestos a defendernos de tal flagelo, pero para ser serios no podemos afirmar que apunte a un golpe, casi todos estamos de acuerdo en que no hay lugar para esas trasnochadas, sino que llama desesperadamente a los cómplices de cuanto golpe haya existido en el país, la verdadera derecha existente, los editorialistas de La Nazión y Clarínete  y al sindicalismo ultraderechista, y por otra parte le tira un guiño diciendo a las grandes empresas, ustedes también lo fueron y acá tienen un aliado por si al gobierno se le ocurre estatizar.

El Consejo Directivo de la CGT, tiene cómplices del proceso, como Ramón Baldassini, que formó el Consejo Nacional del Trabajo, mano sindical de la  dictadura, o de otros hombres tan tenebrosos como Gerardo Martínez de la UOCRA y buchón del 601. Sus palabras son un pedido de fidelización a estos sectores en las próximas elecciones de la Central Sindical.

Pero también busca nuevos, o seminuevos y persigue como asegurarse los votos del sector más reaccionario del sindicalismo, como el Momo Venegas y su hombre de consulta, el Coronel RE y también miembro del Batallón 601, Rodolfo “Chino” Solis, que suele acompañar a Cecilia Pando en cada presentación, y a nada más ni nada menos que a Barrionuevo -tira huevos contra Cristina cuando era legisladora - que cuenta con una cantidad no despreciable de Congresales si se produce la unificación de la CGT.

Huguito necesita esos votos y está dispuesto a quemar las naves si es necesario. jugado por jugado  sabe que podrá ganar apoyo dentro de un grupúsculo, o dentro del radicalismo, ya que el Intendente de Pergamino lo ungió con el título de Persona Ilustre. Otros apoyos no le interesan.

Sus últimas declaraciones lo llevan a un lugar de no retorno, como en el Antón Pirulero, cada cual juega su juego. Cristina también lo hará.