Malvinas

Escribir algo en esta fecha, se me hace difícil. Tengo la misma edad de los masacrados, torturados, estaqueados, y post suicidados en Malvinas.
Por esas cosas de la vida saque número 076 en el sorteo en esa institución de mierda llamada Servicio Militar obligatorio -bien rata riojana, una buena en tu vida hiciste - y me salvé, de estar en Malvinas  y de las garras de los pichones de Eichmanns que eran los suboficiales de nuestra sacrosanta institución.

A decir verdad, de mis compañeros de la primaria y secundaria no fueron a las islas, sólo el Oveja estuvo cerca, alla por Madryn,

Siendo Ferroviario, me encontré con algunos compañeros que habían estado en las Islas. Recuerdo los pocos relatos que contaba G, y uno particularmente: Yendo a robar comida, después dehaber pasado 3 día sin comer. Solo y en el campo un  helicóptero Sea King lo apuntó a menos de 50 metros, levantó altura y se fue en otro destino. Le perdonaron la vida, el que no lo perdonó fue el suboficial, al que a la vuelta que lo estaqueó por haber abandonado la guardia. G había procesado muy bien la guerra. la miseria, y todo lo que esa mierda representaba. Hace mucho que no lo veo a G, desde ese día que nos llegó el telegrama de despido, después de los 42 días de huelga.

Después que entraramos a laburar con G, ingresó M - otro ex combatiente-, diciendo que en Malvinas estaba su lugar en el mundo, tipo raro, siempre vestido con una camiseta militar. Se recluía, no tenía ni compañeros de mate para pasar la media hora de descanso. Un tipo que inculcaba temor. Un lunes no regresó a trabajar, estaba preso: los viernes se robaba un Peugeot 504, lo lavaba, lo acondicionaba, le ponía una calco de Las Malvinas son Argentinas salia a pasear. El domingo a la noche lo dejaba abajo de un puente de Avenida Circunvalación, siempre el mismo puente, a la tercer vez que lo hizo la policía lo estaba esperando. Nunca más supe de él. Espero que esté bien.

Recuerdo la guerra, a la que me opuse siendo un pendejo raro. El recuerdo no es para esa fecha infame, sino el recuerdo siempre será para los ex combatientes. Esos pibes que fueron a un lugar nuestro, pero hostil, sin esperar la muerte que a muchos encontró. Mi homenaje es para ese grupo grandioso que es la Agrupación Ex Combatientes de Rosario, que en pleno invierno, y cuando los quejosos están mirando algún programa pedorro de TN, ellos le acercan un plato de comida caliente a los desarrapados de la ciudad. Como dicen ellos, "nosotros no pedimos estar en Malvinas, a nosotros nos llevaron, Como se llevaron a tantos otros".

Un eterno agradecimiento a ellos.