domingo, 13 de abril de 2008

LA GUERRA QUE VIENE




En estos tiempos de crisis económica global vemos con creciente preocupación como se encarecen los productos de primerísima necesidad. Los alimentos básicos, el agua y las fuentes energéticas no cesan en su dramática escalada de precios. Asistimos azorados a este fenómeno, bombardeados por todo tipo de informes y análisis (a veces contradictorios según los intereses de los mass media) que nos generan como mínimo desconcierto, confusión e impotencia cuando no tragedia si es que toco nacer del lado equivocado del Mercado.



Habitualmente cuando los medios hablan de alimentos se refieren a los cereales en general y particularmente a las oleaginosas ya que son las utilizadas como recurso energético sustitutivo de las fuentes fosiles pero callan, sospechosamente, sobre otros productos tan necesarios y básicos, a mi modesto entender,como la uva o la cebada.



Que pasa con la subida del precio de la uva? Como repercutirá en el precio final del vino? Nos tendremos que ajustar el cinturón hepático? Nuestros miseros salarios no nos alcanzaran ni para un Tetra? Viviremos una especie de Ley Seca económica? Con que diablos acompañaremos nuestros tradicionales asados? Con Gatorade?




Y la cebada? Hasta donde encarecerá el precio de la cerveza? No mas porrones/litronas? Nunca mas esa refrescante sensación recorriendo garganta abajo nuestro interior? Las profundidades de nuestro ser condenadas para siempre al infierno de la sed estival? Que leche podrán ofrecer las madres a sus lactantes sin este elixir mágico? Que será de las familias de los trabajadores de Quilmes? Quien reirá en los bares con un Aquarius en las manos? Como se conocerán las futuras parejas sin una birra que los anime? Sera la definitiva decadencia de la especie?




Preguntas y mas preguntas de difícil respuesta. Yo no se como acabara todo este lío pero les recomendaría a los señores que disponen del mercado a su antojo que se vayan con ojo, que hay cosas con las que no se jode, con la juerga no se juega. No pueden destruir nuestras mejores tradiciones culturales, nuestra forma de vida, sin que les plantemos cara y si es necesario vender cara nuestra derrota, al menos tan cara como ellos nos quieren vender nuestros líquidos elementos.




Una última e inquietante cuestión : Cuanto tardaran en descubrir las propiedades de la marihuana como biocombustible y así dejarnos sin nada?

1 comentario:

Rob Rufino dijo...

Tendremos que considerar seriamente volver, como en otras épocas de la historia de la humanidad, a tener nuestra propia quinta...