Emoción

Debo reconocer que soy un tipo bastante introspectivo. Lo mio no son los abrazos, las demostraciones de afecto, las risas histriónicas y mucho menos las lágrimas.

Tampoco soy de emocionarme fácilmente ya que no son muchas las cosas que logran llegar hasta mis fibras más íntimas.

Pero esta semana, casi inesperadamente, me emocioné. Y me emocioné por algo que jamás se me hubiese ocurrido que podría hacerlo: Un acto político.

Si, esta semana, durante el Acto de lanzamiento de La Ley de Medios, la aparición de Solano López, viejito, caminando lentamente pero sonriente junto a la esposa de Oesterheld para entregarle una estatuilla de El Eternauta a la Presi fue un golpe al corazón totalmente inesperado.

Cuanto y que profundo significado tiene esa estatuilla de alguien que solía luchar casi en soledad contra un enemigo inconmensurable, a una MUJER que con poco consenso social es atacada por quienes no dejaban de hacer negocios ni siquiera cuando el país se hundía en el fango.

Que dificil es poder transmitir ese significado, esa emoción, a quién no es del palo.

Una sociedad es algo complejo, un monstruo de mil cabezas. Con miles de intereses. Y esta vez, y por primera vez, pude ver que una de las cabezas de ese monstruo tiene que ver con aquellos sueños que se tejían en los 70´s. Y que esa cabeza logró mover el voluminoso y pesado cuerpo hacia donde nuestros sueños indicaban.

No es emocionante?